Escenarios de desabasto, próximo paso del empresariado opositor a AMLO

Al carecer de éxito en sus campañas de desprestigio en medios de comunicación, los grupos empresariales opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador van a experimentar un reagrupamiento para buscar reforzar las medidas de malestar social, vaticina la doctora Patricia Pozos Rivera, profesora de las facultades de Economía y de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México.

En ese contexto, la también integrante del Centro de Análisis de Coyuntura Económica, Política y Social advierte que esto forma parte de las estrategias de desestabilización económica, social y política que se conocen como golpe de Estado blando –por tratarse de métodos no violentos supuestamente amparados en las leyes­– y que buscan derrocar gobiernos progresistas, como el que actualmente se vive en México.

Detalla que “los sectores empresariales pueden generar problemas económicos a los países: con desabasto, fuga de capitales, pueden dejar de hacer inversiones, crear desempleo. Eso obviamente genera problemas para la subsistencia de la población. Entonces, por ahí podríamos tener algún recrudecimiento en sus propuestas. Vemos que ya están reagrupándose, también algunos que intentan formar un nuevo partido político, o sea, sí estamos viendo movimientos en la oposición”.

La doctora en economía considera que “los empresarios van a seguir reorganizándose y recrudeciendo esta parte del golpe blando; van a seguir sacando mucha más publicidad en contra del gobierno con base en rumores, engaños, tratando de manipular ciertas movilizaciones sociales”.

Observa que lo más preocupante serían las estrategias de desabasto o de golpe económico, “como los problemas que tenemos de inflación”. Al respecto dice que, “si bien –por algunos documentos que se han manejado– se habla de un factor externo por el elevado costo de las materias primas, pues se sabe que ellos [los opositores] también podrían tener cierto efecto en las cuestiones económicas porque dominan el mercado. A mí me preocuparía por ese lado”.

FOTO: GABRIELA PÉREZ MONTIEL / CUARTOSCURO.COM

No obstante, la académica Pozos Rivera considera que ese sector empresarial tienen que medir los costos de este tipo de medidas “porque, finalmente, una desestabilización económica general no le conviene a nadie en esta situación de la pandemia, que no termina y que lamentablemente se está previendo que venga otra ola que afectará mucho a los mercados y al mercado laboral”.

La investigadora señala que quien está en contra del gobierno de López Obrador es básicamente el sector empresarial: “los grandes consorcios económicos que han hecho muchos negocios principalmente a partir de la instauración del modelo neoliberal en México. Entonces, al momento en que el gobierno empieza a generar otras dinámicas, empieza a restringir ciertos sectores de ganancia en los que pueden participar, pues entra esta estrategia de un golpe blando, el cual no es un golpe tan drástico como el golpe militar pero es una estrategia que trata de buscar el debilitamiento de los gobiernos, sobre todo los progresistas, y que se ha implantado en América Latina”.

No obstante, Pozos Rivera aclara que no se trata de todo el sector empresarial, pues hay quienes optaron por aliarse con la actual administración para tener acceso a las obras estratégicas, “porque no todo lo está construyendo el gobierno, porque se desmanteló toda esta capacidad productiva que se tenía y pues se tiene que apoyar de la iniciativa privada. Entonces hay empresas que están en la cuestión del Tren Maya, en lo del aeropuerto. También lo que se está promoviendo con la reforma eléctrica tampoco es cerrarle el paso al capital privado, sino más bien es regular esa participación”.

Respecto de los opositores, observa que son aquellos que obtenían beneficios no por los medios normales de licitación, sino por adjudicaciones directas. Como ejemplo cita a la empresa Kimberly Clark, “que obtuvo concesiones para extraer agua y que esas concesiones pues eran a 50 años, algunas ya se le cancelaron pero todavía tiene otras. Y al no tener acceso a ese tipo de beneficios, son los empresarios que han estado en contra porque ya no tienen la posibilidad de tener esos negocios y entradas de dinero. Pero no podemos generalizar que todos los empresarios, sino solo algunos sectores”.

FOTO: 123RF

Campañas de desprestigio

Según el politólogo estadunidense Gene Sharp, el golpe de Estado blando emplea técnicas no frontales ni violentas para desestabilizar económica, política y socialmente a los gobiernos progresistas. La estrategia presenta al menos cinco fases: comienza por ablandar a la sociedad a través del malestar y la desesperanza; deslegitimar las acciones gubernamentales por medio de la difusión de mensajes adversos, ofensas y noticias falsas; luego se promueven constantes movilizaciones de protesta; se emplean rumores para generar escenarios de falsa carestía y, con ello, señalar la incompetencia del gobierno e iniciar juicios injustos contra los gobernantes; finalmente viene la fractura institucional, donde los procesos judiciales avanzan, los medios de comunicación los apoyan y los gobiernos finalmente caen.

La doctora Patricia Pozos Rivera recuerda que las campañas de desprestigio –como la que recién se vivió tras la firma del acuerdo por el que se elevan a rango de seguridad nacional las obras estratégicas– se enmarcan en una de esas fases del golpe blando, “que es precisamente la parte que se llama ‘ablandamiento’ y que pretende generar un descontento en los individuos a fin de propiciar el descontento social, el malestar, con rumores para que la población empiece a ver mal al gobierno”.

Respecto del acuerdo que desató nuevamente la ira entre la oposición, señala que se trata de una estrategia del gobierno para protegerse desde una vía legal de amparos que puedan promoverse en contra de estas obras estratégicas. “Hemos visto que ya es un camino que ha encontrado la oposición para estar deponiendo ciertas estrategias que está buscando el gobierno, por ejemplo, con la política energética”.

La también maestra en estudios políticos y sociales explica a Contralínea que es muy importante ver quiénes son los que están promoviendo los ataques, de dónde surgen. “No vemos un ataque que venga de las luchas históricas que hemos tenido en el país: creo que hay una crítica legítima y hay problemas muy fuertes en el país, hay trabajadores de la salud, del magisterio, ambientalistas que se han venido organizando por esos problemas ya desde hace mucho tiempo, pero que son problemas específicos y que han venido dando la lucha. Pero lo que yo estoy viendo con el golpe blando pues son las estrategias que vienen en los medios de comunicación. Cuándo habíamos visto, por ejemplo, en Televisa o en estas grandes empresas de medios informativos, en la radio como Grupo Fórmula, que le dediquen tanto tiempo a estar difundiendo este tipo de ideas en contra del gobierno, y que en otros momentos no lo hacían”.

FOTO: ELIZABETH RUIZ/CUARTOSCURO.COM

Al respecto recuerda que el gobierno redujo el presupuesto para publicidad gubernamental y que “sacó de la nómina a muchos difusores de opinión pública [columnistas y periodistas]”. Y advierte que hay un gasto en esas campañas de desprestigio, “porque no son baratos estos medios informativos. Y cómo dedican tanto tiempo a estar difundiendo estas ideas en contra del gobierno y que están destinados a cierta parte de la población. Por ahí es donde vemos muy agrupado en estas empresas, por ejemplo, a Televisa, Grupo Fórmula, que son muy ligadas a este grupo empresarial que está en contra de las políticas que ha promovido López Obrador”.

La doctora Pozos Rivera descarta que estos grupos de poder recurran a la violencia ante el fracaso de sus estrategias. “Creo que van a seguir las campañas de desprestigio, tratar de molestar a la población. Ahí el gobierno tiene que ser un poco más incisivo en dar a conocer los logros que se han tenido porque las [conferencias] mañaneras si bien son un mecanismo para informar a la población, siento que falta un poco más”. En ese sentido, indica que para contrarrestar las estrategias que puedan llevar adelante estos grupos y evitar el peligro de violencia, se necesita que la mayor parte de la población esté informada, con acceso a análisis críticos.

“También aquí quisiera aprovechar para aclarar que una cosa es ser de izquierda y otra cosa ser oposición al gobierno, porque muchas veces creer que estar criticando todo lo que se hace es ser de izquierda, y eso no es lo que marca la izquierda o la derecha en la política”, reflexiona la doctora. Y añade que esto “es un peligro porque incluso son críticas que pues podrían ser utilizadas por la propia derecha para golpear al gobierno”.

Por ello, considera que “muy importante poder hacer críticas pero en sus determinadas dimensiones, y también atendiendo a la situación en la que nos encontramos, porque llevamos ya 4 décadas de un neoliberalismo con ciertas reformas estructurales que han modificado toda la dinámica económica en nuestro país, y no nada más de nuestro país sino a nivel mundial, entonces tratar de revertir eso de manera rápida en 3 años pues es imposible”.

La doctora Patricia Pozos considera que “a la izquierda nos corresponde ser críticos –no podemos simplemente dar un apoyo– pero en sus ciertas dimensiones, y también reconocer los avances y ver hacia dónde o cómo podríamos apoyar en la crítica, porque creo que otro error es también centrarnos solamente en criticar al gobierno y no criticar a estas grandes empresas que son las que han tenido gran beneficio, que están saqueando al país y que no se les toque. Desde mi punto de vista, ahí es como una tarea de la izquierda que también tenemos que ver el origen de estos problemas, y gran parte es por estos beneficios que siempre buscan que sea el motor de estas empresas que presentan ganancias”.

Con información de Contralínea

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