Pemex amenaza la calificación soberana; análisis de S&P Global Ratings

Nayelu González

Petróleos Mexicanos (Pemex) seguirá siendo un desafío fiscal para la próxima administración presidencial, esto debido al “débil” estado de sus finanzas, su limitado presupuesto y la alta deuda, un problema que no ha podido ser resuelto.

En un análisis S&P Global Ratings, aseguró que la calificación de la empresa seguirá dependiendo de los apoyos que le serán brindados por el gobierno, sin embargo, reconoció que esto podría poner en riesgo la calificación soberana del país.

Dado el débil estado de las finanzas de Pemex y nuestra expectativa de que cualquiera que sea el próximo gobierno continuará respaldando el pago de su deuda, persiste la posibilidad de que haya presión sobre la calificación soberana. Y nuestra calificación de Pemex sigue dependiendo de la calificación soberana. La forma en que el próximo gobierno aborde la trayectoria fiscal general de México, en que decida el apoyo a Pemex, en que aborde la política en el sector energético y organice la gestión de Pemex probablemente afectará nuestras calificaciones tanto del país como de la empresa petrolera”, dice el documento.

Entre los principales retos a los que se enfrentará la siguiente administración se encuentra la deuda, pues será una importante fuente de tensión para el siguiente gobierno, principalmente entre 2025 y 2026, pues deberá pagar vencimientos de seis mil 800 millones y 10 mil 500 millones de dólares respectivamente.

Gráfica de barras que muestra el alivio tributario de Pemex.

El análisis menciona que la siguiente administración, sin importar cuál de las candidatas gane las elecciones presidenciales, también deberán enfrentarse a una serie de limitaciones presupuestarias, pues tendrá un gasto social más alto y menos discrecional, una carga de intereses más pesada, reservas fiscales limitadas, así como una baja base impositiva no petrolera, a lo cual se suman los problemas asociados con las finanzas de Pemex.

CALIFICACIONES

Pese a esto, el análisis considera que los apoyos para la empresa del Estado se van a mantener, por lo que alinea la calificación crediticia de la empresa con el soberano, independientemente de su perfil crediticio.

Si bien el contorno de la política energética probablemente diferiría bajo la administración de Sheinbaum o Gálvez, no esperamos que el respaldo a Pemex, es decir, su rol crítico y vínculo integral cambie, y suponemos que las calificaciones se mantendrán alineadas con las calificaciones del soberano. Si nuestra visión del apoyo extraordinario se debilitara, por ejemplo, si la clase política de México llegara a considerar a Pemex como de menor importancia económica nacional, el rol o el vínculo podrían cambiar, al igual que la calificación”.

Sin embargo, no descarta que al mantener estos apoyos pudiera registrarse una afectación directa en el perfil fiscal de México.

Ante las elecciones, la perspectiva de la calificación considera ahora que el próximo gobierno seguirá gestionando con cautela la carga de deuda combinada. Dado el perfil crediticio débil de Pemex y nuestra expectativa de apoyo soberano bajo cualquier nuevo gobierno, nuestro escenario negativo para la calificación soberana aún considera un compromiso fiscal más débil y el deterioro en la trayectoria de la deuda de México”, dice el análisis de S&P Global Ratings.

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