Selva Maya, protegida por tres países

Luis Herrera

Los gobiernos de México, Guatemala y Belice están implementando conjuntamente una estrategia institucional para la protección del ecosistema que han denominado como la Selva Maya, cuya superficie se extiende por los tres países, y que requiere de esta colaboración internacional para poder contener las múltiples amenazas que obstaculizan su conservación.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) del Gobierno de México, ha señalado que esta región que comparten los tres países, representa la selva más importante de Mesoamérica y la segunda del continente, después del Amazonas, justo por lo cual las naciones involucradas decidieron poner en marcha la Estrategia Integral Selva Maya 2030.

En la documentación que acompaña a la estrategia, publicada por los países participantes, se advierte que, aunque sigue pendiente una delimitación oficial de la superficie que abarca la Selva Maya, se tienen estimaciones sobre sus dimensiones con base en las áreas naturales protegidas que se encuentran comprendidas en su territorio.

“A pesar que la Selva Maya no cuenta con límites oficiales establecidos, su territorio se ubica donde estuvo asentada la antigua civilización Maya, particularmente las tierras bajas. En la región existen alrededor de 125 mil km² de áreas protegidas, de los cuales más de 53 mil km² corresponden a áreas terrestres. Considerando los tres países involucrados, la región alberga 230 áreas protegidas con distintas categorías de manejo, que convergen en un continuo geográfico”.

Para asegurar la coordinación de los tres países y la correcta implementación de la Estrategia Integral Selva Maya 2030, se conformaron dos instancias en las que participan representantes de los tres gobiernos nacionales, y específicamente de sus dependencias responsables de la conservación de las áreas naturales protegidas en sus respectivos territorios.

De esta manera, se cuenta con el Grupo Estratégico de Coordinación (GEC), que está constituido por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas de México (Conanp); el Departamento Forestal del Ministerio de Desarrollo Sostenible, Cambio Climático y Gestión del Riesgo de Desastres de Belice; (MSDRM por sus siglas en inglés); también por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas de Guatemala (Conap); y, finalmente, por la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo.

Las labores de ese Grupo Estratégico de Coordinación se complementan por una segunda instancia, el Grupo Operativo de Coordinación (GOC), mismo que está conformado por los directores de las áreas protegidas de los tres países y otros aliados territoriales.

Estos dos grupos de composición internacional son los responsables de articular las acciones de los tres países donde está presente la Selva Maya, particularmente para hacerle frente a las múltiples amenazas que aquejan a ese ecosistema, y que han impactado en la deforestación del mismo.

“La ganadería, la expansión de áreas dedicadas a la agricultura de subsistencia y comercial, y la expansión de la red de carreteras, todo en un marco inadecuado de ordenamiento territorial, son las causas principales de la deforestación”, dice al respecto la Estrategia Integral Selva Maya 2030.

La deforestación

En términos de deforestación, el diagnóstico que incluye la estrategia advierte que se tiene detectada la pérdida de decenas de miles de hectáreas de la selva en las últimas décadas, pues, aunque ha habido cierta recuperación de las condiciones naturales del territorio, ha sido mucho mayor la devastación presente en la zona.

“Si se analizan los últimos datos globales disponibles, la Selva Maya ha recuperado aproximadamente 9 mil hectáreas de bosques entre 2000 y 2012, y ha perdido más de 97 mil hectáreas entre 2000 y 2018. La pérdida ha ocurrido principalmente en 2016 y 2017, la cual ha sido particularmente intensa en la zona de amortiguamiento de la RBM (Guatemala) y las AP Bala’an K´aax y Calakmul (México)”.

Sin embargo, aun con estos impactos relevantes en la Selva Maya, las autoridades de los tres países señalan que la región también mantiene zonas que presentan un buen grado de conservación, y hasta las cuales no han llegado aún amenazas, como la posibilidad de que se expandan de las áreas destinadas a la ganadería y la agricultura.

“La mayor parte de las selvas del corredor Yum Balam – Sian Ka’an aún mantienen su integridad y no han sido degradadas. Ello las hace, junto con las de Calakmul y la Lacandona, las selvas mejor conservadas de la región de la Selva Maya y están entre zonas de menor influencia humana de Mesoamérica según la Comisión para la Cooperación Ambiental (CCA) de América del Norte”.

En el caso particular del corredor natural ubicado al Norte de Quintana Roo, la Selva Maya tiene cuatro enemigos principales que ocasionan su deforestación: la agricultura y la ganadería cuando se extienden sin orden; los cambios de uso de suelo con fines de crecimiento urbano y los incendios forestales.

“Parte de estos problemas se deben a la creciente subdivisión y venta de terrenos ejidales, fenómeno que rápidamente se extiende por todo Quintana Roo, siendo quizás la mayor amenaza a la integridad de la Selva Maya en el este de la península de Yucatán”.

Reunión tripartita

Apenas este 9 de noviembre de 2023, la Semarnat difundió que se había llevado a cabo una reunión en Cancún, Quintana Roo, entre funcionarios de los tres países que buscan proteger a la Selva Maya, para el seguimiento de las acciones previstas en la Estrategia Integral Selva Maya 2030.

Se tuvo la participación de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), así como del Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap), de Guatemala; el Forest Department de Belice; y, finalmente, la Agencia Alemana de Cooperación al Desarrollo, cuyos representantes se reunieron para informar los resultados y logros de la primera fase del proyecto: Fortalecimiento de la Cooperación Estratégica y Operativa Regional para la protección de la Selva Maya.

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