El narcoconsumo en EU fortalece cárteles mexicanos binacionales

Carlos Ramírez

La Evaluación Anual de Amenazas que circuló esta semana la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos que agrupa a 17 agencias de espionaje reiteró la expansión de los cárteles del narcotráfico en México, pero se olvidó de las evaluaciones anuales de la DEA que señalan que el Cártel Jalisco y el Cártel de Sinaloa dominan el contrabando, la distribución, la venta el menudeo en las calles y el lavado de narco dólares al interior de EU.

En un análisis a partir de la lógica de la seguridad y usado para espantar a los mexicanos, la fuerza de los cárteles mexicanos dentro de México depende de su posicionamiento dominante en la estructura del narcotráfico dentro de Estados Unidos. La evaluación de la comunidad de inteligencia estadounidense ignora de manera ostentosa que la demanda de adictos estadounidenses define la producción y trasiego de droga de México y Sudamérica hacia el interior del territorio estadounidense.

Más que el fracaso y la responsabilidad mexicana en la producción y contrabando de drogas al mercado estadunidense, las evaluaciones de las oficinas de espionaje y sobre todo de la DEA de 2005 a 2022 revelan el crecimiento, consolidación y expansión territorial de los cárteles mexicanos en el interior de Estados Unidos para controlar el tráfico derivado de la demanda de adictos americanos y de los suministros mexicanos.

La última evaluación de la DEA en 2020 revela lo que aquí se ha insistido:

1.- Nueve cárteles mexicanos, liderados por el cártel de Sinaloa y el cártel Jalisco, controlan el contrabando, distribución, venta de drogas en las calles y lavado de dinero dentro del territorio estadounidense,

2.- La política antidrogas de la Casa Blanca no ataca la fuente directa del tráfico de drogas que representa la relación consumo-cárteles, sino que se dedica a gastar cantidades multimillonarias para atender las adicciones.

3.- 43 de los 50 Estados de la Unión Americana tienen presencia dominante de los cárteles mexicanos para el contrabando y la venta en las calles de más de 3,000 ciudades estadounidenses; es decir, el 86% del territorio de Estados Unidos está infectado del tráfico de drogas controlado por cárteles mexicanos.

El fondo del conflicto planteado por la evaluación anual de amenazas de la Comunidad de inteligencia de Estados Unidos se localiza en la intención del gobierno estadounidense para pasar de la iniciativa Mérida al llamado marco bicentenario firmado a principios de este año en Washington como una forma directa de que los organismos de inteligencia y seguridad nacional civiles y militares de EU penetren a México para controlar la estrategia de seguridad mexicana.

Las circunstancias del escenario actual tienen además una segunda intención: quebrar la capacidad de autonomía mexicana para definir su estrategia de seguridad nacional, romper los vínculos geopolíticos de México con países que pueden ser puerta de entrada de los intereses rusos y chinos y regresar al ambiente de seguridad nacional unilateral que impuso el presidente Reagan de 1984 a 1989 para subordinar la seguridad nacional mexicana a los intereses nacionales estadounidenses.

Ninguna autoridad estadounidense, de acuerdo con el reporte de la DEA de 2020, ha querido explicar cómo fue que los nueve más importantes cárteles mexicanos del narcotráfico llegaron a Estados Unidos y se instalaron violando todas las normas de seguridad que habían sido afinadas después de los ataques terroristas del 9 a 11 de 2001. Los reportes de la DEA reconocen que los miembros más importantes de las células mexicanas del narco que viven en Estados Unidos han logrado su residencia legal, pasando por todos los filtros de seguridad.

El Cártel de Sinaloa del Chapo Guzmán, acepta la DEA, controla el tráfico y venta de drogas en todo el territorio estadounidense, con especial predominancia en la costa oeste, en el medio oeste y el noreste. El Cártel Jalisco es considerado el segundo grupo de narcotráfico más importante que opera en Estados Unidos. El reporte de la DEA 2020 reconoce que estos cárteles mexicanos controlan la distribución de droga, laboratorios, lavado de dinero y grupos delictivos armados.

En este contexto, la evaluación de amenazas de la comunidad de inteligencia de EU oculta la estructura criminal mexicana dentro del territorio estadounidense que solo pudo haber sido instalada con la complicidad de autoridades locales.

Los medios mexicanos aceptaron y difundieron la evaluación de amenazas de la Comunidad de inteligencia estadounidense dentro de la lógica de dominación del pensamiento estratégico estadounidense y sin entender que esos documentos forman parte de la estrategia de imposición de la seguridad nacional de Estados Unidos sobre otros países.

Esa evaluación de los organismos de espionaje estadounidense solo debe ser leda en contraposición con los reportes de la DEA que han revelado que los cárteles mexicanos en Estados Unidos tienen más poder, impunidad y movilidad criminal que en México.

Con información de Indicador Político

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