La polémica jubilación dinámica, vitalicia o perpetua

Álvaro Aragón Ayala
De un total de 35 universidades públicas estatales de México, la Universidad Autónoma de Sinaloa es la única que carece de un Fideicomiso o Fondo Pro-Jubilación y que mantiene o sostiene el pago de la jubilación dinámica, vitalicia o perpetua, con recursos que toma íntegramente del presupuesto o subsidio que la Federación y el gobierno del Estado otorga a la institución para que cumpla con sus tareas sustantivas.
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo entregó un ultimátum a la Secretaría de Educación Pública y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que convoquen a todas las Universidades a que modernicen o regularicen el estatus de sus sistemas de pensiones y jubilaciones con el propósito de que vayan quitándoles la carga financiera, total o parcial, que representa el pago de las prestaciones de retiro. Sin embargo, en la UAS “tronaron” un Fideicomiso y carece de un sistema de jubilaciones.
En las UPEs prevalecen cuatro tipos de jubilaciones, según las clasificaciones de la ANUIES, la SEP y la AMOCIVES: la que finca el pago de la prestación en el IMSS o el ISSSTE o en instituciones de prestaciones creadas por los gobiernos de los estados; la complementaria, que es una cantidad adicional otorgada por la Universidad que se suma al beneficio de retiro concedido por alguna institución del gobierno, ya sea federal o estatal; la que corre a cargo totalmente de la institución y la doble jubilación.
En la Universidad Autónoma de Sinaloa, de acuerdo a un estudio actuarial de la SEP y de las declaraciones del Subsecretario de Educación Superior, Ricardo Villanueva Lomelí, no hay un sistema propiamente estructurado en materia de jubilaciones, únicamente se toma el dinero del subsidio para cumplir con el pago estipulado un convenio contractual. Más aún: es por partida doble. La Casa Rosalina paga un salario íntegro, completo, como si continuara en activo, laborando, al trabajador en retiro, quien, además, recibe la pensión/jubilación del IMSS.
Cuando la jubilación la solventa el IMSS o el ISSSTE o alguna otra dependencia como el Instituto de Pensiones del Estado de Sinaloa, el Instituto de Seguridad Social del Estado de México, o algún otro organismo del gobierno, no hay problema, pero cuando el pago corre a cargo directamente de las universidades o son corresponsables en la aportación de recursos para cubrir las prestaciones, genera déficit o la quiebra de las instituciones de enseñanza.
El pago directo de las jubilaciones -sin aportaciones de los trabajadores- es tan grave que el gobierno federal, a través de la Subsecretaría de Educación Superior, convocó a todas las Universidades Públicas del país -especialmente a la UAS – a que modifiquen, diseñen o instrumenten programas que les permitan actualizar y eficientar los mecanismos o modelos de jubilación pactadas con los sindicatos -administrativos y jubilados, para poder ayudarlas a que cuenten con fondos para terminar el ejercicio administrativo 2027.
En todas las Universidades Públicas Estatales con jubilaciones dobles o complementarias, excepto en la UAS, se han constituido Fideicomisos o Fondos que ayudan a sostener el peso de las jubilaciones debido a que el gobierno federal -SEP y la SHyCP- no incluye o etiqueta ni un centavo en los presupuestos o subsidios que otorga anualmente a cada una de las Universidades para el pago de las prestaciones de los jubilados. La SEP rechaza, no avala, el pago de jubilaciones dinámicas, vitalicias o perpetuas que carecen, para su sostenimiento, de aportaciones de los beneficiarios.