Alza de impuesto a bebidas saborizadas no resolverá problemas de salud: industria

Enrique Hernández y EFE
La Asociación Mexicana de Bebidas (MexBeb) expresó “sorpresa y profunda preocupación” ante la propuesta de aumentar 87% la cuota del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a bebidas saborizadas, y advirtió que la medida repercutirá en aumentos de costos para los consumidores.
El organismo manifestó además que la propuesta contenida en el Paquete Económico 2026 no resuelve los problemas de salud en México, y provocará la pérdida de 150 mil empleos directos e indirectos.
La medida contempla elevar la tasa a 3.08 pesos por litro, un aumento de 87%, además de aplicar un nuevo gravamen a las bebidas con edulcorantes no calóricos.
En un comunicado, el organismo señaló que el incremento encarecerá los precios al consumidor entre 10% y 15%, lo que impactará especialmente a los hogares de menores ingresos.
“El incremento del IEPS a bebidas saborizadas no resolverá los problemas de salud que busca combatir y generará costos sociales, laborales y económicos considerables”, declaró la organización, que agrupa empresas mexicanas dedicadas a la producción y comercialización de bebidas no alcohólicas.
La ONU y sus agencias han evaluado y rechazado la recomendación de impuestos a las bebidas azucaradas, porque no existe evidencia real de que estos impuestos cambien los patrones de consumo ni mejoren la salud, recordó.
Al igual que el gobierno de México, las 120 plantas embotelladoras afiliadas a la MexBeb mostraron su preocupación por el aumento en los índices de sobrepeso, obesidad y la prevalencia de enfermedades no transmisibles.
Expresó que el sobrepeso y obesidad son un problema complejo y multifactorial, cuya prevención y atención requiere de la acción integral, decidida y conjunta de todos los actores y sectores.
Señaló que la estrategia fiscal del gobierno de Claudia Sheinbaum desincentiva la innovación, la reformulación y la ampliación de la oferta de productos sin azúcar o sin calorías, alternativas ampliamente promovidas y aceptadas a nivel global como opciones seguras que apoyan a la reducción del sobrepeso y obesidad.
“El consumo per cápita de refrescos se ha mantenido estable en los últimos 30 años, mientras que los índices de sobrepeso y obesidad crecieron notablemente en el mismo periodo, lo cual demuestra que no existe una correlación directa entre ambos factores”, acotó.
“Se trata de un impuesto altamente regresivo, los hogares de menores ingresos destinan tres veces más recursos proporcionalmente a los refrescos y bebidas saborizadas que los hogares de mayores ingresos”, indicó MexBeb.
Añadió que el aumento reducirá el poder adquisitivo de los hogares al encarecer la canasta básica y desincentivará la inversión y producción con un efecto recesivo.
“Estimamos que se podrían perder alrededor de 150 mil empleos directos e indirectos en los próximos cinco años; afectará a los pequeños comercios, a las más de 1.2 millones de tienditas populares, que en miles de casos se verán obligadas a cerrar”, expuso.
Subrayó que las bebidas saborizadas representan menos del 5% de la ingesta calórica total en México, mientras que el resto proviene de otras fuentes no gravadas.
En este sentido, Hacienda ha advertido que no es una medida recaudatoria, sino de prevención y atención a fenómenos sociales, con la cual busca ampliar los recursos destinados a salud.
Según estimaciones de Hacienda, el incremento de 1.6451 a 3.0818 pesos por litro generaría cerca de 41,000 millones de pesos.
La industria recordó que en la última década ha reducido 30% las calorías en promedio de sus productos y que más del 55% de su portafolio corresponde a bebidas sin azúcar o con bajo contenido calórico.
“Refrendamos nuestro interés y disposición al diálogo abierto y constructivo con las autoridades y el Congreso, para encontrar alternativas integrales y efectivas, sustentadas en la ciencia y evidencia”, concluyó.