Abatir carencias sociales, los retos frente a la pobreza

Acción Ciudadana
Los resultados de la medición de la pobreza que recientemente difundió el INEGI marcan los retos esenciales que se deben afrontar en el país para avanzar, con mayor eficacia, en la erradicación de la pobreza.
En estos días ha sido noticia el dato general, sin duda destacable: 13.4 millones de personas salieron de la pobreza entre el 2018 y 2024. Es una buena noticia que se reconoce y se celebra.
Sin embargo, vale la pena escudriñar en otros datos que acompañan el estudio que por primera vez realiza el INEGI tras la desaparición del Coneval; en ellos, se aprecian desafíos que aún hay en México para que millones de familias puedan alcanzar un mejor nivel de bienestar.
Se ha demostrado que el ingreso laboral ha sido el factor principal que ha contribuido a que las personas dejen de ser pobres, pero todavía hay condiciones que representan cargas importantes a sus gastos: las carencias sociales.
Detallaremos dos de las más significativas, las que tienen que ver con el rezago educativo y los servicios de acceso a la salud, las cuales -en estricto sentido- dependen de políticas públicas.
Más millones de personas con carencias
La medición de la pobreza multidimensional combina dos dimensiones: la económica, que mide el ingreso, y la social, que mide seis carencias vinculadas a derechos, como la educación y la salud.
Es justo en la dimensión social donde los resultados de la medición marcaron no sólo que no hay mejoras sustantivas, sino un preocupante retroceso, dado que la población vulnerable aumentó de manera importante entre 2016 y 2024.

En 2024 son 11.4 millones más personas con algún tipo de carencia social que las que había hace ocho años. Esto significa que la política social quedó a deber.
En materia educativa, sobre todo la que tiene que ver con personas jóvenes, se requiere atención especial. De 2016 a 2024 son 2.7 millones más de personas de 18 a 29 años de edad con rezago educativo.

Truncar su educación, principalmente en el nivel bachillerato, es una condición que tiene efectos para toda la vida de las y los jóvenes.
En la atención a la salud, los resultados marcan que en 2024 casi 42 millones de personas manifestaron que no tienen acceso a alguna institución médica, sea pública o privada, para atenderse en caso de enfermedad. La carencia de este servicio creció a más del doble en relación con las personas que lo padecían hace ocho años.

Esta carencia, además, afecta en mayor medida a los hogares con menor ingreso. En los hogares más pobres del país, los del Decil I, tienen 3.5 veces mayor carencia en salud que los hogares más ricos, los del Decil X.

Hay alternativas posibles y viables
Los indicadores antes mencionados muestran que falta mucho por hacer y mucho por corregir en política social.
Y sí hay manera de hacerlo mejor. Para avanzar de manera más rápida y sostenible en la reducción de la pobreza, Acción Ciudadana Frente a la Pobreza propone 5 estrategias indispensables para lograrlo.
- Fomentar el crecimiento económico inclusivo y con equidad, basado en creación de empleo formal con salario digno.
- Potenciar la incorporación productiva de mujeres y jóvenes, que hoy están en condición de exclusión. Urge crear servicios de cuidado y un auténtico programa de “primer empleo” para jóvenes sin estudios universitarios.
- Fomentar las cooperativas y las empresas de la economía social, como la vía productiva frente a la pobreza en las zonas rurales y comunidades indígenas con mayor rezago social.
- Garantizar educación y servicios de salud, con calidad y equidad, especialmente para la población en pobreza.
- Mejorar la asignación de los programas gubernamentales de transferencias para evitar la exclusión de hogares de menor ingresos.
En próximas semanas, los retos que están por delante se irán desmenuzando en distintas mesas de análisis que forman parte de la serie “De los datos a las acciones efectivas”, con análisis detallados en los que participan especialistas en diversas materias.
Los invitamos a presenciar cada capítulo semanal de la serie mediante los canales digitales de Frente a la Pobreza.
Porque urge afinar lo que ha funcionado, cambiar lo que está fallando y crear lo que falta, y este proceso requiere de la participación de diversos actores, desde el gobierno, la iniciativa privada y la participación comprometida de organizaciones de la sociedad civil, que han empujado iniciativas de colaboración para revertir la tendencia de los indicadores de pobreza que hoy, todavía, afecta a millones de personas.