Las ocho claves del Rector Jesús Madueña en la construcción de la gran reforma de la UAS

Álvaro Aragón Ayala
Bajo la presión de la inminente reducción del presupuesto federal del 2026 que impactará las economías de las Instituciones de Educación Superior, entre ellas la Universidad Autónoma de Sinaloa, el bajo subsidio y los problemas estructurales de la casa de estudios y atendiendo el resultado de un estudio actuarial elaborado por la Secretaría de Educación Pública que determinó la necesidad de realizar una reforma que reconstruya la institución e impida que caiga en la inviabilidad (quiebra), el Rector Jesús Madueña Molina, con el apoyo inteligente, libre y razonado de la comunidad universitaria, anunció el desarrollo de ocho claves o rutas que conducirán, de acuerdo al plan, a una profunda reingeniería académica/educativa, administrativa, financiera y normativa de la Casa Rosalina.
El estudio actuarial o el análisis del estatus actual de la UAS lo realizaron actuarios de la Subsecretaria de Educación Superior (SEP), utilizando herramientas matemáticas y estadísticas con las cuales evaluaron y sacaron en conclusión la necesidad de gestionar los riesgos que enfrenta en las áreas de finanzas y seguridad social, diagnóstico que fue entregado a la Rectoría por el Subsecretario Ricardo Villanueva Lomelí. El estudio especificó la urgencia de que se tomen decisiones para evitar que “reviente” la viabilidad financiera a corto, mediano y largo plazo de la Universidad atrapada por más de tres décadas en problemas estructurales de gran calado.
La reingeniería universitaria constituirá en sí la gran reforma de de la Nueva Era Universitaria. La ruta está trazada. Se trata, también, de modificar el modelo anacrónico de la jubilación dinámica, el cual carece de soporte financiero que, además de que no recibe ningún apoyo económico de la Federación, tampoco capta aportaciones o cuotas de los trabajadores en activo y jubilados, para poder convertirlo en un instrumento viable que garantice el pago de la prestación de retiro durante los próximos 25 y 50 años. Ya están bajo estudio varios modelos de pensiones/jubilaciones universitarias que permiten cubrir las prestaciones de retiro sin devorar o erosionar los subsidios otorgados para la educación.
La gran reforma universitaria será el cuarto reto que enfrentará Jesús Madueña Molina. El primero fue demostrar, en su primera fase Rectoral, que su liderazgo era (y lo fue) legítimo, que no dependió de decisiones externas. El segundo fue la defensa de la autonomía universitaria que libró en medio de un diferendo político que rayó en la judicialización. Madueña y su equipo salieron limpios de una batería de demandas penales, logrando el reencuentro con el gobernador Rubén Rocha Moya. El tercero fue la ratificación de su liderazgo alcanzado en el pasado proceso electoral y certificado por más de 107 mil votos universitarios.
El cuarto desafío del Rector es el de enfrente: el rescate financiero de la institución rosalina que emprenderá a la par de la implementación del Plan Institucional de Desarrollo Con Visión de Futuro 2029, que se articulará al Proyecto UAS 2050, que define la visión a largo plazo de la institución y la construcción de la Nueva Universidad a la que convoca la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. El PDI que se presentará en septiembre al Consejo Universitario fue construido con la participación plural e inclusiva de todas las voces e ideas de los universitarios y enriquecido con las aportaciones de representantes de los sectores productivos de Sinaloa.
El Rector Jesús Madueña Molina sostuvo ya una primera reunión con el Colegio de Directores con el que acordó realizar una serie de foros que permitan una discusión amplia de la problemática que enfrenta la universidad y plantear soluciones de fondo. Son ocho las claves o puntos a tratar derivados de los propios estudios realizados por personal de la Casa Rosalina especialistas en educación superior y en administración universitaria y en los resultados de los estudios actuariales presentados por la Subsecretaría de Educación Superior. La UAS hizo un llamado para que los universitarios, en el marco del respeto y la unidad, participen en la reconstrucción de la máxima casa de estudios.
Así, en lo que se delineó como “producto de un presupuesto insuficiente para la Educación de Calidad y la Estabilidad del personal activo y jubilado”, que genera la necesidad de una reingeniería financiera, administrativa y normativa, la UAS convocó a debatir ocho claves, rutas o alternativas de solución para primero avanzar y luego edificar la reforma de gran calado:
1.- PROGRAMAS EDUCATIVOS
La pertinencia de acuerdo a la vinculación con sectores productivos y la demanda de jóvenes que aspiran a estudiar
determinada carrera.
2.- COBERTURA EDUCATIVA
La media nacional es apenas del 50 por ciento y la UAS recibe el 100 por ciento de aspirantes a cursar una carrera universitaria haciendo esfuerzos enormes que requieren apoyo del Gobierno. Se deberá plantear gestionar y recibir subsidio suficiente o bien, limitarse a la aceptación del número de alumnos con base al presupuesto que se asigna.
3.-GRUPOS DE COMPACTACIÓN
Se debe estandarizar un número determinado de jóvenes por aula, el cual no debe ser menor a lo autorizado por el H. Consejo Universitario. Situación que nos permitirá optimizar cargas académicas.
4.-PERSONAL DE CONFIANZA
Deberá ser auditado y valorar las necesidades de la institución y su responsabilidad en torno a sus funciones.
5.- SERVICIOS DE LA UAS
Se debe lograr mayor difusión acompañado de una estrategia que permita capitalizar lo que somos y hacemos en la institución a partir de la investigación, ciencia y tecnología.
6.- GASTO OPERATIVO
Se deberá analizar la posibilidad de optimizar el recurso en cada Unidad Académica y Organizacional sin afectar por ningún motivo lo necesario para atender con calidad a su comunidad estudiantil así como los procesos administrativos.
7.- FUNCIONARIOS Y
SUELDOS DE DIRECTIVOS
Se analizará y deberán estar en sintonía con la media nacional de Universidades públicas.
8.-NORMATIVIDAD LABORAL Conjuntamente con el Sindicato, respetando la legislación en materia laboral, se deberá buscar acuerdos que permitan garantía en salarios y prestaciones acordes a los presentes tiempos, dejando claro que la jubilación dinámica es y seguirá siendo una prioridad. La planeación estratégica y la unidad de la comunidad universitaria será la alternativa por excelencia. El consenso y la armonía institucional estará a la altura de las circunstancias.

