Existe 55 por ciento de probabilidades de que “La Niña” se desarrolle entre junio y agosto; afectaría principalmente al Atlántico, advierte especialista

De acuerdo con el aviso emitido por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) este martes 20 de febrero, en donde advierte que “existe un 79 por ciento de probabilidad de que se presente una transición de El Niño Oscilación del Sur (ENOS) a ENOS-neutral, entre abril y junio de 2024”, el doctor Bladimir Salomón Montijo, reveló que hay un 55 por ciento de probabilidades de que La Niña se desarrolle en junio-agosto de este mismo año, afectando principalmente a las aguas del Atlántico.

El responsable de la Estación Climatológica de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), reportó que “las condiciones de El Niño se han debilitado en estos últimos dos meses de acuerdo a lo mostrado en los vientos en altura y la ORL”, basado en el monitoreo realizado por la fuente oficial del Gobierno de México.

“Tiene que ver con los movimientos de los vientos en ciertas alturas de la atmósfera y la inestabilidad atmosférica, esto es lo que se comenta en los informes que lo ocasionaría. En el Pacífico todavía no emiten algún comunicado de qué es lo que estaría ocasionando esto; lo comentan en el Atlántico porque, históricamente, es donde se tienen mayores repercusiones”, explicó.

En ese sentido, el investigador universitario recordó que la fase fría del fenómeno climático que forma parte de un ciclo natural-global del clima, es decir, La Niña, indica que las temperaturas de los océanos bajan, además de otros cambios meteorológicos como la disminución de la cizalladura del viento en el Atlántico que facilita la formación de tormentas.

“Uno de los pronósticos que vienen ahí en la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y otras instituciones es que, históricamente, cuando La Niña se presenta principalmente en el Atlántico, o sea también hay repercusiones en el Pacífico, pero principalmente en el Atlántico, son temporadas ciclónicas y de huracanes con un mayor número de eventos, los cuales tienden a ser más fuertes”, dio a conocer.

Finalmente, y para ejemplificar los efectos que ocasionan estos fenómenos meteorológicos, Salomón Montijo señaló que las pasadas lluvias presentadas en el noroeste del país se debieron, efectivamente, a las condiciones de humedad del océano Pacífico originadas por El Niño en combinación con una corriente de chorro subtropical y una vaguada polar que atravesó la República.

“Esto es un indicio de que El Niño está presente, ya que esa humedad se generó por las altas temperaturas en el Océano Pacífico ocasionada por este fenómeno”, dijo por último.

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