Generación Z, el sombrero de paja se planta frente al poder

Rodrigo Hernández López

Hoy a las once de la mañana miles de jóvenes –muchos nacidos después de la alternancia del año 2000– se congregarán bajo el Ángel de la Independencia para marchar hacia el Zócalo. Llevarán banderas de los “Sombrero de Paja” de One Piece, moños negros y cartulinas que piden seguridad, empleo y revocación de mandato de la presidenta, Claudia Sheinbaum. El gobierno federal responde con vallas de tres metros, un informe de 47 páginas sobre “bots” y la frase presidencial que ya circula en memes: “Ni a chavorrucos llegan”. 

Lo que podría leerse como anécdota generacional es, en realidad, la primera crisis de legitimidad juvenil que enfrenta Claudia Sheinbaum en su gobierno.

La protesta está inspirada en One Piece, el manga y anime que ha mutado de entretenimiento juvenil a emblema global de resistencia contra la corrupción: una calavera con sombrero de paja que ondeó primero en las calles de Indonesia contra la opresión política, luego en Nepal –con 72 muertos y la renuncia de un primer ministro– y en Perú, donde una marcha similar dejó 80 heridos y un muerto el mes pasado.

Las protestas del movimiento One Piece en Nepal. Foto: Especial 

México llega a noviembre de 2025 con 37 millones de personas entre 13 y 28 años; 61% de ellas se siente desprotegida por la violencia (Inegi), 43% cree que la corrupción aumentó en el último sexenio (Encuesta Nacional de Cultura Política) y 28% está desempleado o subempleado (ENOE, tercer trimestre). 

En ese caldo de cultivo estalla el asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, el 1 de noviembre último.

 El video de su ejecución, difundido en TikTok antes que en cualquier noticiero, se convirtió en spark que los organizadores de la marcha llaman “el hartazgo que ya no cabe en un celular”.

Sheinbaum. Descrédito sobre los convocantes a la marcha de la Generación Z. Foto: Eduardo Miranda

La narrativa gubernamental ha sido una sola: eso no es espontáneo, es un montaje. 

Por primera vez, un sector demográfico que creció con la 4T en el poder –y que votó mayoritariamente por ella en 2024– se organiza fuera de las estructuras oficialistas. No piden programas sociales; exigen Estado de derecho.

Sin embargo, lo que podría ser un despertar generacional se ha convertido en un campo de minas retóricas. El gobierno de Sheinbaum, heredero de la Cuarta Transformación, responde no con diálogo, sino con un arsenal de descrédito.

Carlos Manzo, alcalde de Uruapan. Su homicidio, detonante. Foto: Pedro Anza / Cuartoscuro

En la Mañanera del 12 de noviembre la presidenta ironizó: “Ni a chavorrucos llegan”, aludiendo a que los convocantes (Vicente Fox, Claudio X. González, Ricardo Salinas Pliego) son “mayores” y ajenos a la verdadera juventud. 

Al día siguiente, Miguel Ángel Elorza, del equipo Infodemia Mx, desplegó un “análisis digital” de 47 páginas: 179 cuentas falsas en TikTok, 359 grupos en Facebook, 46% de interacciones desde Colombia, Argentina y España, y un costo calculado en más de 90 millones de pesos en publicidad pagada. 

Adán Augusto López, coordinador de Morena en el Senado, remató que la marcha es “organizada por Salinas Pliego y Claudio X”, con camiones fletados a pueblos para inflar cifras. 

A su vez, Sheinbaum justificó las vallas no sólo por la Generación Z, sino por la coincidencia con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). “Parecen radicales, pero se juntan con la derecha” dijo evocando un guion que criminaliza preventivamente cualquier disenso. 

Las vallas en Palacio Nacional. Foto: Edgar Negrete Lira / Cuartoscuro

“¿Qué necesidad?”, se preguntó sobre los maestros, mientras denuncia que la oposición “usa a los jóvenes” en una “convocatoria inorgánica”. 

En la narrativa presidencial –que pinta la marcha como un “golpe blando” financiado por la ultraderecha internacional y el PAN-PRI– se ignora el pulso real de la juventud: 

  • 69% de la Gen Z reprueba la estrategia de seguridad de Sheinbaum, según encuestas de Reforma.
  • 43% percibe un aumento en la corrupción. 

Críticamente, esta respuesta gubernamental revela una desconexión profunda. Sheinbaum, que asumió con 73% de aprobación general pero sólo 66% entre la Gen Z (Parametría, noviembre 2025), opta por el escarnio: “¿Quién convoca? ¿Cómo se convoca?”, en vez de abordar el “hartazgo” que la convocatoria ilustra con esa calavera sonriente: un México donde 59.5% de los jóvenes trabaja en la informalidad y donde la salud mental enfrenta una “emergencia silenciosa” por crisis globales y estigma. 

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