Acoso laboral en México tiene consecuencias mortales

Elizabeth González-Manrique

El caso de Carlos Gurrola, trabajador de un supermercado fallecido después de que, presuntamente, compañeros de trabajo pusieron desengrasante en su botella de electrolitos, volvió a abrir la conversación en torno al acoso que se vive en centros de trabajo. 

De acuerdo con testimonios, el terrible desenlace de Carlos, a quien familiares y amigos apodaban cariñosamente como “Papayita”, fue producto de un acoso sistemático por parte de las personas con las que trabajaba, quienes en otras ocasiones, ya habían ponchado las llantas de su bicicleta o robado sus alimentos. 

Miles de personas en México sufren acoso laboral, a pesar de las leyes, disposiciones y medidas impulsadas por las autoridades para reducir y erradicar estas prácticas

Más allá de lo dicho por familiares de Gurrola, tras su fallecimiento, la carpeta de investigación se encuentra en manos del área de investigación de homicidios, la cual indagará a fondo si estas acciones se tratan de un intento de asesinato, lo que derivará en que el delito sea calificado como homicidio doloso, o en donde se determinará si hay suficientes pruebas para continuar con las investigaciones vigentes.

Del acoso laboral a la tragedia 

De acuerdo con testimonios, el pasado 30 de agosto, Carlos Gurrola, trabajador de un supermercado ubicado en Torreón, Coahuila, regresó de su descanso, destinado a ingerir sus alimentos, y bebió un trago de una botella de electrolitos orales; sin embargo, al tener estos un gusto extraño, los desechó casi de manera inmediata, lo que, presuntamente, generó las risas de sus compañeros de trabajo, quienes habrían preparado esta broma. 

Este episodio fue la última agresión que “Papayita” recibió por parte de sus compañeros, quienes, de acuerdo con familiares de Gurrola, contaban con un amplio historial de ataques en contra del trabajador, que iban desde la intimidación, hasta el menoscabo y robo de sus objetos personales. 

“Le hacían bullying, muy seguido ahí en el supermercado, una vez le robaron su bicicleta, su celular, su lonche, le ponchaban las llantas de su bicicleta, lo regañaban, lo amenazaban y le decían que lo iban a correr”, mencionó una familiar de Gurrola ante medios de comunicación.

La familia de Gurrola afirma que el líquido extraño vertido en los electrolitos se trataba de desengrasante industrial, lo que lo llevó a que horas después a presentar una intoxicación severa, permaneciendo hospitalizado en estado crítico en la Clínica 71 del IMSS, hasta su fallecimiento, ocurrido el 18 de septiembre pasado. 

De acuerdo con reportes médicos, el desengrasante ocasionó severas quemaduras en el esófago y estómago de “Papayita”. 

De acuerdo con la Fiscalía General de Coahuila, el delegado Carlos Rangel detalló que se solicitaron a la empresa videos de las áreas en las que laboraba Carlos, así como la recopilación de entrevistas con personas que trabajaban con él y aquellos que estaban en el momento en el que tuvo lugar el suceso. 

La FGE también indicó que ya hay una investigación en curso para esclarecer los hechos, pues aún no se ha aclarado el motivo por el que el desengrasante estaba en la botella de “Papayita”.

Luis Abraham Reyes, orillado a quitarse la vida

Apenas unos meses antes del fallecimiento de Carlos Gurrola, otro caso de presunto acoso laboral acaparaba los titulares de la prensa nacional. 

De acuerdo con otros residentes del Hospital 25 del IMSS en Monterrey, quienes denunciaron públicamente la muerte de Luis, el médico se quitó la vida tras, presuntamente, ser víctima de acoso laboral.

Fue a través de redes sociales que los compañeros de Luis aseguraron ser víctimas, junto con el joven fallecido, de un ambiente laboral tóxico. 

“Con profunda tristeza, indignación y preocupación, los médicos residentes del Hospital CMN 25, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), nos pronunciamos públicamente tras el fallecimiento de un compañero nuestro, quien se quitó la vida en el contexto de un ambiente laboral tóxico, marcado por el acoso, la sobrecarga y el abandono institucional.

“El dolor que hoy nos embarga no es aislado. Se trata de un grito colectivo por la salud mental, la dignidad y los derechos humanos de quienes sostenemos gran parte de la atención médica en México”, explicaron en un desplegado.

De acuerdo con sus compañeros, Reyes Vázquez se graduó en 2023 como médico general, tenía una especialidad en cardiología y este año se mudó a Monterrey para realizar su residencia en el Hospital 25.

Según relataron los médicos, ellos y las víctimas habrían sufrido maltrato verbal y psicológico por parte de médicos titulares y de base; además de amenazas constantes de represalias académicas.

Entre sus señalamientos, también destacan acusaciones como cargas laborales desproporcionadas, falta de apoyo emocional y humillaciones públicas.

Salud mental en el trabajo

La Organización Mundial de la Salud (OMS) menciona que los llamados riesgos psicosociales en el trabajo, es decir, aquellos relacionados con la salud mental se encuentran vinculados con el horario del trabajo, las características específicas del centro laboral o las oportunidades de desarrollo profesional.

Entre estos riesgos a la salud mental asociados a las labores remuneradas se encuentran: cargas o ritmo de trabajo excesivos, falta de personal; horarios excesivamente prolongados, antisociales o inflexibles; condiciones físicas de trabajo inseguras o deficientes; apoyo limitado por parte de colegas o supervisión autoritaria, entre otras.

El acoso laboral, ya sea de superiores o entre compañeros, genera estrés, ansiedad, depresión, entre otros padecimientos mentales, los cuales pueden llevar a los individuos a tomar medidas extremas, como en el caso de Luis Reyes, quien presuntamente cometió suicidio. 

Sheyla Zavala Gutiérrez, psicóloga experta en Desarrollo Humano y Habilidades Directivas, explica la importancia de crear entornos seguros en el trabajo, para evitar casos como el de “Papayita”. 

“Casos como el de Torreón nos muestran lo urgente que es crear entornos laborales seguros, mecanismos de denuncia efectivos y programas de apoyo psicológico en el área laboral, ya que el impacto puede llegar a ser irreversible cuando no se atiende a tiempo. Esto no es un ‘juego’ o una ‘dinámica laboral complicada’, son conductas maquiavélicas con consecuencias devastadoras”, explica.

Importante, priorizar bienestar emocional

Según un sondeo llevado a cabo por Indeed, el motor de búsqueda de trabajo más popular, ya que opera en más de 50 países y en 28 idiomas, 67 por ciento de los trabajadores de México consideran a la salud mental como un aspecto muy importante de sus vidas.

Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),  en su informe Panorama de la Salud 2023, informó que durante 2020 la tendencia a padecer depresión creció un 71 por ciento, en tanto los casos de ansiedad escalaron a tal punto que cinco de cada 10 personas la tienen o presentan síntomas.

Esta misma organización destaca que los problemas de salud mental socavan el rendimiento laboral y académico. 

“La salud mental no es solo un problema de salud y no puede abordarse con éxito únicamente desde el sistema de salud. Vivir con estas afecciones dificulta la permanencia y el buen rendimiento académico, la transición a la educación superior o al trabajo, el trabajo eficaz y productivo, y la conservación del empleo. Cambiar esto requiere respuestas políticas integradas que involucren conjuntamente a todos los ámbitos, en particular las políticas de juventud, laborales, de bienestar y de salud”, explica la OCDE. 

De acuerdo con Zavala, el resultado del acoso sistemático en centros laborales puede derivar en diversos problemas de salud físicos y mentales, así como en decesos como el de Carlos Gurrola o el presunto suicidio de Luis Abraham Reyes Vázquez. 

“La persona acosada experimenta niveles impresionantes de estrés, ansiedad, miedo y desesperanza. El hostigamiento constante no solo le baja el autoestima, también le genera una percepción de inutilidad, ya que empiezan a aparecer dificultades de concentración, memoria, toma de decisiones y relacionamiento.

“El aislamiento y la hostilidad le pueden generar una sensación de soledad extrema, y con ello, generar pensamientos autodestructivos, donde la salida más viable es poner fin a su vida o dejarse morir, cualquier cosa e mejor que seguir soportando el desgaste psicológico que implica vivir bajo la violencia”.

Dijo también, que a nivel físico el estrés constante impacta el sistema inmune, favoreciendo enfermedades crónicas. Aunque generalmente se empieza con síntomas como insomnio, dolores de cabeza, musculares y problemas gastrointestinales recurrentes.

Un pendiente institucional 

A pesar de tratarse de un tema común en centros laborales, la Ley Federal del Trabajo no contempla el acoso laboral como una situación específica que puede ocurrir en lugares de trabajo, pues solo considera al hostigamiento sexual y la discriminación que, aunque se tratan de manifestaciones de esta problemática, no responden a sus características específicas. 

Es por ello que las sanciones al respecto no son claras, pues estas solo se encuentran previstas en casos de agresiones graves, de índole sexual o discriminación, entre compañeros.

Desde 2018, a través de la NOM-035 Factores de Riesgo Psicosocial en el trabajo, se establecieron obligaciones para identificar, analizar y prevenir varias circunstancias; no obstante, fue hasta 2023 que la violencia laboral, el hostigamiento y el acoso psicológico, fueron incluidas. 

No obstante, la aplicación de esta normativa depende, en algunas ocasiones, del tamaño del centro y del número de trabajadores. 

En este contexto, Indeed recomienda a las empresas, para apoyar a los empleados, que evalúen periódicamente la satisfacción y el desempeño laboral a través de encuestas o reuniones uno a uno, ya que así será más fácil atender a cualquier colaborador que muestre impactos en su salud mental derivados del trabajo.

Por su parte, la psicóloga Sheyla Zavala, menciona que recae en el área de Recursos Humanos la responsabilidad de crear y aplicar protocolos para prevenir y detener estas situaciones en centros de trabajo. 

“Desde la perspectiva de RH, definitivamente se deben de tener protocolos para prevenir, detectar y atender el acoso laboral. También se debe buscar que todos los colaboradores tengan claro: el código de conducta, lo que se cataloga como acoso, cómo denunciarlo (garantizando canales de denuncia confidenciales e investigaciones imparciales), las sanciones que se aplicarán, que cuentan con plan de apoyo psicoemocional y la protección de su integridad. Además de promover la constante sensibilización sobre temas como el respeto, la comunicación efectiva, la integración y el manejo de conflictos”, concluye. 

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