Etiquetado frontal en México, ¿éxito a medias?

Elizabeth González-Manrique
Tras la adopción del etiquetado frontal de advertencia en 2020, en el que se informa al usuario acerca del exceso de azúcares, grasas, sodio, entre otras sustancias nocivas para la salud, en México se han demostrado efectos significativos en la modificación de la conducta alimentaria de la población, así como en la reducción del consumo de nutrientes críticos, no obstante, las autoridades no han implementado mejoras importantes que aumentarían el alcance de esta medida.
De acuerdo con un estudio realizado por Food Policy Study, padres y madres reportaron cambios en sus compras en un 80 por ciento, seguido por los adultos con esfuerzos por mejorar sus hábitos alimentarios con un 75 por ciento.
Estas medidas implementadas hace cinco años, han resultado en que los consumidores descartan, cada vez con más frecuencia, azúcares, grasas saturadas, grasas trans, sodio, y productos procesados y ultraprocesados.


Sin embargo, a pesar de los resultados positivos de esta política, organizaciones como El Poder del Consumidor han documentado que diversas industrias han aprovechado huecos en la regulación vigente para ocultar información a los consumidores.
Buscan política más efectiva
El Poder del Consumidor reporta que aunque otros países de la región, como Argentina y Colombia, han reforzado sus etiquetados con disposiciones específicas para fijar tamaños y posiciones en el empaque que permitan garantizar los criterios de claridad, visibilidad y legibilidad, en México aún no se han actualizado estas medidas, permitiendo que la industria logre evadir estas disposiciones.
El uso de tamaños de letra ilegibles en las leyendas de advertencia de ingredientes y el posicionamiento de octágonos de advertencia en zonas laterales o inferiores de empaques y envases, derivan en que los consumidores no puedan identificar de manera directa y clara las advertencias que buscan proteger su salud.
Aunque las mejoras regulatorias podrían haber sido impulsadas y adoptadas en México, el proceso de revisión de la NOM-051, como se encuentra en el Programa Nacional de Infraestructura de la Calidad (PNIC 2025), no contempló ninguna mejora.
Adicionalmente, los grupos de trabajo que se convocaron para debatir alrededor de este lineamiento, evitaron las discusiones con evidencia sustentada, además de no tomar en cuenta las voces de expertos.
Ante esta situación, Ana Larrañaga, investigadora en el área de salud alimentaria en El Poder del Consumidor, reconoció la importancia del etiquetado, sin embargo, señaló las omisiones en torno a la actualización de normas referentes al etiquetado frontal de productos de consumo.
“Reconocemos que México tiene un etiquetado sólido que ha tenido buenos resultados, sin embargo, diversas industrias ejercen malas prácticas al ocultar los sellos de advertencia o las leyendas precautorias.
“Presentamos evidencia concreta de cómo mejorarlo ante las autoridades que coordinaron el grupo de trabajo, pero hicieron caso omiso, y no permitieron las discusiones grupales sobre el tema. Necesitamos un proceso de mejora regulatoria transparente y abierto a las discusiones basadas en evidencia para realmente fortalecer el etiquetado”, aseveró.
Impulsan amparo y medidas urgentes
Debido a las omisiones en el proceso, El Poder del Consumidor interpuso un amparo frente al proceso de actualización de la NOM-051 llevado a cabo en 2025, pues durante los procesos de modificación no se permitió la discusión de puntos fundamentales.
Javier Zúñiga, coordinador del área legal en El Poder del Consumidor, explicó cuál es el fin de presentar este recurso legal.
“El objetivo del amparo presentado es que se nos permita discutir, dentro del proceso de la NOM-051, aspectos fundamentales del etiquetado como el tamaño de las leyendas de advertencia o la posición de los octágonos.
“Es importante mencionar que hubo varias irregularidades durante el proceso, por lo que, de no ser subsanadas, estaríamos frente a violaciones a los derechos de los consumidores, como el de la salud y la información”, mencionó.
El pasado abril, la Secretaría de Economía abrió las discusiones para modificar la Norma Oficial Mexicana 051. Sin embargo, las irregularidades en el proceso impidieron que se discutieran a profundidad las mejoras al etiquetado.
Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, destacó que la NOM-051, especifica en su objetivo y campo de aplicación, la necesidad de “establecer un sistema de etiquetado frontal, el cual debe advertir de forma clara y veraz sobre el contenido de nutrientes críticos e ingredientes que representan riesgos para su salud en un consumo excesivo”
Por su parte, Katia García, docente e investigadora de Nutrición en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), indicó que el proceso para la modificación de la NOM-051 tuvo serias inconsistencias con respecto a la modificación de 2019, lo que derivó en falta de espacios para la revisión de la norma como grupo de trabajo y la inatención a las constantes peticiones al respecto realizadas por los sectores libres de conflicto de interés.
“Es necesario un compromiso ético y real del Estado en la consolidación de la normativa que pone las pautas para el establecimiento de un etiquetado claro y veraz que está dirigido a atender los mayores problemas de salud pública del país”, pidió García.