Acusan a Universidad Autónoma de Durango de ofrecer carreras sin validez en CdMx, Hidalgo, Coahuila y Baja California

Rosario Cerda, Esmeralda Sánchez y Víctor Valera
El sueño universitario de decenas de jóvenes en al menos cuatro entidades del país se ha transformado en una pesadilla de trámites imposibles, frustración emocional y pérdidas económicas.
Años de estudio y miles de pesos invertidos han terminado por estrellarse contra una realidad demoledora: su casa de estudios no puede entregarles un título profesional. La razón es tan sencilla como alarmante: la institución no cuenta, en algunos campus y carreras, con los Reconocimientos de Validez Oficial de Estudios (RVOE) que exige la ley.
Se trata de la Universidad Autónoma de Durango, o también presentada como Universidad de Durango, una institución privada que opera bajo la razón social Fomento Educativo y Cultural Francisco de Ibarra, Asociación Civil.
Al momento, esta universidad acumula 17 denuncias en Coahuila, ante la Secretaría de Educación Pública federal (SEP), y tres en Hidalgo, ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), por retrasar o negar la entrega de títulos de licenciatura.

Las autoridades de Coahuila ya han comenzado a intervenir para dar seguimiento. Foto: Especial
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A ello se agrega una suspensión de actividades ordenada en marzo por la propia Profeco al campus Mexicali de la Universidad, por cobros indebidos y otorgamiento condicionado de títulos.
Además, una revisión realizada por MILENIO en el Sistema de Reconocimientos de Validez Oficial de Estudios (Sisrvoe, plataforma oficial operada por la SEP), permitió constatar que esta institución ofrece carreras sin registro oficial en sus planteles de la Ciudad de México, Hidalgo y Coahuila.
“La verdad es que la gente (afectada por la Universidad de Durango) está muy frustrada. Me tocó atender a una estudiante llorando, pues (en la escuela) le dan vueltas, sin otorgarle el título”, describe Navor Rojas Mancera, titular de la Profeco en Hidalgo, al confirmar que esta dependencia ya revisa los casos que se le han reportado.
Además de estas cuatro entidades, la universidad reporta presencia en Aguascalientes, Chihuahua, Michoacán, Nuevo León, Sinaloa, Sonora y Zacatecas, lo que amplía la preocupación sobre el alcance de sus operaciones.
Estudios que no valen
En su sitio web, la Universidad Autónoma de Durango asegura contar con 25 años de experiencia y con 28 campus en el país, todos “certificados”. Sin embargo, la realidad que dibuja la autoridad educativa contradice esa narrativa.
En la Ciudad de México, por ejemplo, la universidad opera dos sedes: una bajo el nombre de Campus CdMx, en la alcaldía Gustavo A. Madero, y otra que se presenta como Campus Revolución, frente al Monumento a la Revolución, en la alcaldía Cuauhtémoc.
Ahí se ofertan carreras como Nutrición, Enfermería, Fisioterapia, Psicología, Contaduría Pública y Administración y Gestión Empresarial. Todas ellas carecen de reconocimiento oficial, según el Sisrvoe.
Mientras tanto, en el Campus Revolución, las licenciaturas sin RVOE son aún más numerosas: Psicología, Psicopedagogía, Derecho, Cosmetología, Enfermería, Nutrición, Fisioterapia, Administración y Gestión Empresarial, Contaduría Pública e Ingeniería Logística de Negocios.
Pero las irregularidades no se limitan a la capital del país, indica el mismo sistema.
En Pachuca, Hidalgo, la institución anuncia programas como Gastronomía, Diseño Gráfico Digital, Ciencias y Técnicas de la Comunicación, Psicología, Criminología, Derecho, Mercadotecnia, Administración de Empresas Turísticas, Arquitectura, Nutrición y Fisioterapia. Ninguna de estas carreras cuenta con aval oficial de la SEP para impartirse bajo el nombre de la Universidad de Durango en esa entidad.

En Pachuca, Hidalgo, la institución anuncia programas como Gastronomía. Foto: Especial
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El patrón se repite en Coahuila: de acuerdo con su página de internet, la universidad ofrece licenciaturas en Acuña, Monclova, Piedras Negras, Saltillo y Torreón, pero solo los planteles de Saltillo, Monclova y Torreón tienen carreras validadas por la SEP. Es decir, los estudios ofrecidos en Piedras Negras y Acuña no tienen validez oficial.
Las inconsistencias también se hacen evidentes en el campus Monclova, donde se ofertan licenciaturas en Odontología y Fisioterapia sin contar con el RVOE correspondiente.
En la sede de Saltillo, se ofrece educación superior en Psicología, Psicopedagogía, Cosmetología, Nutrición y Enfermería, aunque ninguna cuenta con el respaldo de la autoridad educativa.

En Pachuca, Hidalgo, la institución anuncia programas como Gastronomía. Foto: Especial
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Y para la región de La Laguna, específicamente en Torreón, la Universidad de Durango oferta carreras como Diseño de Modas, Diseño de Interiores, Ciencias y Técnicas de la Comunicación, así como Psicología. Todas sin reconocimiento oficial que pueda cotejarse en el Sisrvoe. Las autoridades de Coahuila ya han comenzado a intervenir para dar seguimiento.
¿Por qué importa el RVOE?
José Domingo Hernández Silva, titular de la Oficina de Enlace Educativo en Coahuila, de la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal, explica que el RVOE es más que un simple trámite: es el acto mediante el cual una autoridad educativa reconoce oficialmente que un plan o programa de estudios de una institución particular puede formar parte del Sistema Educativo Nacional.
Este reconocimiento no se otorga de manera global a toda la escuela, sino que se emite por programa y por sede.

José Domingo Hernández Silva, titular de la Oficina de Enlace Educativo en Coahuila, de la SEP federal. Foto: Especial ampliar
Las consecuencias de esta omisión son graves: los alumnos que cursan una carrera sin RVOE están invirtiendo tiempo, esfuerzo y dinero en estudios que carecen de validez oficial. Sin este registro, no es posible obtener un título ni una cédula profesional, lo que impide ejercer legalmente ciertas profesiones.
La situación se torna aún más delicada cuando se trata de carreras que exigen forzosamente una cédula profesional para su práctica, como Derecho, Contaduría, Medicina, Enfermería o ingenierías.
En estos casos, el estudiante no solo pierde el reconocimiento académico, sino también la posibilidad de ejercer.
Aunque la Ley General de Educación no prohíbe expresamente a las instituciones particulares operar sin RVOE, sí les impone una obligación ética y legal: deben informar en toda su publicidad que no están incorporadas.
Además, como puntualiza Hernández Silva, existen dos tipos de RVOE: el estatal y el federal.
“La Secretaría de Educación del estado puede expedir RVOE, tal como lo hace la Federación. ¿Qué es lo que implica? Que si tú tienes un RVOE estatal, el día que quieras trabajar en otro estado, vas a tener que llevar tu título a que te lo certifiquen para que puedas trabajar allá. Entonces, tienes que hacer una serie de pasos después para trabajar.
“Y en un RVOE federal, puedes trabajar en cualquier parte de la República, tus documentos van a ser válidos en todos los estados.
“En todas las carreras se puede tener un RVOE federal; pero específicamente las (licenciaturas) de áreas de Salud, ésas no pueden tener RVOE estatal, tienen que ser federales. A todas las carreras de áreas de salud: Medicina, Odontología, Fisioterapia, etcétera, solamente la Federación puede otorgarles un RVOE, ya que tienen que contar además con el visto bueno de la Secretaría de Salud”, explica el funcionario.
Hernández Silva agrega que el Sisrvoe “es una página muy confiable en donde nosotros nos podemos cerciorar” si una institución educativa cuenta con reconocimientos de validez, ya sea a nivel estatal o federal.
“Podemos checar cualquier institución, están ahí, y te aparece si tienen el RVOE, y está actualizado, dice si (el reconocimiento) está retirado o cancelado”, agrega.
El caso Coahuila
El titular de la Oficina de Enlace Educativo, de la SEP en Coahuila, informa que esta dependencia federal ya tiene en sus archivos 17 quejas formales contra la Universidad Autónoma de Durango por ofrecer licenciaturas sin el reconocimiento oficial necesario para su validez.
“En el (campus) de Saltillo tenemos cuatro personas atendidas personalmente y tres por ventanilla, son siete personas del Campus Saltillo. Tenemos en la Universidad de Durango Campus Monclova, que también traemos ahí hay una problemática y Campus Piedras Negras y Acuña, que ahí también estamos atendiendo”.
—¿Cuántas quejas tienen en Monclova, cuántas en Acuña y cuántas en Piedras Negras? —le pregunta MILENIO.
—En Monclova tenemos dos quejas (de estudiantes) que no han recibido su título. De Torreón tenemos otras dos quejas. De Saltillo tenemos siete. De Acuña y Piedras Negras tenemos 3 de cada una.
—¿O sea que es una institución que concurrentemente ha estado haciendo esta práctica? —se le insiste.
—Estos son los jóvenes que han llegado a tocar la puerta a esta oficina, tal vez podrían ser más, ¿que qué es lo que queremos? Pues que se puedan acercar aquí a las oficinas para poderlos orientar y poder ayudarles con sus temas —señala.

La universidad ofrece licenciaturas en Acuña, Monclova, Piedras Negras, Saltillo y Torreón. Foto: Especial
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RVOES pendientes en Saltillo
Herman Walter Aguirre Gutiérrez, director general de la Universidad Autónoma de Durango, campus Saltillo, asegura que, en su caso específico, “nosotros tenemos la papelería en regla, tenemos opiniones técnicas, tenemos el RVOE estatal, porque aún no sale el RVOE federal.
“Los alumnos, padres de familia y las instituciones involucradas saben que la inscripción a los RVOES son tres veces al año: marzo, junio y noviembre.
“Y, dependiendo de eso, si tienen alguna observación, regresan la papelería y la vuelven a reingresar. Entonces, se puede tardar como seis meses, un año, un año y medio. Se pueden tardar mucho los RVOES federales. En este caso tenemos un RVOE estatal, que se había sacado antes de 2019, que es el que nos ha avalado”.
En contraposición a lo señalado por José Domingo Hernández Silva, titular de la Oficina de Enlace Educativo en Coahuila, el directivo del campus Saltillo sostiene que, aun siendo de carácter estatal, el reconocimiento de validez tiene efectos en todo el país.
“Tienen una validez nacional. Tenemos una opinión técnica y el RVOE es estatal, pero en 2019 salió una ley (que dice) que todas las escuelas afiliadas a la Salud se tienen que ir ingresando a la Federación.
“¿En qué? En las opiniones técnicas por parte de la Secretaría de Salud y, posteriormente a que te den las opiniones favorables, ingresas toda la papelería a la Secretaría de Educación federal. Pero en ningún lado del documento dice que quedan inválidos los RVOES estatales.
“Lo que nosotros estamos haciendo, igual que todas las instituciones, es irnos registrando conforme a la ley, ir haciendo la papelería que se necesita, las certificaciones, toda la documentación que piden se les da. Pero a veces te dicen: ’¿Sabes qué? El número no coincide con la geolocalización, hay que cambiarlo’. Y te regresan la papelería y hay que volverla a ingresar”.
En el caso de Monclova, el directivo afirma que ya se cuenta con RVOE federal, aunque no especifica para qué carreras. “Eso es un punto importante que no lo mencionan y que ya es válido”, destaca.
Como colofón, subraya la legitimidad de la institución: “Somos una institución formal, somos una institución dedicada a los alumnos, dedicada a la academia”, garantiza.
Nos avisaron del retraso
Jesús Eduardo Flores Siller, egresado de la Universidad de Durango, campus Saltillo, y quien formó parte de la primera generación de alumnos que culminó sus estudios en esa sede, recuerda que desde el inicio del camino académico les advirtieron sobre un posible rezago en la entrega de títulos, debido a una mezcla entre trámites administrativos y la condición de ser los pioneros.
“La universidad nos había comentado que por temas administrativos se iban a estar tardando un poco en entregar los títulos, pero a final de cuentas ya nos los entregaron, sí tienen validez, porque con ellos tuvimos que tramitar lo que es la cédula profesional”; en su caso, terminó la carrera en agosto de 2024, pero fue hasta marzo de 2025 que lo recibió.
Ese intervalo, dice, no fue sencillo de digerir.
“Sí hubo varios problemas porque uno espera terminar con la carrera y luego luego contar con el título, más que nada para poder trabajar”, comenta. Aunque pudo ejercer en un sitio que le esperó, “claro que sí era un poco incómodo”.
No todos corrieron con la misma suerte. “Supe de compañeros que sí, lamentablemente por el tiempo no pudieron entrar a ese trabajo que estaban esperando”, relata.
Fue apenas este 30 de junio cuando la universidad envió un comunicado informando que ya podía iniciarse el trámite para obtener la cédula profesional federal.
“No la habíamos tramitado previamente porque la misma universidad nos comentó que tenía que subir la papelería a nivel federal”, detalla.
Ahora, el tiempo de espera cambia de manos: depende de cada alumno.
“Tenemos que hacer el trámite por nuestra propia cuenta, y aparte tenemos que contar con la firma electrónica del SAT”, comenta.
Sobre la importancia de ese documento, Flores Siller no duda: “porque uno nunca sabe qué oportunidades puedan salir. Si nos ofrecieran trabajo en otro estado, sí la necesitaríamos sí o sí, porque con la estatal solamente podemos ejercer en el estado”.
Consciente del valor de la organización, recuerda que se conformó un comité estudiantil para atender el tema de los títulos retrasados.
“Yo supe que se hizo un comité entre alumnos y padres de familia. Más que nada para ir a aclarar las dudas, sobre todo con la directora de la Facultad y con el director de la Universidad, mismas que sí la universidad sí nos atendió, en los cuales nos daban información de cómo iba el proceso, cómo iban los trámites”.
Aunque no recuerda con exactitud el número de integrantes, estima que “al menos entre 30 y 35 alumnos formaban parte de dichos comités, exactamente el número no lo recuerdo, pero aproximadamente yo creo que unos 30, entre 30 y 35”.
¿Y todos ellos tenían el mismo problema? —se le pregunta.
“Sí, porque al final de cuentas era la primera generación”.
¿Has conocido si han continuado estos casos, si hay retraso? —le consulta MILENIO.
“Yo sí he visto que se han quejado o he visto publicaciones incluso del mismo título, pero tengo entendido que como nosotros ya fuimos la primera generación, pues ya debería ser menos problemático; de parte de la generación sí hubo presión hacia la universidad”.
Interviene la Profeco
En Hidalgo, el titular de la Procuraduría Federal del Consumidor en el estado, Navor Rojas Mancera, revela que la Universidad de Durango acumula tres quejas ante esta instancia por no entregar títulos a sus alumnos en el campus Pachuca.
El funcionario detalla que sostendrá un diálogo con la Secretaría de Educación Pública federal con la finalidad de detectar cuáles escuelas privadas cuentan con el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios y cuáles están incumpliendo este requisito fundamental.
Rojas Mancera invita a la sociedad a acercarse a la Profeco en caso de tener quejas contra instituciones de educación superior, ya que la misión de la dependencia federal es buscar la conciliación.
Menciona el caso de una joven que estudió Psicología en la Universidad de Durango y que, a pesar de haber concluido sus estudios, no ha podido obtener su título, lo que le impide ejercer la profesión para la que se preparó.
Poco después, otra persona llegó a la Profeco con la intención de iniciar una nueva queja contra la misma universidad, lo que lleva al funcionario a considerar que los casos podrían multiplicarse.
“Seguramente hay muchas escuelas que no tienen el Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios”, coteja.
Sobre este caso, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Hidalgo (CCEH), Alejandro Sánchez Ramírez, advierte sobre los peligros de la informalidad educativa: un terreno fértil para sembrar falsas expectativas que, al final, no cosechan títulos ni certezas.
Silencio en el campus
La Universidad de Durango, campus Pachuca, optó por el silencio ante las quejas formales iniciadas en la Profeco, que la señalan como responsable de no entregar títulos a sus alumnos.
MILENIO acudió a las instalaciones de la universidad, ubicadas sobre el bulevar Felipe Ángeles, en el poniente de la ciudad, en busca de una versión oficial ante los señalamientos y con la intención de conocer su postura sobre el hecho de que las carreras que ofrece no cuenten con RVOE.

La Universidad de Durango, campus Pachuca, optó por el silencio ante las quejas. Foto: Especial
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Sin embargo, el acceso a una postura institucional fue negado. Trabajadores del plantel afirmaron que sólo la dirección está facultada para ofrecer declaraciones, y posteriormente solicitaron al reportero retirarse del lugar.
De acuerdo con un video promocional difundido en redes sociales, en este campus se ofertan licenciaturas en Cosmetología, Fisioterapia, Diseño Gráfico, Arquitectura, Ciencias y Técnicas de la Comunicación, Derecho, Administración y Gestión Empresarial, así como Psicología y Enfermería.
Además, el plantel imparte maestrías en Valuación Inmobiliaria, Nutrición Clínica, Nutrición Deportiva, Educación y Ciencias Forenses.
La propuesta educativa del campus es intensiva y de alto atractivo: concluir la carrera en solo dos años, asistiendo un fin de semana al mes, o bien optar por la modalidad escolar de lunes a viernes, o por la modalidad ejecutiva, los sábados, con horarios flexibles, según lo detalla su sitio en Facebook.
Durante un breve recorrido, fue posible constatar que la Universidad de Durango es un solo complejo dividido en salones, de los cuales entran y salen jóvenes —algunos vestidos con uniformes de enfermería—. En la sala de recepción se exhibe el eslogan del campus Pachuca: “Siempre grandes, siempre lobos”.
Reclamos se extienden a BC
El pasado 13 de marzo, la Universidad de Durango, campus Mexicali, fue suspendida por la Procuraduría Federal del Consumidor debido a cobros indebidos a estudiantes y por negar la entrega de títulos profesionales.
Sin embargo, la inconformidad no ha cesado. Las quejas de los alumnos continúan, advierte el diputado local de Morena por Mexicali, Jaime Eduardo Cantón Rocha, quien asegura que la problemática persiste a pesar de las medidas tomadas.
“Al día de hoy la casa de estudios funciona con normalidad, pero sigo recibiendo permanentemente quejas”, expone el legislador en entrevista telefónica con MILENIO.
El malestar, apunta Cantón Rocha, no se limita a Mexicali. También ha recibido reclamos de estudiantes en los campus de Ensenada y Tijuana, todos relacionados con prácticas irregulares y falta de cumplimiento por parte de la institución.
El diputado, quien ha tomado en sus propias manos el caso de la Universidad de Durango, recuerda que la Ley Federal de Protección al Consumidor obliga a cualquier proveedor de servicios a respetar los precios establecidos, a no realizar cobros adicionales injustificados y a abstenerse de aplicar métodos coercitivos o desleales.
Gracias a la intervención de Profeco, detalla, la Universidad de Durango dio marcha atrás en los cobros injustificados y aceleró la entrega de documentos oficiales. Sin embargo, el daño ya estaba hecho.
Un mes antes de esa intervención, en febrero, 160 alumnos de la carrera de Odontología protestaron públicamente.
Denunciaron que la universidad les imponía la compra obligatoria de materiales, además de comenzar a cobrar por el uso de instalaciones y prácticas clínicas, actividades indispensables para su titulación.
Los estudiantes también señalaron deficiencias en la infraestructura: de 25 sillones dentales, solo dos estaban en funcionamiento. Además, los sanitarios presentaban falta de agua y papel higiénico, condiciones inadecuadas para un centro universitario.
“Entonces, además de que les cobraban a los alumnos para que la universidad fuera proveedora de los insumos y que las prácticas eran obligatorias para conseguir su título, también la casa de estudios ofrecía servicios deficientes”, resume Cantón Rocha.
Peor aún: la entrega del título estaba condicionada. Los jóvenes afirmaban que, sin pagar esas prácticas —que no estaban contempladas desde el inicio del semestre—, no se les liberaría el documento oficial. Un proceder que, en palabras del legislador, constituye un fraude educativo.
La protesta de los estudiantes de Odontología reveló algo más profundo: no eran los únicos afectados. Estudiantes de otras carreras tampoco habían recibido sus títulos, situación que el diputado denunció desde el Congreso bajacaliforniano y acompañó ante Profeco.
“Exigimos que no se lucre el derecho a la educación. Lo que hacen estas universidades es prestar un servicio subsidiado y deben comportarse con rectitud, pero en cambio se desempeñan como instituciones fraudulentas que persiguen únicamente el lucro y no el desarrollo profesional”, sentencia el legislador.
Finalmente, Cantón Rocha alerta sobre un ambiente de temor e intimidación al interior de la universidad. Varios alumnos le han confiado que la institución los amenaza con retener sus títulos si protestan o denuncian públicamente, incluso cuando están a punto de concluir sus estudios.
Llamado a denunciar
Ante la posibilidad de estas represalias, el titular de la Oficina de Enlace Educativo en Coahuila, de la SEP, hace un llamado a los alumnos que estén afectados a alzar la voz.
“Yo les daría el consejo de que se acerquen, que pierdan el miedo y que denuncien; porque al momento de denunciar ellos van a ser las víctimas de estos fraudes. Cuando no denuncias, eres cómplice y puedes llegar a tener también alguna sanción.
“Entonces, yo les diría que sin problema puedan llegar a las instituciones, puedan decir cuál es su caso y en ninguna institución los van a juzgar; al contrario, vamos a tratar de ayudarles a resolver sus casos, para que se puedan titular.
“Si alguna institución fraudulenta les hizo algún tipo de daño, nosotros vamos a acompañarlos en el proceso para que puedan recuperar su documentación, y su certificado, sus títulos estén en orden. Que pierdan el miedo. Realmente lo que necesitamos es que lo denuncien para poder darles una solución”, concluye.