¿Quién quiere afectar al Ejército?
Juan Ibarrola
Hace unos días apareció en un medio digital de noticias información equivocada, intencionalmente errónea, malamente incompleta y con un nulo conocimiento respecto al patrimonio del general secretario de la Defensa Nacional.
Se menciona que en su declaración patrimonial del año 2024, declarada este año, se incrementaron sus bienes por diversos ingresos, en los que se incluye una donación.
¡A ver!
Primeramente, hay que mencionar que el general Ricardo Trevilla Trejo, cuenta con una trayectoria militar de 47 años de servicio; durante este tiempo, como todo militar, con mucho esfuerzo y sacrificio familia, ha logrado tener un patrimonio acorde a su jerarquía y trayectoria.
La información contenida en su declaración patrimonial se trata de datos aportados como un acto de transparencia por el mismo general, y en ellos se muestra claramente todos sus movimientos patrimoniales del 2024, con montos por debajo de los señalados en la información difundida y que si analizamos bien, en su mayoría son movimientos dentro de su mismo patrimonio para la adquisición de un inmueble.
Los trámites para la compra de este bien fueron realizados por el general Trevilla meses antes de ser nombrado al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional y la transacción final de la compra se llevó a cabo, también, antes de ocupar su actual cargo, habiendo recurrido a dos préstamos hipotecarios con Banjército y el Instituto de Seguridad Social para las Fuerzas Armadas Mexicanas —que aún se deben—, venta de un vehículo, ahorros y la referida donación.
En términos llanos, como sucede, no solamente en el ámbito militar sino también en el civil, se venden bienes para comprar otros, solicitando préstamos hipotecarios o bancarios para comprar otros bienes.
Para funcionarios públicos, la diferencia es que en su declaración patrimonial se debe hacer de acuerdo a lo que se indica en ese procedimiento, tal cual lo hizo el general Trevilla.
La donación fue realizada por la esposa del general y ésta es producto de la venta de una casa que adquirieron hace más de veinte años y algunos ahorros, —patrimonio que los dos han construido durante su matrimonio— pero que estaba en poder y a nombre de ella, y era necesario que pasaran a la cuenta bancaria del general para no infringir la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita y ordenamientos consecuentes, en la que se especifica que para poder adquirir un inmueble los recursos deben proceder de la cuenta bancaria de la persona que realiza la compra.
Operación que, por cierto, quedó asentada ante notario público, especificando de dónde provenían los recursos y para qué iban a ser utilizados, como un acto también de transparencia por parte del general.
La palabra “donación” contenida en la declaración patrimonial es solo un término jurídico y parte del formato que se emplea en la declaración, debido a que el general Trevilla recibió ese dinero en su cuenta bancaria por parte de otra persona, en este caso de su esposa, lo que se contempla en la ley arriba mencionada.
Es evidente que quien está detrás de esta información falsa, más allá de buscar desprestigiar al general Trevilla, lo que pretende es dañar a la institución castrense por su relevante papel en contra de la delincuencia organizada y diversas tareas, las que seguramente están tocando intereses de otras personas.
¡El Ejército seguirá en lo suyo!
