“Si viene Migración va a ser peor”; trasladan a migrantes a refugio para indigentes
Fabian Evaristo
Autoridades capitalinas trasladaron a migrantes que vivían en un campamento instalado afuera de la estación de Autobuses del Norte desde 2023, sobre el camellón de la Avenida de los 100 Metros, a un antiguo hotel en Tepito que aún está en obra negra, porque se acondiciona para recibir a población que vive en la calle.
Una de las mujeres que se trasladó del campamento tras el operativo de autoridades capitalinas asegura que personal desplegado la noche del martes los amenazó para dejar el espacio público y trasladarse al refugio de Tepito.
“Las persona que se acercó a mí, de los de chaleco anaranjado, uno de ellos me dijo que saliéramos de allí por nuestra misma voluntad porque si venían las otras personas, de Migración, iba ser peor para nosotros”, asegura Yasuri, migrante venezolana.
La experiencia que Yasuri vivió en Ciudad Juárez, cuando fue golpeada por personal de Migración, hizo que saliera del campamento de 100 Metros.
“Ya no quería pasar por lo mismo, entonces por qué pasar por ese mismo problema, solamente que ayuden a uno para irse”, explica, entre llanto.
A menos de 24 horas de haber llegado al refugio en obras que autoridades capitalinas adecuaron, las personas allí instaladas dicen que la única regla es estar en el refugio antes de las 9 de la noche previo al cierre de puertas.
De hotel a refugio
Lo que anteriormente fue el Hotel Marina, ubicado en el barrio de Tepito, es desde hace aproximadamente ocho meses el Centro de Asistencia e Integración Social (CAIS) Marina.
En la entrada aún hay cascajo de las obras de renovación. En un recorrido realizado la mañana de este miércoles, personas migrantes entraban y salían por la recepción en la que aún había grava, cascajo y tubos de PVC en el suelo.
Extranjeros que dejaron el campamento en la calle la noche anterior confirman que hay trabajadores laborando en algunas de las habitaciones de lo que fue el hotel. Incluso, los trabajos se escuchan desde la recepción.
Los migrantes informaron que en el lugar se les otorga alimentación y cuartos limpios, aunque el lugar no cuenta con suministro de agua para los servicios. El abasto del líquido es mediante pipas.
“La habitación donde estamos está bien, tenemos el baño allí adentro y todo, la comida nos la traen hecha, los otros cuartos que tiene algo de tierra y escombro es porque los están reparando, están en obra varios cuartos, me imagino para más personas”, dice una mujer instalada en el CAIS.
Gobierno justifica: operativo fue por extorsiones
Luego del operativo en el que autoridades de la Ciudad de México invitaron a los migrantes del campamento de avenida de los 100 Metros a trasladarse a uno de los refugios habilitados, se dijo que el motivo para esta operación era garantizar la seguridad de quienes allí habitan ya que había reportes de extorsiones, aseguró la autoridad en un comunicado.
“El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Gobierno (SECGOB) y de diversas dependencias capitalinas, salvaguardó la integridad de las personas en contexto de movilidad, que desde 2023 permanecían en la Av. 100 Metros, alcaldía Gustavo A. Madero, esto luego de la detección de personas que las extorsionaban”, dice el comunicado.
Los migrantes que se encuentran en el CAIS Marina y el campamento de avenida 100 Metros dijeron desconocer la existencia de este delito.
“No nunca, aquí no, aquí nosotros vivíamos muy en paz, yo tengo nueve meses en este campamento esperando mi cita de CBP One y como no me salió llevo nueve meses aquí y nunca hemos sido extorsionados, maltratados, violentados, nada”, asegura María, una migrante de Colombia.
Desconfianza, razón para quedarse en campamento
La desconfianza por el destino al que los llevarían fue la razón por la que algunos extranjeros decidieron quedarse en el campamento.
“A veces dicen cosas que no son, como que nos fuera a separar a mi esposa por un lado y yo por otro lado”, dice Carlos, migrante venezolano, que no aceptó la invitación de autoridades para irse a un refugio.
Carlos es otro de los migrantes que ha decidido no intentar llegar a los Estados Unidos y que quiere abandonar México. Dice que tras siete meses de camino juntará dinero para volver a su país.
Los migrantes aseguran que no hubo una aviso previo de autoridades para invitarlos a salir del campamento, sumado a que les aseguraron todas las instalaciones de gas, tanques y cilindros, además del cableado eléctrico y luces.
“Las autoridades no dijeron nada, cuando nosotros dijimos que nos habían cogido los tanques, no hicieron nada, pero cuando nosotros nos pusimos bravos porque dijimos que nos estaban dejando sin luz, ahí sí vino toda la autoridad hacía nosotros”, explica María.
Originaria de Colombia, María, ha estado en varios albergues y tras esas experiencias la invitación a irse a un refugio mexicano no es atractiva.
“Desde que salimos de Colombia hemos pisado todos los albergues de todos los países, principalmente aquí en México los albergues los cierran a las cinco de la tarde o a las 4, a las 6 de la mañana tenemos que estar de pie, si uno en la noche quiere salir a comprar algo no puede”, dice María.
