Se convulsiona Sinaloa

ALFONSO CARLOS ONTIVEROS SALAS

Sinaloa se estremece con la inseguridad que la invade por los hechos del 25 de julio pasado. Una traición es la causa de este sismo sangriento.

Los grupos que defienden la estabilidad de su organización se activaron y quieren venganza. El cártel del pacífico ha entrado en ebullición por la captura de su líder y no por entrega voluntaria como se anunció.
Dos facciones en pugna, ambas con mucho poder. Una identificada por lazos de parentesco, otra por los lazos de amistad e intereses que surgieron entre los fundadores de la organización. Todo parece desmoronarse.

“El Mayo Zambada” y “El Chapo Guzmán”, dos personajes que sortearon guerras contra el gobierno y luchas intestinas para consolidar su poder y el control del cártel más poderoso de américa y más allá del continente.

Drogas, armas y dinero, fue la forma de comprometer a las autoridades y dejarlos actuar con total impunidad. Financiar a políticos para que llegaran al gobierno, ha sido una forma para conseguir protección para el cartel y su gente.

Se ha dicho en este espacio de opinión, que no es un secreto que desde el gobierno se tejen redes de complicidad para que el dinero sucio se mezcle con el del gobierno y así ayudarles a blanquear grandes cantidades de dinero que les represente jugosos dividendos. La obra pública y los proveedores de bienes y servicios es la fuente principal para concretar ese tipo de negocios.

La traición mencionada, es la causa de que al Gobernador se le haya quitado el sueño y se preocupe al grado de enfermarse. Entregar a un personaje de la jerarquía de Zambada fue una jugada peligrosa por las consecuencias que originaría. La seguridad de la población se puso en grave riesgo porque la guerra ya se desató.

Se enfrentan dos facciones con poder bélico impresionante. Sus comandantes, ya trazaron la estrategia del combate. Su sistema es utilizar movilizaciones parecidas a la guerra de guerrillas. Diversas células se distribuyen y comienzan sus ataques para tratar de debilitar a sus oponentes.

Culiacán, está en esas condiciones. Zonas violentadas por grupos armados belicosos. Atacan en frentes dispersos para desorientar al enemigo. Entran y salen de las casas y cumplen regularmente con sus objetivos. Asesinan, despojan de vehículos y el temor se generaliza.

En su revuelta sediciosa, tienen enfrentamiento con las fuerzas del gobierno. El poder de las armas que se disparan parece no amedrentar a los facinerosos. Son demasiados y atomizados por toda la ciudad. Las autoridades se hacen bolas porque no saben por donde les podrán disparar.

¿Quién es el responsable de todos estos sucesos? ¿Algún compromiso con los gabachos? Lo cierto es que los sucesos del 25 de julio pasado no se han podido aclarar. Muchas versiones se dicen, pero no dejan claro la forma de como ocurrieron los hechos sobre la traición y de una muerte que nunca debió suceder.

Dos días de sucesos intermitentes. La situación laboral se ha violentado. Los trabajadores y los empresarios no saben como reaccionar. En el gobierno dicen que todo está bien, pero sus trabajadores tampoco van a trabajar. Algo está ocurriendo y en el gobierno lo pueden lamentar.

El País también se acalambra, está a punto de hacer erupción la guerra política que puede destruir la nación soberana que todos queremos. Estamos en el círculo del autoritarismo y cerca perder nuestras libertades y amordazar nuestro derecho de opinar. Alerta mexicanos.

Por los rumbos de la UAS, todo es una estrategia burdamente planeada como canallesca. Todo se junta, una traición, un homicidio, el Gobernador enfermo, un interés desmedido de querer reformar la Ley Orgánica de la UAS, y una consulta a la comunidad universitaria rosalina arbitraria e ilegal que surge desde el Congreso sin importar que hay una sentencia de amparo firme que declara la inconstitucionalidad de toda intromisión del Congreso para llevar a cabo la consulta mencionada ¿Es el plan trazado? ¿Quién traicionó y quien ordenó asesinar? ¿Es el manto que utilizan para cubrir sus pecados?

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