México se enfrenta a un riesgo real de perder su grado de inversión
Octavio Torres
México se enfrenta a un riesgo real de que pierda el grado de inversión en su calificación crediticia.
Para analistas, esto depende de las medidas que tome la próxima administración para mantener estables las finanzas públicas, mismas que ya están comprometidas con un elevado gasto social, un déficit superior al 5% del PIB en 2024 y la renuncia de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para liderar una reforma fiscal.
¿Pero qué pasaría si México pierde el grado de inversión? ¿Cómo reaccionarían los mercados? ¿Qué pasaría con las inversiones reales?
Sobre el grado de inversión, “vemos difícil que se sostenga el siguiente sexenio”, dijo Nadia Montes de Oca, senior Portfolio Manager de Franklin Templeton, debido a que seguirá la política de gasto en México sin nuevos ingresos a la vista.
“Es muy probable que hacia finales del sexenio (de Claudia Sheinbaum) se pierda el grado de inversión”, dijo durante un webinar sobre perspectivas económicas de agosto.
No obstante, señaló que la economía mexicana resistiría una rebaja en la calificación de deuda, tras perder el grado de inversión, posiblemente a finales del sexenio. Y resistirá debido a los fundamentales macroeconómicos del país.
¿Qué tan cerca está México de ello?
Víctor Ceja, economista en jefe de Valmex, coincide en que el país perderá el grado de inversión de parte de calificadoras crediticias como Moody’s o Fitch.
Según Ceja, el principal riesgo para mantener el grado de inversión de México radica en la creciente deuda pública. Las agencias calificadoras como Fitch Ratings han establecido límites claros sobre el nivel de endeudamiento que un país puede mantener sin poner en riesgo su calificación.
Detalla que un déficit público superior al 5% del PIB podría ser un detonante para una rebaja en la calificación.
“Esa es una regla que tienen las calificadoras, precisamente Moody’s, en su último comunicado, señaló que un déficit superior al 5% del PIB sería suficiente para que México perdiera el grado de inversión”, dijo Víctor Ceja.
En un escenario pesimista (con 20% de probabilidad de ocurrir según Franklin Templeton), existe el riesgo de que el país pierda el grado de inversión en dos años, con consecuencias reales para las finanzas públicas, aunque relativamente moderadas para el crecimiento, expresó Nadia Montes de Oca.
En febrero pasado, S&P informó que mantuvo la calificación de la deuda mexicana de largo plazo en moneda extranjera en BBB, es decir en dos niveles por encima del grado de inversión.
Por su parte, Moody’s comentó en 2023 que este año revisará la nota soberana del país porque dispondrá de información importante respecto al nuevo gobierno. Posteriormente, directivos de la empresa dijeron que el gran reto del país será tener un paquete económico 2025 creíble en pos de generar espacios fiscales para reducir el déficit fiscal a menos de 5%.
¿Qué consecuencias traería al crecimiento?
“Primero, habría pánico financiero. México dejaría de estar en algunos de los índices más importantes, entonces sí habría caída de bolsas y demás, pero también hay que recordar que la inversión se está dando por el tema de las importaciones (estadounidenses desde México)”, indicó la especialista de Franklin Templeton. Y eso no depende de la calificación crediticia.
Según Montes de Oca, las inversiones que están llegando, por la relocalización de empresas para apuntalar la plataforma de exportación mexicana, son reales y seguirían en marcha más allá de la posición crediticia del gobierno mexicano.