La negación de una crisis invisible

Vicente Juárez

Enconchado, casi fantasmal, invisible, el alcalde, Juan de Dios Gámez Mendívil, escapa, protegido, de las críticas del periodismo que mama del presupuesto municipal y estatal, en tanto Culiacán es comparado, por la ola de violencia, como la antesala del infierno

En la película La Hora Silenciosa dirigida por el cineasta alemán Werner Müller y estrenada en 2012, se presenta un inquietante retrato de una ciudad al borde del colapso. Ambientada en una metrópolis europea ficticia, la historia sigue a Lena interpretada por la renombrada actriz Sophie Keller una periodista que descubre que los ciudadanos están abandonando las calles al caer la noche debido a un rumor que ha circulado sin control. A pesar de las imágenes de calles desiertas y la evidente tensión entre los residentes el gobierno encabezado por el Ministro de Información Karl Weber interpretado por el actor Michael Schröder insiste en que todo está bajo control y que no existe ninguna amenaza real. Mientras Lena se adentra más en su investigación descubre que esta aparente crisis ha sido alimentada no solo por la falta de información sino también por la negación constante de las autoridades de cualquier situación de emergencia. La película fue rodada en locaciones de Berlín y Praga capturando la atmósfera de una sociedad que al no recibir respuestas claras comienza a caer en el caos interno. Este fragmento es clave en la película ya que pone de relieve la peligrosa desconexión entre el gobierno y la ciudadanía mostrando cómo la desinformación combinada con la falta de transparencia puede llevar a la sociedad a una espiral de desconfianza y miedo. La Hora Silenciosa es una advertencia poderosa sobre cómo la negación y el ocultamiento de la verdad por parte de las autoridades pueden tener consecuencias desastrosas enfatizando la necesidad de una comunicación abierta y efectiva para prevenir el colapso social en situaciones de crisis.

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