Mayor crecimiento requiere políticas industriales, pero también políticas fiscales: FMI

Silvia Rodríguez

El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió que si bien muchos países están intensificando la política industrial para impulsar la innovación en sectores específicos con la esperanza de reactivar la productividad y el crecimiento a largo plazo, esto no es una solución mágica.

En cambio, las políticas fiscales bien diseñadas que apoyen la innovación y la difusión de tecnología de manera más amplia, con énfasis en la investigación fundamental, que constituye la base de la innovación aplicada, pueden conducir a un mayor crecimiento en todos los países y acelerar la transición hacia una economía más verde y digital.

De acuerdo con lo planteado en el Capítulo 2 del Monitor Fiscal de abril de 2024, las políticas industriales generan ganancias de productividad y bienestar sólo cuando los sectores específicos proporcionan beneficios sociales mensurables, como menores emisiones de carbono o mayores derrames de conocimiento a otros sectores; cuando las políticas no discriminan a las empresas extranjeras; y cuando el gobierno tiene una fuerte capacidad para administrar e implementar dicha política.

Sin embargo, apuntó el FMI, la mayor parte de las políticas industriales dependen en gran medida de costosos subsidios o exenciones fiscales, que pueden ser perjudiciales para la productividad y el bienestar si no se enfocan de manera efectiva; además, discriminar a las empresas extranjeras puede resultar contraproducente, ya que dichas políticas pueden desencadenar costosas represalias y la mayoría de los países depende de la innovación realizada en otros lugares.

En algunos casos, destacó, la política industrial puede estar justificada, como cuando apoya sectores que generan fuertes derrames de conocimiento en la economía nacional (por ejemplo, en la industria de semiconductores). Otro caso de uso importante es impulsar la innovación verde y así alcanzar emisiones netas cero requerirá tecnologías que aún no existen. Pero los subsidios a la innovación verde deben ser transparentes, centrarse en objetivos ambientales y complementarse con un precio sólido del carbono para minimizar los costos fiscales.

En términos más generales, los gobiernos que implementan políticas industriales deberían invertir en capacidad técnica, recalibrar el apoyo a medida que cambian las condiciones y actuar en consonancia con mercados abiertos y competitivos. Necesitan diseñar políticas con miras a evitar gastos innecesarios y medidas proteccionistas que podrían fragmentar aún más el comercio mundial .

No obstante, aseguró el organismo internacional, las economías tecnológicamente avanzadas harían bien en elegir una combinación de políticas que apoyen la innovación de manera más amplia, especialmente porque la investigación fundamental con amplias aplicaciones suele carecer de financiamiento suficiente.

Una forma rentable de impulsar la innovación y el crecimiento es implementar una combinación complementaria de financiamiento público para investigación fundamental, subvenciones para investigación y desarrollo para empresas emergentes innovadoras e incentivos fiscales para fomentar la innovación aplicada en todas las empresas. 

El FMI estimó que aumentar el gasto en estas políticas en 0.5 puntos porcentuales del PIB (o alrededor de 50% del nivel actual en las economías de la OCDE) podría aumentar el PIB hasta en 2% para la economía avanzada promedio. Ese nivel de gasto en innovación podría, incluso, reducir la relación deuda-PIB en el largo plazo.

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