T-MEC: EU tiene en la mira regulaciones de México en materia laboral

Reuters

Estados Unidos quiere que México construya instituciones sólidas que protejan los derechos de trabajadores a medida que empresas que buscan evitar interrupciones en la cadena de suministro desde sitios lejanos de producción atraen más empleos al país, dijo Thea Lee, subsecretaria adjunta de Estados Unidos para Asuntos Laborales Internacionales.

México ha empezado a beneficiarse del “nearshoring”, en el que las empresas tratan de acercar la producción al mercado estadounidense manteniendo costos competitivos.

La tendencia está poniendo a prueba aún más un acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entró en vigor desde julio de 2020.

El pacto tiene normas laborales más estrictas que su predecesor de 1994 y apuntala nuevas leyes mexicanas que empoderan a trabajadores para presionar por mejores salarios y condiciones, tras años de sueldos estancados y contratos sindicales favorables a las empresas.

Tres años después de la entrada en vigor del acuerdo, según expertos, algunos trabajadores han empezado a beneficiarse de él, pero aún falta mucho para que tenga un impacto generalizado.

“Esperemos que esto garantice que México no se convierta en un vertedero para empresas que buscan mano de obra barata y regulaciones laxas”, dijo Thea Lee, quien supervisa el cumplimiento del T-MEC.

La funcionaria dijo en una entrevista con Reuters que México estaba trabajando para cumplir sus compromisos, respaldado por un liderazgo interesado en ayudar a los trabajadores.

Las nuevas regulaciones de México favorecen a las empresas que asumen estándares éticos más altos, dijo.

“Quizá hace 20 años estaba bien que una multinacional levantara las manos y dijera: “no tenemos ni idea de lo que hay en nuestra cadena de suministro, cuáles son las condiciones laborales””, añadió. “Eso ya no parece ser aceptable”, subrayó.

México ha avanzado en la mejora de los tribunales laborales, resolviendo más rápidamente las quejas de los trabajadores y facilitando la organización sindical, pero necesita hacer más, dijo Lee.

“Nuestra esperanza es que México esté bien preparado para aprovechar el nearshoring (…) si continúan en el camino hacia la construcción real de instituciones laborales que funcionen, donde los trabajadores puedan tener confianza”, destacó.

Desde el 2020, varias demandas laborales estadounidenses en México han allanado el camino para que los sindicatos independientes consigan aumentos salariales e incluso se expandan. Lee dijo que tales ejemplos inspiran a trabajadores que en el pasado podrían haber temido amenazas o despidos por tratar de organizarse.

Cuatro casos más están en revisión: en una fábrica de textiles, una planta de autopartes, una de neumáticos de Goodyear y una mina propiedad del conglomerado Grupo México.

Sin embargo, un empleador que se enfrentó a dos quejas en el T-MEC, VU Manufacturing, con sede en Estados Unidos, que produce piezas para interiores de automóviles, incluidos reposabrazos y tapicería de puertas en la ciudad norteña Piedras Negras, recientemente despidió a decenas de trabajadores sólo meses después de que un nuevo sindicato, La Liga, presionó por mejores salarios.

VU Manufacturing no respondió a una solicitud de comentarios.

Lee dijo que la empresa se arriesga a sanciones si no mantiene un acuerdo en torno a los derechos de los trabajadores. Pero los miembros de La Liga ya han sido despedidos y temen que la empresa pretenda desalentar la organización, dijo la dirigente sindical Cristina Ramírez, quien perdió su empleo.

“Es muy decepcionante y muy frustrante para nosotros”, dijo Ramírez. “Quisimos luchar por una mejora para todos los trabajadores”, añadió.

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