¿Y si al helicóptero lo tumbó la calor?
Jorge Eduardo Aragón Campos
Desde que la mayor parte de la humanidad dispone de una interconexión con alcance global, en tiempo real, durante 24 horas los 7 días de la semana, no hay verano ni invierno sin fenómenos inéditos y extremos… para la región donde fueron noticia. Aun así, no deja de llamar la atención la onda cálida en España que acaba de dejar 500 muertos:
https://lineadirectaportal.com/internacional/2022/7/20/tragedia-ola-de-calor-deriva-en-500-muertos-en-espana-479952.html}
Se entiende que es nota recalentada y por ende no le vamos a pedir mucho, así que no andaré con muchos prolegómenos, nada más menciono que el clima de la cuenca mediterránea española, es determinado en su mayor parte por su vecindad con el desierto del Sahara. La estafa del cambio climático, en buena parte se sustenta sobre un fenómeno de percepción, producto de que la mayor parte de la población vive en ciudades y ese espacio es su referente climático. Se los explico con Culiacán, que a reserva de lo que digan los especialistas, es el ejemplo perfecto de cuánta pendejada urbanística llevada a la práctica pudiera existir; como todos los cuerpos, el de las ciudades produce calor propio pero además absorbe y retiene el del medio ambiente circundante, es decir que conforme va creciendo la mancha urbana, la ciudad se va volviendo más caliente tanto por la intensidad de sus temperaturas como por su duración; estamos hablando de que las ciudades son ecosistemas separados del original e interaccionan entre ellos.
¿Cada año hace más calor? En el centro de la ciudad de Culiacán, sí ¿Y en el municipio? Es probable, pues la mayoría de las comunidades costeras han crecido al igual que Culiacán: ellas también están aportando una mayor cuota de calor al entorno, pero en contraparte, las poblaciones de la zona serrana se han reducido hasta el punto que muchas han desaparecido, siendo conquistados esos espacios por “el monte”, lo cual provoca que las temperaturas ahí sean más bajas. Entonces pues ¿la ciencia puede darnos una respuesta razonablemente precisa a la pregunta “Cada año hace más calor en el municipio de Culiacán”? No, no puede. Y esa limitante es para este lugar, aquí en cortito, ahora imagínenlo a escala global.
Lo del helicóptero fue una tragedia, sin duda, como también lo es la demostración de que pese a todo lo ocurrido recientemente, nos seguimos negando a agarrar seriedad.
El escenario del siniestro no fue una cañada solitaria en la sierra o mar adentro, se trata de un lugar populoso dedicado a la producción agrícola, cercano a una ciudad de tamaño medio… hasta el día de hoy, al menos yo no he sabido de nadie que diga: se escuchó una explosión e inmediatamente después… A menos que se hayan valido de telequinesis, en ese caso… ya valió madre todo. El otro punto que convierte ese mitote en una caricatura del coyote y el correcaminos, es que la caída ocurre después de concluido el operativo de la detención: si cuentas con los recursos para derribar un mastodonte de esos ¡LOS USAS ANTES! ¿Después ya para qué? ¿Para demostrar qué? ¿Qué el dinero no quita lo pendejo? Las dos preguntas de oro ¿Ya declaró el sobreviviente? ¿Ya abrieron la caja negra? Qué ha pasado con eso ¿O también estos helicópteros son distintos?
Felipe Guerrero, publicó aquí en redes su investigación sobre esa clase de aeronaves y nos dejó sin espacio para la duda: ese aparato no debió caerse; mucho menos así, con ese saldo. Ese es el dato duro y la piedra angular que rige sobre cualquier hipótesis, por lo que error humano, sabotaje y corrupción deben ser considerados como posibilidad y como probabilidad.