Se espera que la pérdida de dinamismo en las remesas se prolongue, coinciden analistas
Gabriel Nava y Santiago Nolasco
Gracias a factores como el clima migratorio adverso en Estados Unidos y hasta el estado actual de su economía, el envío de remesas hacia México continúa perdiendo dinamismo.
Según datos del Banco de México(Banxico) el monto acumulado de los ingresos por remesas en el periodo enero – septiembre de este año registró una caída anual de 5.5%.
De tal forma que las remesas que enviaron los migrantes a suelo mexicano tuvieron un valor de 45 mil 681 millones de dólares en dicho periodo.

Además, el monto figuró como la primera contracción en el valor de las remesas para un enero-septiembre desde el 2013. En aquel año los dólares con destino México cayeron casi 3%.
Tendencia similar a lo detectado durante el noveno mes del año, cuando la captación de remesas disminuyó 2.7%; cuestión que contrastó diametralmente con lo registrado durante el año pasado.
“Al ajustar por tipo de cambio e inflación, las remesas registraron en septiembre una caída real de 11.6 %, lo que representó la cuarta disminución consecutiva en términos reales. Esta contracción se explicó por la combinación de menores ingresos en dólares, presiones inflacionarias internas y la apreciación del tipo de cambio respecto a septiembre del año anterior”, planteó al respecto el equipo de análisis de Valmex Casa de Bolsa.
Entre las causas de tal pérdida de dinamismo, en consideración de diversos analistas de mercado, destacan las condiciones adversas para los inmigrantes y el estado actual en el mercado laboral de Estados Unidos, por mencionar.
Incluso, otro de los factores a resaltar sería la propia disminución de las operaciones referentes a las remesas, ya que estas disminuyeron 5.15 % respecto al mismo periodo del 2024, según un análisis de Banco BASE.
“La caída en las remesas en lo que va del año implica 6.3 millones de operaciones menos respecto a los primeros nueve meses del 2024, por lo que muchas personas en México que recibieron remesas el año pasado, han dejado de recibirlas en 2025. De hecho, en número de operaciones, es la mayor caída en registro respecto al año previo”, explicó la directora de análisis económico de esa institución financiera, Gabriela Siller.
¿Qué esperar?

A futuro, los analistas de mercado esperan que la pérdida de dinamismo en el envío de remesas se prolongue ante la política migrante y económica imperante en Estados Unidos; cuestiones que encuentran como común denominador a la actual administración de aquella nación.
“Anticipamos que las remesas continúen mostrando atonía en lo que resta del año, respondiendo a las políticas migratorias de Estados Unidos y a la perspectiva de menor generación de empleos en ese país. Para todo 2025 prevemos una caída de 5.3% desde el aumento de 2.3% de 2024, la primera disminución desde 2013”, sostuvo, en ese sentido, el departamento de estudios económicos de Banamex.
Oportunidad de oro en riesgo
Una de las consecuencias que derivarían de la disminución en el envío de remesas sería la disminución en la intensidad con la que se ha disminuido la pobreza, advirtió un análisis de Research.
Al respecto, el efecto positivo que generan los envíos monetarios de los connacionales en sus hogares mexicanos ha permitido contar con recursos suficientes para acceder a diversos bienes y servicios que les permiten a sus familias poder esquivar el escenario de precariedad y pobreza extrema que persiste en el país; escenario que figura amenazado ante la pérdida de dinamismo en las remesas.
“1.1 millones de personas en México están fuera de la pobreza multidimensional gracias a las transferencias por remesas. Para la medición de 2024, si no se consideran los ingresos por remesas, la población en condición de pobreza en México aumentaría de 38.5 millones a 39.6 millones de personas”, según BBVA Research.
