Incertidumbre y aranceles nublan el panorama de 2026, advierten analistas

José Manuel Martínez

México cerrará 2025 con una economía prácticamente estancada y sin resolver los factores estructurales que limitan su crecimiento hacia 2026, revela la más reciente encuesta a analistas económicos realizada por el banco estadounidense Citi.

Para el próximo año, las expectativas tampoco mejoran. La mediana de los 37 especialistas de instituciones financieras consultados por Citi anticipa un crecimiento de apenas 1.3%, reflejo de una economía que avanza con dificultad y bajo un entorno externo adverso que propicia que 2025 la expansión económica pronosticada sea de apenas 0.5%.

Julio Ruiz, economista en jefe de Citi, explicó en entrevista que el desempeño económico de este año ha sido menos negativo de lo previsto, gracias a la resiliencia del sector servicios y, de manera sorpresiva, al repunte moderado de las manufacturas en el primer semestre, pero con signos fuertes de estancamiento en la segunda mitad del año.

El mayor riesgo hacia adelante dijo Ruiz, es la incertidumbre política y comercial con Estados Unidos, derivada del proceso de revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC). La renegociación, impulsada bajo la presión del presidente Donald Trump, está afectando las decisiones de inversión.

“Las empresas están posponiendo inversiones, sobre todo en 2025 y parte de 2024, al no saber cuáles serán las nuevas reglas del juego del tratado comercial”, explicó el economista.

En el frente interno, las presiones inflacionarias continúan. Los analistas encuestados por Citi prevén que la inflación cierre 2025 en 3.9% y se mantenga cercana a 3.8% en 2026, sin señales claras de una desaceleración sostenida.

Parte de esas presiones proviene de la nueva política comercial del gobierno mexicano, que impuso aranceles de hasta 50% a productos de consumo e insumos industriales, afectando sobre todo las importaciones provenientes de China, las cuales representan cerca del 20% del total.

“Este cambio tiene un doble efecto negativo: encarece los productos de consumo y eleva los costos de bienes intermedios y de capital utilizados por las manufacturas, lo que puede restar competitividad al sector”, advirtió Ruiz.

Pese a este panorama, los analistas esperan que el Banco de México continúe reduciendo la tasa de interés de referencia, que cerraría este año en 7% y bajaría a 6.5% en 2026, con el objetivo de apuntalar la inversión y el consumo.

El entorno político y judicial será determinante para la confianza empresarial. Ruiz destacó que la reforma al Poder Judicial genera incertidumbre entre los inversionistas, pero si las decisiones de jueces y magistrados se mantienen imparciales, esa preocupación podría disiparse. Asimismo, añadió, que una mejora en las condiciones de seguridad sería clave para destrabar nuevos proyectos de inversión.

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