Urge reforma fiscal para reducir desigualdad en México: Oxfam e INDESIG

A pesar de los avances en política social y laboral de los últimos años, la desigualdad de ingresos en México sigue siendo una de las más altas del mundo, advirtieron Efrén Pérez, gerente de gestión de conocimiento en Oxfam México, y Máximo Jaramillo, director del Instituto de Estudios sobre Desigualdad (INDESIG), al comentar el informe ¿Derechos o privilegios?, elaborado por ambas organizaciones, durante una entrevista con Aristegui en Vivo.

“El informe es una mirada a la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares desde la perspectiva de desigualdades y con un enfoque de derechos y de género”, explicó Efrén Pérez. Una de las principales conclusiones del documento es que “a pesar de los avances en política social y en política laboral de los últimos seis años, la desigualdad de ingresos en nuestro país es persistente”.

Detalló que “una persona del 10% más rico obtiene 65 veces más que una persona del 10% más pobre, y una persona del 1% más rico obtiene 442 veces más ingresos que una persona del 10% más pobre de la población”. Más allá de estas cifras, que reflejan la brecha que existe entre los ingresos de las y los mexicanos, subrayó que lo relevante es “lo que eso significa en términos de ejercicio de derechos de las personas”.

Ambos expertos coincidieron en que el nivel de ingresos condiciona el acceso a servicios básicos. “Los hogares y las personas tienen que utilizar dinero de su bolsillo para pagar servicios que deberían ser públicos, que son obligación del Estado mexicano. Por ejemplo, la educación, la salud, la vivienda”, afirmó Pérez.

“Los derechos no se están ejerciendo de manera plena, sino que se ejercen conforme aumentan los ingresos. Quienes tienen más ingresos, entonces pueden tener más derechos”, añadió.

Respecto al patrón de gasto de los hogares, indicaron que este también refleja la desigualdad estructural.

“Algunos hogares gastan para sobrevivir y para subsistir, y otros gastan en lo que quieren”, señaló Efrén Pérez. “Nosotros sintetizamos nuestro argumento en una frase: dime dónde pones tu dinero y te diré dónde estás en la sociedad mexicana”.

Por su parte, Máximo Jaramillo explicó que los datos del informe fueron ajustados con una metodología que empata la información de los hogares con las cuentas nacionales. Esto permite una medición más precisa de las brechas. “Lo que veíamos de que el 10% más rico gana 14 veces más que el 10% más pobre, pues nosotros encontramos que en realidad no es así. Es más de 60 veces esa diferencia”, apuntó.

El informe revela que el 1% más rico del país tiene un ingreso promedio por casi un millón de pesos por persona. “Para estar en el 10 % más rico del país, basta con tener poco más de 25,000 pesos por persona al mes de ingresos; para estar en el 5 % más rico, es un poco más de 40,000 pesos por persona al mes; pero para estar en el 1 % más rico hay que ganar poco más de 150,000 pesos por persona al mes. Ahí mismo las diferencias son muy amplias”, apuntó Jaramillo.

“Eso hace que, al final de cuentas, más de la mitad de los ingresos queden acumulados dentro del 10 % más rico, y dentro de ellos, el 35 % de los ingresos —es decir, uno de cada tres pesos que se generan en los hogares del país— queden en el 1 % más rico de la población”, precisó.

Sobre las fuentes de ingreso, los investigadores señalaron que el aumento en los ingresos proviene principalmente de los salarios. “Básicamente, 55 de cada 100 pesos del incremento que se ve en los hogares más pobres viene de la parte laboral, y por ejemplo, la parte de programas sociales específicamente aporta cerca de 14 de cada 100 pesos”, explicó Jaramillo.

Ambos coincidieron en que los programas sociales no han beneficiado principalmente a los sectores más pobres. “La mayor parte de ese incremento de la bolsa se dirigió a la mitad superior en términos de ingresos del país, la mitad con mayores ingresos, y no a la mitad más pobre”, indicó Jaramillo. Además, mencionó que la cobertura de programas sociales entre los hogares más pobres disminuyó del 80% en 2018 al 58% en 2024.

En ese contexto, consideraron urgente una reforma fiscal progresiva. “Es ineludible, es urgente”, sostuvo Jaramillo. “Aquí en México lo que se necesita es una reforma fiscal que tome más de los más ricos y, al final de cuentas, que haga un poco más justo nuestro muy desigual país”.

Share

You may also like...