México debe buscar excluir de aranceles todo lo que cumpla con el T-MEC: exjefe negociador

Kenneth Smith Ramos, exjefe negociador técnico del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), señaló que México debe buscar excluirse de cualquier arancel base por parte de Estados Unidos, incluyendo aquellos que puedan derivarse de las siete investigaciones por seguridad nacional que actualmente lleva a cabo el gobierno de Donald Trump en sectores clave como farmacéuticos, minerales, cobre, semiconductores y camiones pesados.
Durante una entrevista con Aristegui en Vivo, Smith señaló que los acuerdos que ha negociado Estados Unidos con la Unión Europea, Japón y Reino Unido ofrecen pistas claras sobre el tipo de relación que buscará establecer con México y Canadá en el corto plazo, dada su decisión de imponer aranceles del 30% a partir del 1 de agosto.
“Lo que estamos viendo es una posición de Estados Unidos en la que, independientemente de que negocie, establece aranceles base”, explicó.
Resaltó que este tipo de aranceles impuestos por Trump van acompañados de medidas restrictivas como cuotas o cupos: “Vemos situaciones con Reino Unido, con Japón, con la Unión Europea, donde Estados Unidos permite la entrada de ciertos productos sin arancel pero con límites cuantitativos”.
México debe negociar exclusiones
El exjefe negociador técnico advirtió que la actual negociación arancelaria, de cara al 1 de agosto, necesariamente va a impactar la revisión del T-MEC, especialmente si México acepta cupos, límites cuantitativos en acero, aluminio o ciertas barreras arancelarias que no se tienen en el tratado.
Recordó que México ha estado exento de los llamados aranceles recíprocos del 25% en todos los productos, ya que estableció una excepción para aquellos que cumplieran con el T-MEC.
“No queda claro si lo que va a suceder el primero de agosto es un arancel de 30% a todos los productos o si simplemente va a replicar lo que hizo con los aranceles de inmigración y fentanilo y cobrarle 30% de arancel únicamente a lo que no cumpla con T-MEC”.
Por lo tanto, el exfuncionario señaló que “lo que debe buscar México es una exclusión de los aranceles de todo lo que cumpla con T-MEC —que no pague arancel—, así como una garantía de exclusión de futuras investigaciones por motivos de seguridad nacional”.
Recordó que dichas exclusiones ya se habían logrado en el proceso original de negociación del T-MEC en 2018, pero advirtió que la administración Trump parece estar dispuesta a ignorar los compromisos previos.
“Eso obtuvimos en el T-MEC, eso negociamos en 2018. Ahora lo está violando Trump”, dijo, al tiempo que señaló que si México no logra eludir la imposición de aranceles “va a ser muy complicado” eliminarlos durante la discusión de la revisión del T MEC en 2026.
El especialista destacó que México ha adoptado una postura de colaboración con Estados Unidos frente a las prácticas desleales de países como China, particularmente en el sector acerero.
“Nosotros no somos el problema. Hay que trabajar juntos: Estados Unidos, Canadá y México, para combatir prácticas desleales, principalmente de China, en el sector acerero; crear barreras justificadas en contra de estas prácticas, que respondan a esta sobrecapacidad china que está inundando los mercados mundiales, y también el norteamericano. Pero no deberíamos pelearnos entre nosotros ni imponernos barreras mutuamente”.
En ese sentido, hizo hincapié en que México, como ha señalado el secretario de Economía Marcelo Ebrard, no representa ninguna amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos en materias como el acero y el aluminio, actualmente gravados con el 50% por el gobierno estadounidense.
“Entonces, más que pelearnos en América del Norte, México debe intentar convencer a Estados Unidos de que la economía mexicana es esencial para que Estados Unidos logre competir con China”, apuntó.
Inteligencia artificial y semiconductores: clave para México
Smith Ramos subrayó que uno de los ejes estratégicos que México debe impulsar en la revisión del T-MEC es el papel del país como proveedor de alta tecnología, especialmente en semiconductores y manufactura avanzada, ya que nuestro país es el principal proveedor de insumos para Estados Unidos en este último rubro.
“Yo creo que México puede ser un gran proveedor de Estados Unidos en el sector de semiconductores y manufactura avanzada. Justamente es uno de los temas que deberíamos tratar en la revisión del T-MEC”, indicó.
Asimismo, planteó que México debe presentar propuestas concretas para regular y fomentar el uso de la inteligencia artificial en los procesos productivos de América del Norte.
Trump negocia desde la fuerza
Smith criticó el estilo de negociación del presidente estadounidense Donald Trump, señalando que busca imponer condiciones desde una posición de fuerza, como quedó evidenciado en la firma del acuerdo con la Unión Europea realizada en un campo de golf del expresidente en Escocia.
“Te muestra mucho de la dinámica de cómo opera la administración Trump, tratando de negociar siempre desde una posición de fuerza, desde una posición favorable. Ahora sí que jugando de local, tanto en la relación con la Unión Europea como en lo que ha sucedido en las discusiones entre México, Estados Unidos y también Canadá”, aseguró.
En ese sentido, expresó dudas sobre los acuerdos a los que llegó recientemente con la Unión Europea, específicamente sobre la viabilidad de sus objetivos, en particular en materia energética e inversiones privadas.
“Simplemente no es posible que se comprometa un gobierno a esas cantidades de inversión, porque no son inversiones del gobierno”, dijo al referirse al compromiso europeo de invertir cerca de un trillón de dólares en Estados Unidos.
Del mismo modo, consideró excesivamente ambiciosa la meta de importar 350 mil millones de dólares en productos energéticos en solo tres años, cuando en 2024 las importaciones desde Rusia fueron de apenas 25 mil millones.
“Yo creo que, al final de cuentas, le puede convenir a Europa, pero va a ser difícil cambiar la estructura energética actual. Si tú ves lo que están importando de productos energéticos de Rusia, es mucho menor —casi diez veces menor— de lo que se está planteando que va a importar Europa de Estados Unidos”, concluyó.