Derechos humanos en riesgo

Laura Rojas

Cada año, Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional publican informes exhaustivos sobre el estado de los derechos humanos en el mundo. Los más recientes, publicados en enero y abril de 2025 respectivamente, analizan los principales avances y retrocesos durante 2024. En ellos se aborda la situación global, regional y nacional, incluyendo un diagnóstico puntual sobre México.

En su Informe Mundial 2025, HRW documenta el estado de los derechos humanos en más de 100 países. Uno de los ejes principales del análisis es el impacto desigual de las elecciones nacionales celebradas en más de 70 países durante 2024. El balance general que presenta HRW señala que pese a la persistencia de procesos electorales formales, la calidad democrática y el respeto a los derechos humanos continúan enfrentando desafíos estructurales en distintas regiones del mundo. El informe subraya la necesidad de evaluar no solo la existencia de elecciones, sino también las condiciones en las que se llevan a cabo y su impacto real en la protección de libertades fundamentales.

México aparece como un caso preocupante. Según HRW, el país continúa enfrentando altos niveles de violenciaimpunidad y militarización de la seguridad pública. La organización alerta sobre el debilitamiento progresivo de las instituciones independientes y el uso político de la Fiscalía General de la República. Además, subraya que el gobierno federal ha mantenido una relación conflictiva con los medios de comunicación y la sociedad civil, lo cual afecta la rendición de cuentas.

Por su parte, Amnistía Internacional presentó su Informe 2024/25 en abril de 2025, con datos de 155 países. En el caso mexicano, el informe destaca el uso excesivo de la fuerza por parte de fuerzas armadas, la criminalización de defensores de derechos humanos y periodistas, y la persistente falta de acceso a la justicia para víctimas de desapariciones, feminicidios y desplazamientos forzados. El documento advierte que los retrocesos institucionales y la creciente concentración del poder amenazan derechos fundamentales como la libertad de expresión, la autonomía judicial y el acceso a mecanismos de protección.

A nivel global, ambos informes coinciden en señalar un contexto de crecientes amenazas a los derechos humanosHRW denuncia el uso estratégico del doble discurso por parte de gobiernos que, por un lado, condenan violaciones en el exterior pero, por otro, las perpetran o toleran en su territorio. Amnistía, por su parte, hace énfasis en el debilitamiento del multilateralismo, el aumento de conflictos armados y el retroceso en derechos sexuales y reproductivos en varias regiones.

Aunque los informes no coinciden en sus metodologías, ambos coinciden en identificar patrones preocupantes: autoritarismoimpunidad y debilitamiento del Estado de derecho. En el caso de México, se suma una creciente militarización, una alta letalidad en operativos de seguridad y un contexto de violencia estructural que no ha sido resuelto.

Estos diagnósticos ofrecen una alerta oportuna, tanto para actores políticos como para la sociedad civil. Si bien se mantiene una democracia electoral funcional, la debilidad institucional y la falta de contrapesos siguen siendo un riesgo latente.

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