Playas de México están en peligro: podrían desaparecer por este fenómeno

Roberto Trejo
México es uno de los países con mayor número de playas en el mundo, gracias a su ubicación estratégica con costas en el océano Pacífico y el Golfo de México. Sin embargo, algunas de estas zonas costeras podrían desaparecer en las próximas décadas debido al avance del cambio climático.
El derretimiento de los polos y glaciares está provocando un aumento en el nivel del mar, lo que podría llevar a la desaparición de playas mexicanas, advierten expertos. Al subir el nivel del agua, algunas franjas costeras quedarían completamente sumergidas, y México se encuentra entre los países más vulnerables ante este fenómeno.
La NASA proyecta aumento del mar en playas mexicanas
Contexto: según la herramienta Sea Level Projection de la NASA, que permite visualizar escenarios de aumento del nivel del mar a nivel global, varias de las playas más emblemáticas y turísticas de México podrían sufrir impactos significativos para el año 2100, incluso bajo un escenario conservador:
Acapulco, Guerrero
Aumento proyectado: 1.16 metros
Una de las zonas más vulnerables del país.
Progreso, Yucatán
Aumento proyectado: 0.94 metros
El puerto retrocedería notablemente ante el avance del mar.
Ciudad Madero, Tamaulipas
Aumento proyectado: 0.93 metros
Riesgo alto de pérdida de zonas urbanas costeras.
Manzanillo, Colima
Aumento proyectado: 0.91 metros
El puerto y áreas residenciales estarían en riesgo.
Ciudad del Carmen, Campeche
Aumento proyectado: 0.90 metros
Amplias porciones del litoral podrían quedar sumergidas.

Salina Cruz, Oaxaca
Aumento proyectado: 0.81 metros
Posibles afectaciones al puerto y comunidades cercanas.
Guaymas, Sonora
Aumento proyectado: 0.80 metros
Impacto considerable en zonas habitadas y turísticas.
Coatzacoalcos, Veracruz
Aumento proyectado: 0.77 metros
Riesgo para infraestructura y asentamientos urbanos.
Mazatlán, Sinaloa
Aumento proyectado: 0.74 metros
Potencial pérdida de zonas hoteleras.
Alvarado, Veracruz
Aumento proyectado: 0.73 metros
El mar podría avanzar sobre áreas pobladas y agrícolas.
Cabo San Lucas, Baja California Sur
Aumento proyectado: 0.67 metros
Riesgo moderado, pero con impactos potenciales en el turismo.
Estas estimaciones corresponden a un escenario donde el deshielo polar no se acelera significativamente. Si las emisiones continúan aumentando al ritmo actual, las consecuencias podrían ser aún más graves.

Estudios científicos confirman la vulnerabilidad de las costas mexicanas
Un estudio titulado “Los impactos esperados del nivel del mar en la costa atlántica mexicana”, publicado en la plataforma especializada ScienceDirect, señala que varias regiones de México son especialmente vulnerables al aumento del nivel del mar debido a sus litorales bajos y arenosos, con extensos humedales adyacentes.
Las zonas más expuestas son:
Yucatán y Quintana Roo: áreas bajas de la Península de Yucatán, incluyendo Isla Mujeres, presentan las mayores superficies potencialmente inundables.
Campeche: la Laguna de Términos enfrenta un alto riesgo por su baja altitud y su frágil ecosistema costero.
Veracruz: especialmente las zonas deltaicas como Alvarado y la laguna de Tamiahua, donde ya se registra un ascenso del mar de hasta 1.8 mm por año.
Tamaulipas: la región de la Laguna Madre es una de las más vulnerables, con riesgo ante un aumento del nivel del mar de hasta dos metros.

¿Por qué está subiendo el nivel del mar?
El aumento del nivel del mar es una consecuencia directa del cambio climático. A medida que el planeta se calienta, ocurren dos fenómenos clave:
Fusión de hielo polar: Las grandes masas de hielo de Groenlandia y la Antártida se están derritiendo, vertiendo enormes cantidades de agua dulce en los océanos.
Expansión térmica del océano: El agua se expande al calentarse. Incluso sin la contribución del deshielo, el calentamiento global haría que el nivel del mar aumente debido a este efecto.
A estos factores se suman otros, como la extracción de agua subterránea, que eventualmente llega al mar, y el hundimiento de ciertas zonas costeras, ya sea por causas naturales o provocadas por el ser humano.
Este fenómeno representa una amenaza silenciosa, pero constante. No se trata de una catástrofe repentina, sino de un proceso gradual que, con el tiempo, podría poner en peligro ecosistemas, ciudades costeras y millones de vidas.
