¿Y en tres meses, qué?

Javier Garza
La pausa de tres meses de los aranceles que había amenazado Donald Trump a las exportaciones de México a Estados Unidos es un respiro para la economía mexicana, pero no resuelve el problema de fondo, que es la incertidumbre sobre el panorama comercial en los próximos meses.
Parece que Trump se resiste a asestarle el golpe a la relación comercial aplicando aranceles generalizados, algo que sería devastador para los consumidores norteamericanos, pero la falta de una política clara y constante también es dañina para la economía mexicana, cuando las empresas no tienen claridad para sus inversiones productivas.
Porque ahora la pregunta es, ¿qué va a pasar en tres meses?