Pandemia afectó más a niños de cuarto y quinto de primaria: informe Mejoredu
Luis Ramos Chavero
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) encontró que la pandemia de covid-19 causó un impacto negativo en los aprendizajes escolares, principalmente a los niños que iniciaron cuarto y quinto de primaria en aquellos años, pero también trajo consigo nuevas experiencias y formas diferentes de aprender, lo que puede servir en el proceso de recuperación y fortalecimiento de dichos aprendizajes en México.
Este organismo autónomo, que recientemente fue desaparecido por una reforma constitucional aprobada por el Congreso, aseguró que ahora se cuenta con información para identificar a los alumnos que requieren atención inmediata, así como herramientas, orientaciones y recursos para atenderlos con oportunidad y eficacia, además, señaló que cuenta con la experiencia docente y la voluntad de las autoridades educativas para el avance progresivo en su fortalecimiento y mejora.
De acuerdo al informe “Evaluación diagnóstica del aprendizaje de los alumnos de educación básica 2022-2023”, se pudieron explorar los aprendizajes de las y los estudiantes de segundo a sexto de primaria y de primero a tercero de secundaria al ingresar al ciclo escolar 2022-2023 en tres áreas de conocimiento: Lectura, Matemáticas y Formación Cívica y Ética.
Los resultados de las evaluaciones permiten conocer información sobre los aprendizajes que los estudiantes dominan y que son base para aprender nuevos conocimientos más adelante, por otra parte, se pueden observar conocimientos no consolidados en los que se debe fortalecer la enseñanza de los niños y jóvenes.
El informe señala que los resultados se pueden leer desde la perspectiva de los aprendizajes y por la otra desde los alumnos.
De esta manera, se pudo observar que hay resultados bajos en cuanto al aprendizaje de los alumnos, de acuerdo a los porcentajes promedio de aciertos expresados en los niveles de primaria y secundaria. Esta baja puntuación se agudiza en cuarto y quinto grados de primaria, así como en los tres grados de secundaria.
En el caso de los estudiantes, el informe arroja a tres grupos:
- El primer grupo que demuestra dominar adecuadamente los contenidos del grado escolar previo, que son los menos.
- El segundo grupo, de dimensiones variadas, que muestra un aprendizaje regular e intermedio y que exigirá tareas de apoyo y fortalecimiento
- El tercer grupo, que son la mayoría de los alumnos, presenta los aprendizajes más bajos, en los que habrá que focalizar las acciones de atención prioritaria para ponerlos al nivel adecuado para continuar con los aprendizajes del grado que cursarán más adelante.
El impacto de la pandemia en los niños de primaria
Se encontró que en la educación primaria, en las tres áreas de conocimiento antes descritas, se observa una tendencia decreciente en el porcentaje de aciertos desde tercero hasta quinto grado, con un ligero repunte en sexto.
Es decir, los estudiantes que iniciaron cuarto y quinto de primaria en el ciclo 2022-2023 obtuvieron el menor porcentaje de aciertos en comparación con el resto de los grados. Ellos se caracterizan por haber cursado los dos grados anteriores en pandemia, es decir, tercero y cuarto, lo cual refleja la necesidad de reforzar en las aulas los aprendizajes del segundo ciclo de primaria, equivalente a la Fase 4 del nuevo plan de estudios 2022.
“Si bien los resultados sólo tienen un alcance descriptivo, una posible hipótesis es que primero y segundo de primaria se consideran grados que enfatizan la adquisición del sistema de escritura, así como de conceptos básicos de sentido numérico y de ciudadanía. Por su parte, en tercero y cuarto hay un salto importante en la complejidad de los conocimientos y habilidades que se plantea que el alumnado desarrolle. Esto aunado a que en los primeros grados las actividades, principalmente de lectura, son guiadas y acompañadas por los docentes, mientras que a partir de tercer grado se pide una mayor autonomía a las y los estudiantes en las actividades escolares”, se lee.
Además llegaron a estas conclusiones derivadas de la pandemia:
- 1.- Se requiere la creación y el robustecimiento de espacios de colaboración, expresado en la intensificación del trabajo colegiado y en el proceso de formación entre pares para la elaboración de planeaciones didácticas, la selección de contenidos y recursos, la definición de estrategias de enseñanza, la elaboración de diagnósticos comunes y el uso de herramientas digitales, han dado lugar a formas de trabajo más participativas, horizontales y colectivas en las que incluso se han involucrado las familias.
- 2.- El desarrollo y fortalecimiento de las habilidades docentes ha tenido como resultado una mayor autonomía en la toma de decisiones sobre la implementación del currículo, la priorización de contenidos y su dosificación, así como en la flexibilización de la práctica docente, con el uso de diversos recursos digitales, tales como plataformas, programas educativos mediados por las tecnologías y la implementación de nuevos usos de redes sociales.
- 3.- El mayor apoyo y acompañamiento a estudiantes a través del desarrollo de diagnósticos detallados por individuo al inicio y final del ciclo escolar, la identificación del grado de avance de cada uno, la puesta en práctica de formas de atención diferenciada y la definición de acciones de recuperación de aprendizajes a través de tutorías y procesos de retroalimentación.
- 4.- La incorporación de nuevas formas, tiempos y espacios para continuar los procesos educativos, a partir de la adopción de otros canales y estrategias de comunicación con el alumnado, de modo que se implementen modos de trabajo a distancia o híbridos.
Otras conclusiones del informe
Se señala que avanzar en la mejora continua de la educación requiere mirar a profundidad la dinámica de los procesos de enseñanza y aprendizaje en los centros escolares y en las aulas. Una manera de aproximarse a ellos consiste en conocer y analizar de manera contextualizada los puntos de partida en los aprendizajes de las y los estudiantes al inicio del ciclo escolar, lo cual permite conocer dónde se encuentran y, a partir de ello, definir cómo apoyarlos de mejor manera para seguir promoviendo su desarrollo y formación integral.
Además, se indica que existen diversas formas de recopilar evidencias sobre los puntos de partida en los aprendizajes del alumnado, tales como la observación en el aula, el planteamiento de preguntas, la construcción de proyectos, la preparación de exposiciones o debates, así como el uso de instrumentos de apoyo a la evaluación.
Mejoredu impulsó un modelo de evaluación diagnóstica, formativa e integral que plantea un cambio conceptual orientado a resignificar la evaluación y ponerla al servicio de la mejora continua de la educación. Específicamente, integra aquélla a los procesos educativos en los ámbitos de aprendizaje, práctica docente y gestión escolar, con una perspectiva participativa e incluyente que impulsa los procesos de autoevaluación y coevaluación.
Otra estrategia fue el desarrollo de un conjunto de instrumentos y materiales que, unido a otras evidencias, apoye la integración de un diagnóstico del aprendizaje del alumnado con fines, además, formativos.
Dicha información obtenida se puede complementar con la información del contexto de cada escuela; por ejemplo, las condiciones para la enseñanza y el aprendizaje, el contexto familiar, y el contexto social y cultural de cada comunidad escolar.
Así es posible definir metas específicas y alcanzables, así como fundamentar la toma de decisiones orientada a la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje. De esta forma, las evaluaciones diagnósticas no están orientadas a calificar, clasificar, juzgar o etiquetar al alumnado, sino a reflexionar acerca del grado de apropiación de algunos conocimientos y habilidades que son relevantes para su formación, lo cual permite analizar con detalle en qué temas, contenidos o procesos se requiere una intervención para su fortalecimiento, y tener algunos referentes para entender las razones detrás de los resultados obtenidos.