Morena, hora de un golpe de timón interno…

Rosy Ramales
El nueve de julio Morena cumplió 11 años de haber obtenido el registro como partido político nacional. Sin embargo, no ha podido constituirse como institución política real; sigue siendo un Movimiento, donde convergen diversos grupos políticos y, en consecuencia, intereses de toda índole.
Y todo mundo hace lo que quiere, interna y externamente, por encima de los liderazgos formales y de los principios de Morena.
Vean a Adán Augusto López Hernández siempre por la libre hasta que se topó con el actual gobernador de Tabasco, Javier May Rodríguez, cuya acusación contra Hernán Bermúdez Requena desató todo el escándalo sobre el senador.
Vean al diputado Ricardo Monreal Ávila vacacionando por España en días que coincidieron con la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena. Claro, como él dice, tiene derecho a pasear. ¿Pero en la Madre Patria, a la cual, por cierto, AMLO tanto exigió ofrecer disculpas por el agravio de la conquista?
En España, cuando a México le sobran destinos turísticos. En España, al estilo de los “neoliberales” que tanto critican los morenistas. Monreal asegura disfrutar el viaje con recursos propios; nada más faltaba que con recursos de la Cámara de Diputados, donde hay receso y donde regresará a “trabajar”, si a la dolce vita se le llama trabajo.
Vean Andrés Manuel López Beltrán faltando a la sesión extraordinaria del Consejo Nacional de Morena, partido al cual seguramente le haría bien su ausencia definitiva, pero resulta que por ahora es el Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional.
Vean a Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, autorizando esquelas vía institucional y ocupado en resolver asuntos personales relacionados con violencia política.
Vean al senador Gerardo Fernández Noroña (recién afiliado a Morena) con sus viajes internacionales: Estrasburgo, Francia, para participar en un encuentro en la Conferencia Europea de Presidentes de Parlamentos; Roma, Italia, para asistir a la Segunda Conferencia Parlamentaria sobre el Diálogo Interreligioso.
¿Cómo va esa frase popular? Ah, sí: “Comunistas hasta que se enriquecen”.
Para qué quiere Morena enemigos con militantes como ellos. La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha de sudar frío con tanta perla morenista.
Quizá a Morena le ha llegado a hora de dar un golpe de timón interno, un manotazo, antes de que empiece a desmoronarse como polvorón; poner quietas a las ‘vacas sagradas’ o de plano sacudírselas. Incluso, hay quienes ven en el caso Adán Augusto – Hernán Bermúdez el principio del fin del partido guinda.
Pero también puede ser el principio del golpe de timón. Vaya, la persecución de Hernán Bermúdez por sus presuntos vínculos con el grupo criminal “La barredora”, caso que ha golpeado duramente a Adán porque aquél fue su Secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Tabasco, no salió de la nada.
Cuántos años le llevó a AMLO construir Morena, su partido político; al menos 12 años, contando su propia lucha por llegar a la Presidencia de México. Imagínese, para que en un abrir y cerrar de ojos se acabe por intereses de ‘vacas sagradas’.
Y si se van, que se vayan.
Adán, Ricardo, Noroña, Sergio, no son ni un pelo de Cuauhtémoc Cárdenas, de Porfirio Muñoz Ledo, o del mismo AMLO para fundar otro partido de izquierda. Ni siquiera tienen base social, por algo llegaron al Congreso vía plurinominal.
División ya hay. Entonces ¿qué más da? Aunque puede representar cierto riesgo cuando se aproximan las elecciones del 2027, empero Morena tiene todo el poder del Estado para ponerlos quietos a partir de hurgar en sus expedientes personales.
En fin, a 11 años de haber nacido como partido político nacional, Morena enfrenta una crisis interna, de la cual la oposición espera se descarrile para ver la derrota guinda en las próximas elecciones intermedias.