AMLO: el sello que dejará su sexenio en nueve rubros

La administración del presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su fin y en el balance de su sexenio hay datos por los que será recordado.

El gasto social en el sexenio, la reducción de la pobreza, el ampliar y elevar programas sociales a la Constitución, son algunos de los rubros en materia de desarrollo social con los que este gobierno cierra a su favor.

Durante los seis años de López Obrador, que concluye con una aprobación promedio de 76%, de acuerdo con la Encuesta de Encuestas de Oraculus, en materia laboral hubo acciones que contribuyeron a mejorar la situación de los trabajadores, como el aumento del salario mínimo y la reforma legislativa que permitió eliminar el outsourcing.

En materia económica, la región sur-sureste del país se benefició con parte de las “obras estrella” de la administración, como la Refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, el Interoceánico o Transístmico, que aumentaron la cifra de empleos y convirtió a esta región en la de mayor crecimiento económico del país; además, hubo un mayor incremento en la recaudación de impuestos, y en comercio exterior, el país desplazó a China como el principal socio de Estados Unidos.

En materia de austeridad, esta administración también será recordada por reducir los gastos que este gobierno consideraba como “superfluos”, como el destinado a pagar un cuerpo de militares del Estado Mayor Presidencial, el presupuesto de operación de la propia Oficina de la Presidencia y destinado a gastos de comunicación para difundir logros.

Aquí los números de algunos de esto rubros que deja como resultados el sexenio:

1. Seis años de programas sociales

En el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se ocupó una buena parte del presupuesto público, y al cabo de seis años, para la inversión, que al final fue de 19.3 billones de pesos, la más alta de las dos administraciones anteriores.

Durante el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), el presupuesto aprobado a este rubro sumó 15.3 billones de pesos, mientras que en el sexenio de Enrique Peña Nieto (2012-2018) el gasto alcanzó los 17.5 billones, en términos reales, de acuerdo con un análisis del IMCO.

En casi una década, el gasto social subió 30%, al pasar de 2.8 billones de pesos aprobados en 2015 a 3.7 billones en 2024.

Una cuarta parte del gasto social se ha destinado durante el sexenio de López Obrador a las secretarías del Bienestar y de Educación Pública, dependencias encargadas de los programas sociales prioritarios en este gobierno.

La Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores es el programa que más presupuesto público recibe. En los seis años de esta administración se han invertido 1.5 billones de pesos en ese apoyo.

El segundo con mayores recursos es el programa de Beca Universal para Estudiantes de Educación Media Superior Benito Juárez, con un gasto aprobado durante el sexenio de 211,665 millones de pesos, mientras que el programa Sembrando Vida suma 197,394 millones.

Únicamente en estos tres programas sociales, el gobierno federal invirtió durante el sexenio poco más de 1.9 billones de pesos, es decir, tres veces más que el presupuesto aprobado en 2024 al Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/SIDA.

2. Reducción de la pobreza

En los primeros cuatros años de gobierno de López Obrador, 5.1 millones de personas salieron de la pobreza.

En 2018, el 41.9% de la población vivía en esa condición, equivalente a 51.9 millones de personas. Para 2022, el porcentaje bajó a 36.3%, es decir, 46.8 millones, de acuerdo con los resultados del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)

Sin embargo, 400 mil mexicanos más ingresaron a la pobreza extrema. Este segmento creció ligeramente, al pasar de 7% (8.7 millones de personas) a 7.1% (9.1 millones), según la medición.

3. Aumento al salario y regulación del outsourcing

Una de las políticas que implementó el gobierno de López Obrador fue aumentar el salario mínimo que recibían los trabajadores. En diciembre de 2018, el mismo mes que inició su mandato, se decretó que el salario mínimo pasaría de 88.36 pesos a 102.68 pesos y 176.72 pesos en la zona fronteriza.

En el transcurso del sexenio, los incrementos porcentuales al salario mínimo fueron de doble dígito cada año, aun en la pandemia, cuando se perdieron millones de empleos.

El alza para 2021 fue de 15%, el más bajo durante el sexenio. Para 2024, el salario mínimo fue de 248.93 pesos en el país y 375 pesos en la zona fronteriza, lo que significa un crecimiento de 182% en comparación con 2018.

El aumento en el salario mínimo también benefició a más mexicanos para que tuvieran mayor capacidad de consumo y de ahorro.

4. Adiós a la subcontratación

La eliminación del outsourcing en México fue un cambio legal que buscaba eliminar prácticas abusivas en la subcontratación laboral. Antes de la reforma, muchas empresas recurrían a ello, para evadir obligaciones fiscales y laborales, afectando a los trabajadores, quienes a menudo no recibían prestaciones sociales completas como seguro médico y aportaciones al sistema de pensiones.

En 2019, había 5 millones de trabajadores bajo este esquema. La reforma, que fue propuesta en noviembre de 2020 y aprobada en abril de 2021, obligó a las empresas a contratar directamente a sus trabajadores, limitando la subcontratación solo para servicios especializados que no formen parte del giro principal de la firma empleadora.

A raíz de la implementación de la reforma, en septiembre de 2021, el IMSS reportó que 2.7 millones de trabajadores que estaban en esquemas de outsourcing fueron integrados a las nóminas formales de las empresas, lo que representó una mejora en sus condiciones laborales.

Este beneficio no alcanzó a toda la fuerza laboral. Hasta julio de este año, 32.9 millones de mexicanos trabajan en la informalidad, según datos del Inegi. Ellos no tienen contratos formales ni acceso a prestaciones como seguridad social, por consiguiente, continúan enfrentando menos protección contra riesgos laborales, lo que los deja en una situación de mayor vulnerabilidad.

5. Aumento en la recaudación de impuestos

Sin una reforma fiscal, la recaudación de impuestos se reforzó como la principal fuente de ingresos para el erario público. En 2019, el primer año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y el primero en el que no se condonaron impuestos a empresas al inicio de un sexenio, la captación tributaria aportó 59.5% de los ingresos públicos totales. En 2023 representó 64.2% y para el cierre de 2024 se espera que sea 66.5%.

Cobrarle deudas a las grandes empresas por actos de fiscalización, como las auditorías, digitalizar los procesos para cumplir con las obligaciones fiscales, además de fortalecer el esquema jurídico para bajar la evasión y la elusión fiscal, y recientemente el uso de la inteligencia artificial, son acciones que caracterizaron el trabajo del Servicio de Administración Tributaria (SAT) durante el gobierno de López Obrador.

Tan solo por actos de fiscalización, desde 2019 hasta junio de este año, se recaudaron 3.27 billones de pesos, refieren cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

6. México, el principal socio de Estados Unidos

En 2023 el comercio exterior de México marcó un hito, porque el país desplazó a China como el principal socio de Estados Unidos. De acuerdo con datos de comercio exterior de la Oficina del Censo de Estados Unidos, el año pasado, las compras a México alcanzaron 475,216 millones de dólares.

Con una guerra comercial declarada de Estados Unidos contra el gigante asiático, así como el impulso del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), este año México mantiene esa posición.

Las cifras de este año perfilan a México con otra cifra récord de ventas a Estados Unidos que, de acuerdo con el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior (Comce), el país se lo ha ganado por la calidad de sus productos.

7. El sexenio del súper peso

La mayor parte de este sexenio el tipo de cambio se ubicó por debajo de los 20 pesos por dólar, alcanzado su nivel más bajo el 8 de abril de 2024, cuando cotizó en 16.33 pesos.

La fortaleza del peso se explica tanto por factores externos e internos: Entre los aspectos locales que jugaron a favor del peso está “la fortaleza de los pilares macroeconómicos, tanto fiscales como monetarios”, dijo en marzo Montserrat Aldave, economista principal de Finamex.

También el diferencial entre la tasa de interés de Banco de México en 10.50%, y la Reserva Federal (Fed), entre 4.75% y 5%, “favorece el atractivo de los bonos gubernamentales”, apuntó Humberto Calzada, economista en jefe de la firma Rankia Latinoamérica.

En cuanto a los factores externos, se encuentra la cantidad de dólares al país, en parte por la llegada de inversión extranjera directa (IED), producto del nearshoring y la relocalización de las cadenas de producción, así como el flujo de remesas al país, señaló Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-financiero de Banco Base.

Desde la pandemia, México ha registrado año con año cifras récord por concepto de remesas, cerrando 2023 con 63,313 millones de dólares, de acuerdo con Banxico, mientras que la Secretaría de Economía reportó la llegada de 36,058 millones de IED el año pasado.

8. Inversión en el sureste

Los ojos de Andrés Manuel López Obrador estuvieron puestos en el sureste desde el primer día de su gobierno, no solo en la creación programas sociales, sino en las obras y por primera vez, los proyectos emblemáticos del gobierno estuvieron centrados en esta región.

Su estrategia cambió el mapa de la producción de edificaciones de México. Las cifras de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras del Inegi muestra transformaciones en el valor de la construcción en estados como Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Yucatán entre 2019 y 2024.

Quintana Roo ejemplifica este cambio de paradigma. El valor de producción de empresas constructoras muestra que lo destinado al sector de transporte y urbanización del estado pasó de representar el 2.0% del total nacional en 2019 a un 35.2% en 2024.

Este aumento sustancial se debe principalmente al Tren Maya, un proyecto ferroviario con un presupuesto de 515,000 millones de pesos y una generación de alrededor de 715,000 nuevos empleos en los 16 municipios con una estación de tren hacia 2030 y 80,000 empleos adicionales con los trabajos de construcción de los cinco primeros tramos, según estimaciones de ONU-Habitat en 2020.

Además, el nuevo Aeropuerto de Tulum, en la misma zona, se desarrolló con 3,200 millones de pesos y generó 17,000 empleos.

En Tabasco, estado natal de López Obrador, el sector de petróleo y petroquímica ha incrementado su participación del 17.8% en 2019 al 19.3% en 2024, de acuerdo a la ENEC. Este crecimiento está vinculado a la construcción de la Refinería Dos Bocas, un proyecto con una inversión de 311,000 mdp.

Oaxaca ha experimentado un crecimiento en el sector de electricidad y telecomunicaciones, pasando del 0.4% en 2019 al 4.8% en 2024. Este aumento está relacionado con el desarrollo del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, otro proyecto emblemático de la administración que busca crear una ruta comercial alternativa al Canal de Panamá, conectando los océanos Pacífico y Atlántico a través del sur de México.

9. Austeridad, quitar gastos “superfluos”

Desde antes de llegar al gobierno, López Obrador criticó los lujos en la administración pública y prometió aplicar una “estricta política de austeridad republicana”, topó los sueldos de los servidores públicos a su propio salario, que en este 2024 terminó en 186,093 pesos.

La tarde del 1 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México, dio un adelanto: “no sé comprarán vehículos nuevos para funcionarios, únicamente tendrán escoltas los funcionarios responsables de tareas de seguridad, sólo habrá tres asesores por secretaría; no habrá atención médica privada, ni cajas de ahorro exclusivas para funcionarios de alto nivel”.

A diferencia de otros presidentes, no recurrió al Estado Mayor Presidencial para que se encargará de su seguridad. López Obrador optó por equipo de Ayudantía compuesto por 10 hombres y 10 mujeres cuya función era similar al de las “Gacelas”, quienes lo protegieron cuando fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México.

El primer año de su gobierno, el Congreso aprobó la Ley Federal de Austeridad Republicana, la cual fue propuesta por el presidente de la República y tenía entre sus objetivos eliminar privilegios a los servidores públicos y evitar el engrosamiento del aparato burocrático. Su propia oficina tuvo una gran reducción en gastos.

El gobierno del presidente López Obrador aplicó la austeridad iniciando por su seguridad personal, vuelos, y el gasto en comunicación. Evitó realizar giras al extranjero y para trasladarse al interior de la República optó por vuelos de aerolíneas comerciales, al menos en la primera mitad de su administración y para la segunda parte, recurrió a utilizar aeronaves del Ejército.

Según datos de transparencia, de 2021 a la fecha realizó 609 viajes, de los cuales cuatro fueron al exterior del país (Estados Unidos y Centroamérica fueron los destinos).

En comunicación social, el presidente López Obrador también redujo el gasto el gasto de manera considerable. Para difundir sus logros, el mandatario recurrió a su conferencia mañanera, desde la cual se volvió su propio vocero.

El sexenio que termina lo hace retos en la mayor parte los temas cruciales del país, pero también con avances que permitirán edificar sobre ellos. Y estos claroscuros, conforman el país que recibirá Claudia Sheinbaum, quien se encuentra a horas de convertirse en la primera mujer presidenta de México.

Con información de Dulce Soto, Patricia Tapia, Dainzú Patiño, José Ávila, Lidia Arista, Yared de la Rosa y Diana Zavala.

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