Líder tsotsil, Versaín Velasco García inició huelga de hambre en cárcel de Chiapas
Gabriela Coutiño
El líder tsotsil de la comunidad Nueva Palestina, enclavada en la Selva Lacandona, Versaín Velasco García, sentenciado a 58 años cuatro meses de prisión por homicidio en agravio de un policía de la comunidad, municipio de Ocosingo, inició el lunes una huelga de hambre en el penal de esa localidad para exigir justicia y su traslado a la cárcel de San Cristóbal de las Casas, informaron sus familiares.
El 16 de diciembre de 2021, Versaín fue detenido y su familia expulsada con violencia, por parte de autoridades comunales por denunciar la presencia de grupos dedicados al tráfico de personas migrantes en esa zona de la Selva Lacandona.
La demanda de Versaín y sus familiares es que sea trasladado al Centros Estatales de Reinserción Social para Sentenciados número 5, con sede en San Cristóbal de las Casas, porque ahí se encuentra su familia desplazada desde diciembre de 2021. Exigen también que sea liberado porque fue condenado “por un delito que no cometió. Estamos a la espera de que se resuelva la apelación que se interpuso”.
La familia afirma que la vida de Versaín corre peligro desde el inicio de su internamiento en el Cereso número 16 de Ocosingo, el 10 de enero de 2022; ya que se encuentra en el área conyugal, en lugar de permanecer con la población en general, hecho que atenta contra sus derechos humanos.
En una carta pública destacan que esa condición de confinamiento, se debe a los riesgos a su integridad y a la falta de seguridad, debido a las amenazas de muerte por parte de reclusos pertenecientes a la comunidad Nueva Palestina, los cuales ejercen el poder y el control en el penal, y están acusados de actividades ilícitas como el trasiego de drogas, así como mantener ciertos privilegios al interior, tolerados por el director y custodios del centro de internamiento.
Aseguran que a más de dos años de su encarcelamiento, Versaín vive una tortura permanente, por la presión y las constantes agresiones físicas y verbales por parte de los “precisos”, cuando sale de su celda para ir por sus alimentos y agua.
A eso le agregan, el maltrato del personal del penal incluyendo a la psicóloga quien ha etiquetado a Versaín como loco, ya que “no es normal quejarse de todo”, debido a sus constantes reclamos y denuncias sobre la violación a los derechos humanos que padecen internos.
Su familia afirma que Versaín ha sido castigado, privándolo de alimentos y agua por parte del personal penitenciario. El pasado 19 de julio de 2024 incluso el director del penal, Víctor Manuel Vázquez Hernández ordenó que fuera trasladado al psiquiátrico San Agustín de Tuxtla Gutiérrez para que le dieran medicamentos y dejara de molestar.
“Versaín fue medicado por la fuerza con medicamentos como Risperidona y carbamazepina. Todo esto sin que su familia fuera informada, violando las leyes nacionales e internacionales en relación las reglas mínimas de la ONU para el tratamiento de reclusos, siendo prohibición la tortura”.
La expulsión de la Selva Lacandona
Sus familiares recordaron que en diciembre de 2021 fueron expulsados de la comunidad de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo, luego de que Versaín fuera encarcelado por denunciar la presencia de grupos dedicados al tráfico de migrantes.
Poco antes de ser encarcelado, Versaín había denunciado la detención de unos jóvenes a quienes tenían encerrados desde hacía 12 días, sin darles agua ni comida.
El 16 de diciembre de 2021, cuando Versaín, ahora de 45 años, regresó de la cabecera de Ocosingo, tras presentar una denuncia ante el agente del Ministerio Público por el caso de los jóvenes retenidos, un grupo de hombres armados llegó hasta su casa, donde estaba con su esposa, sus hijos e hijas, sus yernos y nietos.
Los hombres armados entraron, los golpearon, abusaron sexualmente de una de las mujeres, a algunos les dispararon, quedaron heridos en el lugar, mientras que otros integrantes de la familia huyeron a hacia el monte.
Desde entonces, diciembre de 2021, 34 personas que fueron desplazadas forzadamente se asentaron en San Cristóbal de las Casas, desde donde han estado exigiendo que se haga justicia con el acompañamiento de diversas agrupaciones, entre ellas El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas (Frayba).