Imelda, encapsulada en el acoso sexual de Inzunza; Paloma ya tiene alas y plumas

Álvaro Aragón Ayala

Las campañas por el Senado de la República en Sinaloa, las cuales se entrelazan a las jornadas electorales de la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz y de la morenista Claudia Sheinbaum Pardo reflejan realidades inobjetables que se inscriben en escenarios accidentados y en medio del desespero y el coraje del gobernador Rubén Rocha Moya provocado porque sus candidatos Imelda Castro Castro y Enrique Inzunza Cázarez quedaron encapsulados en el estigma del acoso, hostigamiento sexual, amenazas y violencia de género, mientras que Paloma Sánchez Ramos, no vuela aún pero ya le crecieron las alas y le salieron plumas y su compañero de fórmula, Eduardo Ortiz ya despertó y comienza a alzar la a voz.

En la primera semana de la campaña de 90 días quedó claro que las encuestas pagadas o ficticias y la relatoría del gobernador en relación a la alta aceptación ciudadana de Castro Castro y Enrique Inzunza son falsas de toda falsedad: no gozan, como se ha intentado hacer creer, de la generalidad de las simpatías o el respaldo de la militancia morenista. En los mítines y recorridos por la geografía sinaloense han tenido que recurrir a la presión electoral e incluso a la amenaza seca, sórdida, para concentrar contingentes que les sirve para construir narrativas galácticas en el sentido de que el “pueblo los está recibiendo con los brazos abiertos”. No es verdad que la gente los adora. Imelda no convence a nadie e Inzunza ya es conocido como el candidato que acosa que se masturba.

En el centro del dividido teatro político aparece el candidato del Partido del Trabajo, Jesús Estrada Ferreiro, que se niega a servir de comparsa y que vapulea a diario al gobernador Rubén Rocha y a Inzunza Cázares llamándolos mafiosos, pandilleros y delincuentes, llevándose entre las patas a Imelda Castro Castro. Los otros candidatos, Jesús Valdez Palazuelos, del PVEM, y Fernanda Rivera Romo, del MC, no tocan, no pichan ni batean, aunque traigan el apoyo publicitario para que le quiten votos a la alianza opositora. No prenden. Es más dinámico y le imprime mayor interés a la contienda Jesús Estrada. Es un candidato entrón, echado para adelante.

Los datos que arroja la primera semana electoral es negativa para Morena: en Sinaloa por todos lados surgen voces y manifestaciones de protesta contra el gobierno represor y persecutor de Rubén Rocha lo cual lesiona electoralmente a Imelda Castro y a Enrique Inzunza. En Palacio Nacional registran tendencias electorales decrecientes de Morena en Sinaloa por los escándalos de corrupción y de las relaciones del narco con el gobernador y porque el discurso blandengue de Claudia Sheinbaum Pardo no contribuye al crecimiento de sus candidatos en el estado. Morena, además, no supo o no quiso construir estructuras territoriales ni andamiajes que le generaran aceptación ciudadana.

Paloma Sánchez Ramos se mueve entre luces y sombras. Titila. La candidata opositora, que va de la mano de Eduardo Ortiz, pese a su vigor y viveza, es jalada, hacia atrás, porque carece de un equipo profesional de comunicación que haga llegar su voz a la sociedad, que le proyecte con puntualidad, contundencia y certeza su discurso y propuestas y porque además no cuenta con periodistas expertos en contrainformación y contrapropaganda que le ayuden sortear los ataques que se ciernes sobre su persona-candidatura orquestados en el “cuarto de guerra” de Rubén Rocha, dispuesto a todo, como en el 2021, para intentar que Imelda Castro y Enrique Inzunza ganen la elección.

Una semana de campaña no permite visualizar quien se adjudicará el triunfo. Todos los candidatos, en mayor o menor grado, han sostenido reuniones partidistas fragmentadas y con grupos de la sociedad civil y han realizado apariciones, unos más que otros, en los medios impresos, digitales, radial y televisivos, aprovechando la cobertura gratuita que les otorgar por ser arranque de campaña, pero los espacios de comunicación se les van a ir reduciendo por definición política, ideológica o económica y porque se les exigirá que paguen gacetillas o notas políticas para abriles las plataformas de expresión. Las columnas políticas de algunos medios ya aportaron pistas sobre la ruta que van a seguir de aquí al día de las votaciones.

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