Aprobado, el Presupuesto de Egresos en lo general
Georgina Saldierna y Enrique Méndez
La ausencia de negociación con el gobierno y entre las fuerzas políticas en la Cámara de Diputados mantuvo inamovibles las posiciones respecto al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022, que se aprobó anoche en lo general.
La Mesa Directiva decretó un receso para analizar, a partir de las 9 de la mañana de hoy, mil 994 propuestas de cambio, que abarcan todo el dictamen: el articulado, los transitorios y los anexos.
Se trata de un número inédito de reservas para una discusión del gasto público, que para su desahogo en San Lázaro requerirá varios días. Los partidos calculan que concluirán entre sábado y domingo, un plazo también sin precedente.
El cúmulo de solicitudes de ajuste al PEF obligó a decretar una suspensión de los trabajos poco después de las 3 de la tarde, para sistematizar las reservas y dar orden al debate que se suscitará las próximas horas.
A las 9 de la noche se reanudó la sesión, y 20 minutos más tarde el resultado de la votación dejó muy clara la división de fuerzas en San Lázaro: 274 votos en favor de Morena y sus aliados, y 219 en contra, de PAN, PRI, PRD y MC. Tres diputados emecistas se abstuvieron.
Mientras en el tablero se sumaban los sufragios, el coordinador priísta, Rubén Moreira, dijo que el martes, en la entrevista con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, no hubo ningún acuerdo político que permitiera consenso o cambios al proyecto. “Hubo interlocución, pero hasta ahí llegó”, contó.
Exigen ajuste de $190 mil millones
En ese momento, desde la Mesa Directiva se cantó el resultado y entre las filas de la mayoría surgió el grito: “¡sí se pudo, sí se pudo! ¡Es un honor estar con Obrador…!”
Ante esa escena, Moreira advirtió: “están votando incluso en contra de sus alcaldes, que no tendrán ni para los baches. Y eso sí les va a costar”.
Desde la presentación de posturas en favor y en contra del dictamen, antes de la votación, los partidos de Juntos Hacemos Historia –Morena, PT y PVEM– consideraron que rechazarlo era “votar en contra del bienestar social”. En el ala opositora de Va por México –PAN, PRI y PRD– se destacó que tal como está, el presupuesto “es una trampa económica”, e insistió en que se tome en cuenta su “proyecto alterno”.
El coordinador de MC, Jorge Álvarez Maynez, cuestionó ambas visiones que, según él, son una misma: “ustedes lo han dicho; ni siquiera hay tanta diferencia con el ‘presupuesto alterno’, porque lo fundamental es la continuidad, la lógica inercial”.
Panistas, priístas y perredistas insistieron en que su proyecto para recortar 190 mil millones al gasto federal se discutiera a la par del dictamen que envió la Comisión de Presupuesto, con objeto de reorientar parte de los fondos a estados y municipios, así como recuperar los ramos 23 y 33, de infraestructura, asistencia y seguridad, respectivamente.
Moreira reiteró la propuesta de reducir 50 por ciento de lo previsto para proyectos como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el aeropuerto en Santa Lucía, “que pueden esperar para después, porque no son urgentes y no representan las expectativas de los mexicanos. Ese ajuste es objetivo”.
Se trata, no obstante, de rubros que la anterior legislatura desapareció del presupuesto, al argumentar que fueron usados durante años para el desvío de fondos, mediante programas etiquetados y para que grupos de diputados recibieran moches de los alcaldes.
Carol Antonio Altamirano (Morena), secretario de la Comisión de Presupuesto, defendió que la mejor inversión es la que genera fuentes de trabajo, y desglosó: en la refinería de Dos Bocas se abrieron 31 mil empleos, el Tren Maya representa 379 mil, el aeropuerto Felipe Ángeles supera 107 mil y el corredor interoceánico, 35 mil. “Esta es la mejor manera de recuperar la economía, invertir en proyectos que están en marcha. No es momento de dejar obras inconclusas”, acotó.
Reginaldo Sandoval (PT), presidente de la Comisión de Infraestructura, subrayó: “aunque a muchos no les guste, este será el cuarto presupuesto que no es neoliberal. Su presupuesto ‘alterno’ es una vacilada. Quieren reducir a la mitad proyectos estratégicos y eso no se los vamos a permitir, por más enojo que les cause”.
Con información de La Jornada