CFE: las reformas constitucionales entre las patrañas y la soflamería
José Luis López Duarte
No cabe duda que cuando se acaban los argumentos, casi siempre surge la trampa y la descalificación como suplente, con tal de mantener el discurso y no acceder a que la vida, trátese de lo que se trate, siempre tiene otros trámites y caminos distintos y no el único que uno cree, como ocurre con AMLO y la 4T, al pretender a toda costa imponer sus reformas constitucionales, sin reconocer que hay otros criterios y mecanismos para explotar y administrar la industria eléctrica en México, como lo han hecho desde el domingo en la cámara de diputados.
Vamos a suponer que se admitiera lo que proponen AMLO y la 4T, de estatizar toda la industria eléctrica y que la CFE sea el monopolio que produzca y administre todo ¿Cómo le van a hacer para producir el 50% de la energía eléctrica que produce el sector privado? ¿La van a comprar al extranjero como la gasolina? ¿La van a almacenar… y si no se puede?
Desde ahí ya tiene un gran problema el gobierno de AMLO y la 4T ¿Cómo lo resuelven? Simplemente les van a decir “ya no te ocupo, pero me vas a dar la energía que produces porque la necesito” ¿así de fácil? ¿Usted qué cree que van a contestar los productores privados? “Sí, con mucho gusto, ahí está nuestra industria, hagan lo que quieran con ella”.
Todo ello suponiendo que el gobierno de la 4T tuviera la razón y que lo que necesitamos de nuevo es un monopolio de Estado, cuando lo hemos tenido durante 60 años ¿Eso resolverá el problema? ¿Más de lo mismo? Pero dirán “es que ahora gobierna el pueblo bueno” y en automático, como con varita mágica, lo que toquen cambiará y el mundo será distinto, mientras que lo que AMLO y la 4T aprobaron del T-MEC ¿Qué van a hacer con Estados Unidos y Canadá?
Por eso tanto discurso barato de llamar “traidores a la patria”, advertir que “la historia los juzgará”, que “son conservadores”, entre otras cosas, discurso que no advierte ni recapacita sobre algo tan elemental que implica resolver un problema de producción, mercado y calidad de la energía eléctrica en México, que sucede en todas las partes del mundo, como en Cuba que está financiando a miles de negocios privados para que produzcan electricidad y sean socios del estado cubano, o el caso también del petróleo que Cuba concesionó a empresas europeas para la explotación de sus yacimientos petroleros, porque es más importante ganar algo, asociados con quien sea, que tener su petróleo ocioso o no tener electricidad, porque no tienen producción.
Por eso aquí en México, discutir como locos un problema elemental de negocios, abasto suficiente para el país de electricidad y calidad de esta, es un absurdo como si se tratara de algo que no podemos resolver.
El fanatismo en cualquier cosa de la vida siempre será un obstáculo, porque creará realidades inexistentes y se darán pleitos con deseos y pasiones más que con razones, por eso hay que hacerlo a un lado y hacer lo que se tenga que hacer.
Si el gobierno quiere el dominio y preponderancia de CFE en la industria eléctrica, pues que produzca cantidad, calidad y a bajos precios, y con ello no tendrá competidor, y si quiere darle ventaja en la competencia, pues que el gobierno invierta más, pero que no pida que los competidores se amarren las manos y entreguen los negocios que han hecho. Es simple y no requiere discursos huecos y rabiosos.