Entrega-recepción: los errores
José Luis López Duarte
Quién sabe si “chamaquearon” al nuevo gobierno de Rubén Rocha y de los municipios con el procedimiento de la “entrega – recepción” entre los que llegaron y se fueron, tanto en el gobierno estatal como los municipios, porque es evidente que están surgiendo varios problemas a los que se debiera, por lo menos, dar una explicación por parte del gobierno anterior.
A estas alturas es inadmisible que no se sepa aún, documentalmente, de quién es la USE, cuánto se ha pagado, o si nada de eso existe y todo está en el aire, y es un mito, pero algo tiene que explicarse al respecto, que sabiendo el gobierno que entraba lo que ocurría ha sido incapaz de pedir cuentas al respecto al gobierno que salió.
De ahí la importancia que tiene el que se hubieran hecho públicos los actos de entrega – recepción y conocido las observaciones que hizo el nuevo gobierno al viejo y cómo respondió.
No, no se sabe nada y ahí tenemos que se pretende que la Auditoría Superior del Estado se aboque a petición del congreso del estado a auditar un instrumento financiero, como lo es el fideicomiso con el SNTE53, cuando eso correspondía, junto con muchas cosas más, a los trabajos de las comisiones de entrega – recepción y luego de la contraloría del estado.
La ASE es un instrumento del congreso del estado, no del gobernador, y está obligada a auditar todos los entes públicos invariablemente, el ejecutivo estatal tiene sus propios mecanismos de supervisión y control que funcionan permanentemente.
¿Por qué insisto en lo anterior? Porque la contraloría de gobierno del gobierno estatal como la ASE, son piezas de la administración pública e Sinaloa que está en entredicho y han sido colocadas y operadas para proteger la impunidad.
¿Qué hizo la contraloría como afectada de los supuestos malos manejos del gobierno malovista? Simplemente aceptó algo que hasta la juez, hoy fiscal del estado, la Lic. Sara Bruna Quiñónez, rechazó.
¿O cómo explicar que apenas en octubre pasado se suspendieron, por parte del congreso del estado, las cuentas del 2019 de los 18 municipios, pero se aprobaron las del gobierno del estado? Y ahora, en octubre próximo, se conocerán las cuentas del 2020 que votará el congreso.
Por lo que pregunto ¿Y quién se acuerda de todo ello? ¡Pues nadie! Y así tampoco nadie reclama, si no, pregúnteles a los diputados ¿Qué saben de las cuentas públicas suspendidas en octubre pasado y que ha pasado con ellas? ¿Conoce usted algo al respecto? ¿Salió en algún medio de comunicación o informe del congreso? ¿En qué va ese proceso?
No hay nada, y todo le apuestan al olvido, porque así lo diseñaron, por eso el gobernador Rubén Rocha no puede seguir con el dicho de “que no verá para atrás”, por la sencilla razón de que “atrás” pusieron las trampas, obstáculos y trapacerías, adelante lo que verán son sus efectos.