Nunca más un narcogobernador
Gustavo Rentería
La historia de Colima es tétrica: dominaron la corrupción, los asesinatos y las traiciones.
Manzanillo se convirtió en uno de los lugares más peligrosos. No rebasa el millón de habitantes la entidad, pero la tasa de homicidios por cada 100 mil fue foco rojo mundial.
El puerto estratégico para la llegada de contenedores provenientes de Asia, donde introducen precursores químicos regulados, y obviamente ilegales, lo hace muy atractivo.
La guerra se debe a la lucha entre cárteles que se disputan el control del puerto, para así poder introducirse al gran mercado: los EE.UU.
Domina gran parte del negocio el Cártel Jalisco Nueva Generación, pero también está metido el de Colombia, que controlan las metanfetaminas y parte del fentanilo.
El Sinaloa luchó por muchos años por el mercado, aunque sin gran éxito. Pero el negocio es tan grande, que sus saldos son positivos. Son tales las ganancias que hay decenas de cárteles locales que forman parte de la cadena de transportación de sustancias prohibidas.
Los Mezcales, escindidos del Jalisco, fue el que tomó mayor relevancia y el que más conflictos internos provocó. Las disputas crecieron desde el 2016 con rupturas, nuevas alianzas y centenas de represalias.
La tragicomedia política siempre estuvo ligada al negocio del narco: Fernando Moreno Peña (gobernador de 1997 al 2003) sobrevivió a un atentado. Se le señaló por sus vínculos con la mafia y su sobrino fue implicado como autor intelectual del asesinato de un ex gobernador.
Gustavo Vázquez Montes (2003-2005) asumió el poder tras elecciones extraordinarias. “Murió” en funciones en un accidente aéreo. Su avión, oficialmente se desplomó por fallas técnicas. Nadie creyó ese peritaje.
Jesús Silvero Cavazos (2005-2009) fue asesinado a balazos un año después de dejar el cargo. Había sido acusado de enriquecimiento ilícito. Mario Anguiano (2009-2015) fue acusado de peculado y actos graves de corrupción. Fue sancionado con 515 millones de pesos e inhabilitado por 14 años. Siempre reprobó el “polígrafo”.
José Ignacio Peralta (2015-2021) asumió tras elecciones anuladas y extraordinarias. Entregó el poder a Morena, a través de Indira Vizcaíno. ¿Y cómo van las cosas por allá?
Según la encuesta de QM Estudios de Opinión, la gobernadora le entregará a un correligionario las llaves de su despacho; el más aventajado es el diputado “Loncho” Morán Sánchez.
Sorprende que MC va en segundo lugar, con su muy posible candidata Margarita Moreno; y no causa mucha sorpresa después de los antecedentes de los ex gobernadores tricolores, que el PRIAN apenas conseguiría 20 puntos, con su abanderado Riult Rivera.
Los colimenses quieren paz, y nunca más un narcogobernador, indica el estudio del Heraldo Media Group y Question Mark.
