Navidad sin ellos: familias de desaparecidos viven entre memoria, dolor y añoranza
José Luis Ramos
Las fiestas decembrinas para muchos son sinónimo de unión, fraternidad, amor, paz y descanso; sin embargo, las familias que tienen entre sus integrantes a personas desaparecidas viven esta temporada de manera diferente, entre la memoria, el dolor y la añoranza de sus familiares ausentes en momentos en los que el amor también se convierte en una herida abierta.
Integrantes del colectivo Una luz en el Camino, que agrupa a madres, hijos, esposas y personas buscadoras de la Ciudad de México (CDMX) —donde según elRegistro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO)hay 7 mil 285 personas desaparecidas desde 1952, y más del 82 por ciento de los casos ocurrieron a partir de 2018— compartieron con Reporte Índigo lo que significa afrontar la temporada decembrina con el duelo que implica una desaparición, pero también con el ímpetu de lucha y exigencia de justicia a las autoridades.
Daniela González: ‘Ponemos su fotografía donde él se sentaba’
Daniela González, quien por cuarto año consecutivo pasará el fin de año sin su hijo Axel Daniel, desaparecido en 2022, señaló que las fiestas son épocas complicadas de afrontar.
“Ahorita que vienen estas fechas todas coincidimos, sí, son muy muy difíciles. La mayoría de nosotras tenemos la ropa y las cosas personales de cada uno de nuestros tesoros, y cada que nos sentimos en momentos de decir ‘ya no puedo más’, corremos ahí y ahí nos refugiamos”, indicó.
Daniela, quien es madre de otros dos hijos, explicó que particularmente con su hijo menor es difícil mostrar tristeza todo el tiempo. “También he tenido que aprender a disfrutar de momentos alegres, porque tampoco puedo arrastrarlos, a mi hijo menor sobre todo, que dice ‘mamá, ¿vamos a poner el árbol?’”, añadió.
No obstante, recalcó que siempre se piensa en Axel Daniel. “Ahorita en Navidad lo que hacemos es poner su fotografía en el lugar donde él siempre se sentaba, porque es una manera en la que él dice ‘esta es mi silla y aquí me siento’”, sostuvo.

Axel Daniel González Ramos desapareció el 23 de junio de 2022 tras salir de su casa en el Pueblo de San Miguel Ajusco de la alcaldía Tlalpan. El joven de entonces 16 años se dirigía a ver a su novia; sin embargo, nunca volvió.
Tres días después de buscar y preguntar por su hijo a amigos, conocidos y vecinos, así como de dar vueltas y ser revictimizada en Ministerios Públicos, instancias como el Instituto de Ciencias Forenses y la Comisión Búsqueda de Personas de la CDMX, Daniela pudo denunciar la desaparición.
“El 27 de junio logro ver cámaras del C5, y ahí es donde veo que a mi hijo se lo llevaba una persona mucho mayor que él, como de unos 30 años aproximadamente y solo tengo tres videos donde se da seguimiento. Posterior a eso se pierde y ya no logro ver más”, relató.
Hoy, a tres años cinco meses de la desaparición de su hijo, Daniela sabe que quien se lo llevó es una persona dedicada al narcomenudeo en la zona del Ajusco, y que las autoridades han rastreado el celular de Axel hasta un predio en la alcaldía Coyoacán; no obstante, hasta el momento no se ha cumplido con la orden de cateo.
“Mi mayor miedo es que si mi hijo ya no está con vida, ¿qué voy a encontrar? Llorar ha sido algo con lo que me he podido desahogar, llorar y pensar que cuando llegue ese momento quiero estar bien”, confesó Daniela, quien subrayó que en el Ajusco, actualmente foco rojo de desapariciones, se padecen delitos como secuestros, tala ilegal, cobro de piso y reclutamiento forzado de menores por grupos criminales.
Trinidad Parra: ‘He procurado casi no llorar’
Trinidad Parra y Efrén Castro son dos adultos mayores que residen en la colonia Obrera y llevan dos meses buscando a su hijo de 33 años, Efrén Emmanuel Castro Parra, quien desapareció tras salir de su trabajo en un taller de joyería en la alcaldía Cuauhtémoc el pasado 15 de octubre.
“Cuando nos dieron acceso a las cámaras de C5, sí se ve cuando él sale del edificio, agarra Madero y la calle de Motolinia, que es la calle que sale directo al Metro Allende, y se ve caminando hacia 5 de mayo, el problema es que poquito después de media calle hay un árbol muy frondoso y la cámara ya no alcanza a enfocar si se mete o no al Metro”, así narraron las últimas imágenes que pudieron ver sobre su hijo.
“He procurado casi no llorar, para llorar hay mucho tiempo, ahorita lo que hay que hacer es actuar”, señaló Trinidad, quien busca que las autoridades encuentren a su hijo mientras ella busca fuerza para afrontar esta temporada. “Sinceramente yo quería pasarla nosotros solos, pero por parte de la familia de mi nuera y de mi otro hijo, Ricardo, nos invitaron, la verdad ellos también han sido de mucho apoyo”.
Sin embargo, los padres y familiares de Emmanuel han sido víctimas de la violencia institucional, negativas y dilaciones para revisar las cámaras del C5. “El problema es que desgraciadamente dicen una hora y como en cuatro u ocho horas lo atienden a uno”, acusaron.
Fue hasta que recibieron el apoyo del colectivo Una luz en el Camino y de su fundadora, Jaqueline Palemeros, cuando comenzaron a ver avances en la búsqueda de Efrén Emmanuel, cuyo teléfono ha sido rastreado y se detectó que se le ha cambiado dos veces de chip por números que se mueven por zonas como Tacuba y La Viga.
Los padres y familiares de Efrén Emmanuel no solo pasarán las fiestas con la mente centrada en que aparezca, sino que además tuvieron que vivir el cumpleaños 34 de éste sin su presencia, el pasado 20 de diciembre.
“Es poca la información que ahorita uno tiene a dos meses, pero yo me di cuenta también que muchos casos de llevan años, inclusive hasta para recuperar los cuerpos de personas que ya saben que sus hijos ya murieron, hasta 13 años. Yo no quiero llegar a eso, yo quiero mínimo recuperarlo o verlo antes de que yo me muera”, concluyó Trinidad.
Carolina Espinosa: ‘Ya no nos reunimos’
Carolina Espinosa, quien lleva cinco años buscando a su esposo Ignacio Santiago Pérez, médico de profesión que desapareció el 12 de junio de 2020 cuando regresaba de su trabajo en la alcaldía Magdalena Contreras, indicó que esta temporada se ha convertido en una época triste.
“Es muy triste porque ya no hacemos lo que hacíamos antes, ya no nos reunimos. Con este son seis años sin Navidad y Año Nuevo con él, cuando llega esta fecha no quiero poner árbol, no quiero no quiero hacer cena”, señaló.
Luego de años de búsqueda, primero en solitario y después con el colectivo Una luz en el Camino, Carolina ha empujado la investigación hasta el delito de secuestro, incluso entregó a las autoridades la información necesaria para la captura de Miguel Ángel ‘N’, presunto responsable de la desaparición de su esposo.
De acuerdo con Carolina, su esposo salió muy temprano a trabajar el 12 de junio de 2020 y no contestó más llamadas ni regresó a su hogar. En un inicio, pensó que su esposo no atendía por lo demandante de su trabajo en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS); no obstante, el paso de las horas la llevaron a movilizarse.
Las primeras investigaciones rastrearon una de las dos líneas telefónicas de su esposo hasta Morelos, fue cuando Carolina comenzó a atar cabos hacia Miguel Ángel ‘N’, quien se había presentado ante su esposo y su familia como Óscar, y que había recibido asilo en su domicilio por cerca de seis meses luego de realizar trabajos de albañilería y electricidad.
Después, Carolina y su familia recibieron información, que posteriormente entregaron a las autoridades para que agilizaran la investigación, que daba cuenta de que Miguel Ángel ‘N’ habría estado vendiendo en el estado de a Morelos la camioneta en la que viajaba su esposo el día que desapareció.
“Nosotros presentamos ese sobre que nos llegó de forma anónima a la Fiscalía, ya después fue cuando ya se dieron cuenta que él (Miguel Ángel ‘N’) se había ido a Los Cabos, y siguieron investigando”, explicó Carolina, que además indicó que se logró detener al implicado en la desaparición de su esposo.
Sin embargo, aunque el presunto implicado ya habría confesado su crimen, aún no se tienen indicios oficiales para el hallazgo de Ignacio.
“Me enteré apenas este año que al policía de investigación que lo detuvo en Los Cabos le dijo que sí, que él se lo había llevado, y que lo había pasado a tirar al Ajusco”, detalló Carolina, quien agregó que puede ser la zona del Xitle, donde aún no se realizan búsquedas.
