No temen narcos ni funcionarios mexicanos invasión militar de EU

Ni los cárteles del narcotráfico ni los funcionarios del gobierno mexicano temen una intervención militar de Estados Unidos en territorio nacional, a pesar de las amenazas del presidente Donald Trump de “cazar a los criminales” más allá de la frontera estadounidense, revela una amplia investigación del The New York Times.
De acuerdo con la investigación firmada por Paulina Villegas y Jack Nicas, la posibilidad de que tropas estadounidenses crucen la frontera mexicana ha sido descartada tanto por integrantes del Cártel de Sinaloa como por altos funcionarios del gobierno de Claudia Sheinbaum. En ambos sectores prevalece la idea de que una incursión militar sería impensable, no sólo por la cooperación bilateral en materia de seguridad y migración, sino por los intereses económicos que unen a los dos países.
“HAY DEMASIADA COLABORACIÓN PARA IMAGINARLO”
Los periodistas entrevistaron a funcionarios mexicanos y estadounidenses que, bajo condición de anonimato, señalaron que la cooperación entre ambos gobiernos “se ha vuelto demasiado sólida y ha dado demasiados resultados” como para arriesgarla con ataques unilaterales.
El propio gobierno de Trump reconoce —según fuentes consultadas por el Times— que la colaboración ha mejorado sustancialmente durante el primer año de Sheinbaum, con operaciones conjuntas, intercambio de inteligencia y vuelos de vigilancia estadounidenses sobre territorio mexicano.
Un alto funcionario mexicano citado por el diario afirmó que la relación bilateral actual es una “interdependencia estratégica”, y que la Casa Blanca lo sabe: “Ninguna acción militar tendría sentido cuando ambos países se benefician de un comercio de casi un billón de dólares anuales”.
LA RETÓRICA DE TRUMP Y LA LÍNEA ROJA DE MÉXICO

Las declaraciones de Trump, quien ha dicho que sería “un honor” para él usar fuerzas estadounidenses para destruir a los cárteles, son vistas en México más como una provocación política que como un plan real de acción.
En septiembre, el mandatario republicano anunció ataques con misiles a embarcaciones supuestamente procedentes de Venezuela cargadas de drogas, declarando un “conflicto armado” contra los cárteles caribeños. A raíz de ello, surgió la pregunta: ¿será México el siguiente objetivo?
La presidenta Claudia Sheinbaum respondió con firmeza. “El pueblo de México bajo ninguna circunstancia aceptará intervenciones, intromisiones o violaciones a nuestro territorio”, advirtió en un mitin en Ciudad de México. Su postura, según el Times, ha servido paradójicamente para tranquilizar a algunos de los mismos grupos criminales que su gobierno combate.
NARCOTRAFICANTES SIN MIEDO: CRISIS INTERNA Y DESCONFIANZA
El New York Times entrevistó a cinco miembros del Cártel de Sinaloa, quienes aseguraron no temer una intervención militar de Estados Unidos. Su prioridad, dijeron, no es Trump, sino los conflictos internos que los dividen. “Estamos más preocupados por los pleitos entre nosotros que por los gringos”, dijo un operador de 39 años que supervisa la seguridad del grupo en Culiacán. “Sheinbaum no lo permitiría. Trump no puede hacerlo”.
El capo también minimizó el impacto que podrían tener ataques estadounidenses contra rutas marítimas: “No solo tenemos rutas por mar; hay tierra, aire, túneles. Siempre hay manera”.
Según el reportaje, los cárteles atraviesan un momento de reacomodo violento, con fracturas entre las facciones de “Los Chapitos” y los “Mayos”, lo que ha desatado una ola de enfrentamientos en Sinaloa y Sonora.
RESULTADOS DE SHEINBAUM Y LA PRESIÓN SOBRE EL NARCO

Mientras tanto, el gobierno mexicano presume resultados tangibles en su primer año de gestión: 35 mil personas detenidas por delitos de alto impacto, 1,600 laboratorios destruidos y la incautación de 3.8 millones de pastillas de fentanilo.
Estas cifras, destaca el Times, contrastan con los promedios anuales del sexenio de López Obrador, que reportaba 8,900 detenciones y 380 laboratorios destruidos por año. Las autoridades mexicanas sostienen que los homicidios han bajado un tercio respecto a 2023, alcanzando su nivel más bajo en una década.
Además, los flujos migratorios ilegales hacia Estados Unidos también descendieron significativamente, algo que Washington atribuye a la colaboración directa con el gobierno de Sheinbaum.
LA ECONOMÍA, UN MURO MÁS FUERTE QUE EL DE CONCRETO
Uno de los argumentos más poderosos contra cualquier intervención militar, según el reportaje, es económico: el comercio bilateral alcanza los 950 mil millones de dólares anuales. Cualquier ruptura pondría en jaque la estabilidad de ambos países, afectando a millones de empleos y generando una crisis en la frontera.
“Interrumpir ese flujo devastaría las economías regionales de Texas, California, Baja California y Chihuahua”, afirmó un funcionario mexicano. “Y eso Trump lo entiende, aunque finja lo contrario”.
LA DIPLOMACIA FRENTE A LA VOLATILIDAD DE TRUMP

El especialista David Mora, del International Crisis Group, advirtió que, aunque Sheinbaum “actúa, entrega y da”, la relación con Estados Unidos es frágil por la “volatilidad e imprevisibilidad” del gobierno de Trump.
La preocupación mexicana, señala el Times, no es tanto una invasión militar inmediata, sino la posibilidad de decisiones impulsivas desde la Casa Blanca que afecten la cooperación o la estabilidad comercial.
En Washington, funcionarios de seguridad también subrayan que México no está en el punto de mira, pero reconocen que Trump disfruta del discurso de fuerza. Dos asesores citados por el diario afirmaron que las amenazas del presidente “han servido para presionar a México a intensificar su lucha contra los cárteles”, lo que —por ahora— elimina la necesidad de una acción militar directa.
ENTRE EL APOYO Y EL RECHAZO POPULAR
Encuestas recientes muestran que más del 60% de los mexicanos se oponen a cualquier operación militar extranjera en el país, pero un 31% la vería con buenos ojos, sobre todo en estados donde la violencia del narco se ha vuelto insoportable.
En Sinaloa, algunos empresarios locales creen que “una intervención podría traer paz”, según declaró al Times Adrián López, director del diario El Noroeste. “La lógica de la intervención estadounidense es atractiva para quienes ya no confían en las autoridades mexicanas”, explicó.
LA OTRA GUERRA: DENTRO DEL NARCO

El panorama en los estados del noroeste mexicano no es de expectativa ante una invasión, sino de guerra interna. Las rupturas entre células del Cártel de Sinaloa han provocado cientos de asesinatos en los últimos meses. Los jefes de zona han perdido control, y los grupos armados locales actúan por cuenta propia.
Este caos interno, según el Times, es lo que realmente preocupa a los mandos criminales, no las amenazas de Trump ni la presencia de la DEA. La violencia intramuros ha reducido la capacidad operativa de los cárteles y generado una crisis de liderazgo que se refleja en la fragmentación del negocio del fentanilo.
MÉXICO Y EU: SOCIOS CAUTELOSOS, ENEMIGOS COMPARTIDOS

El New York Times concluye que el riesgo de una invasión militar de Estados Unidos a México es hoy más un recurso retórico de Trump que una posibilidad real. Los dos países mantienen una interdependencia económica y estratégica que, por ahora, funciona como un muro invisible más eficaz que cualquier frontera física.
Ni los funcionarios mexicanos ni los líderes del crimen organizado ven probable que ese equilibrio se rompa. En palabras de un funcionario citado por el diario:
“Trump puede amenazar todo lo que quiera, pero México y Estados Unidos están demasiado atados como para permitirse una guerra. No habría ganadores, solo ruinas compartidas”.