Obesidad en México: expertos piden que se transparente destino de impuestos saludables

Claudia Juárez

La obesidad es un problema de salud pública que afecta a millones de mexicanos y acuerdo con la ENSANUT 2018, en México 3 de cada 4 adultos viven con sobrepeso u obesidad, mientras que más del 35% de los niños de 5 a 11 años ya presentan esta condición.

De acuerdo con Éctor Barba, especialista en temas de salud, esta es una crisis silenciosa que aumenta el riesgo de enfermedades como diabetes, hipertensión y problemas cardiovasculares.

Al respecto, el Centro de Análisis e Investigación, Fundar, dio como referencia que, solo en la atención a las enfermedades relacionadas con sobrepeso y obesidad asociadas al consumo de bebidas azucaradas y comida chatarra, el Estado gasta cerca de 179,000 millones de pesos, es decir, prácticamente una quinta parte de todo el gasto en salud.

Con los aumentos de impuestos anunciados por el gobierno, el gasto en salud llegará a 2.5 % del Producto Interno Bruto del país cuando la recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que se invierta al menos el 6 %. 

Sin embargo, Paulina Magaña, coordinadora de la campaña de salud alimentaria del Poder del Consumidor, dijo que es necesario que haya una garantía presupuestaria dentro de la reforma en cuanto a que lo recaudado realmente se irá a atención de la salud.

¿A dónde van a parar los impuestos saludables?

Aunque el gobierno federal planteó que los recursos derivados del aumento a los impuestos a bebidas azucaradas, tabaco y productos con edulcorantes se destinarán a la atención de enfermedades crónicas, Éctor Barba, especialista en temas de salud advirtió que Paquete Económico 2026 no existe una definición legal que respalde la creación de un fondo específico en salud.

En dicho documento en el apartado Impuestos saludables se establece que en 2026 se establecerán estos con el objetivo de desincentivar el consumo de productos que afectan la salud física y mental de la población.

“En México, el consumo de bebidas saborizadas es elevado y ha contribuido a que el 76.2% de la población mayor de 20 años presente sobrepeso u obesidad, condiciones asociadas con enfermedades como diabetes, padecimientos cardíacos, cáncer, osteoartritis y trastornos metabólicos. De igual manera, el consumo de tabaco se asocia con el fallecimiento de 63,000 personas al año, por efectos en la salud como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, cáncer de pulmón, ataques cerebrovasculares y neumoconiosis. Se estima que el costo de atención médica derivado de estas enfermedades es de 116 millones de pesos anuales”.

Al respecto, Ramírez Barba dijo que la propuesta presidencial carece de candados normativos en la Ley de Ingresos de la Federación y en la Ley de Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (LIEPS), por lo que los nuevos recursos podrían terminar en la bolsa general del presupuesto y no en hospitales, medicamentos o programas de prevención.

“Yo no dudo de la palabra de la presidenta, pero lo cierto es que en lo que presentó como paquete económico no hay una sola referencia a un fondo específico. Existe el Fonsabi, que ya atiende parte del financiamiento en salud, pero no se establece en la ley que lo recaudado por estos impuestos vaya directamente allí. Así, la medida corre el riesgo de tener un tinte meramente recaudatorio”, advirtió.

Huecos legales

Actualmente, la recaudación por IEPS se distribuye de acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal, sin que haya un etiquetado especial para salud. Con lo planteado por la presidenta Sheinbaum lo obtenido se destinaría a tratamientos de diabetes, hipertensión, enfermedad renal crónica y a políticas preventivas. Sin embargo, en los documentos enviados al Congreso no existe ninguna propuesta de modificación a la Ley que garantice ese destino.

Ramírez Barba recordó que, sin cambios legales, los impuestos se convierten en ingresos de libre disposición para el Ejecutivo. “Es como ocurre con la gasolina: se dice que no hay incrementos, pero en realidad los impuestos hacen que el precio suba. Aquí pasará lo mismo: se recauda más, pero no hay certeza de que la salud reciba lo que la ciudadanía cree haber pagado”, puntualizó.

Por ello, el también legislador consideró indispensable que el Congreso establezca candados legales y mecanismos de transparencia, entre ellos:

Crear un Fondo de Impuestos Saludables en la Ley de Coordinación Fiscal, con reglas de distribución claras.

Modificar la LIEPS para obligar a que los recursos se destinen de manera programática a salud, con metas específicas en prevención, acceso a agua potable, medicamentos y atención primaria.

Implementar medidas contra el comercio ilícito de tabaco y bebidas, que podría crecer ante mayores impuestos.

Ampliar el alcance a productos con edulcorantes para evitar sustituciones en el mercado.

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