Alerta por violencia: una llamada de auxilio

Salvador Guerrero Chiprés

La violencia contra las mujeres se mide en datos estadísticos reveladores de una herida abierta y de la necesidad de fortalecer las estructuras de protección.

En la Ciudad de México, la alerta de género declarada en 2019 por la ahora Presidenta Claudia Sheinbaum y renovada y robustecida por la Jefa de Gobierno, Clara Brugada, confirma algo más que una política pública: la necesidad de escuchar, responder y transformar el andamiaje institucional para que cada llamada de auxilio sea el inicio de un proceso de justicia y reparación.

La Alerta por Violencia contra las Mujeres —presentada ayer en su nueva etapa— es el reconocimiento de que la capital del país asume la obligación de atender, prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género. La declaratoria en noviembre de 2019 colocó en el centro del debate la responsabilidad institucional frente a una problemática históricamente minimizada.

Tres años después, en 2022, Sheinbaum dio un paso adicional al poner en marcha la línea SOS Mujeres *765, un canal especializado contra la violencia dentro de un ecosistema de atención diferenciado, capaz de responder con rapidez, sensibilidad y efectividad.

Brugada no evade el peso de las cifras ni se refugia en narrativas complacientes. Ayer, preguntó de frente: “¿Por qué es tan relevante que las ciudades activen estos mecanismos?”. Y respondió con firmeza: “Porque los datos, la realidad, nos interpela. A escala mundial casi una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física o sexual a lo largo de su vida”. No se trata de una coyuntura local, sino de un fenómeno global.

Las cifras muestran tanto avances como desafíos en la Ciudad de México. Entre 2022 y 2025, casi 345 mil reportes fueron atendidos desde el C5 a través del 9-1-1 y el *765. Más del 85 por ciento refiere agresión física.

En términos territoriales, de acuerdo con las llamadas, Iztapalapa concentra casi el 20 por ciento de los reportes, Gustavo A. Madero 12.3 y Cuauhtémoc nueve. El tiempo también cuenta: los domingos son los días de mayor incidencia y las madrugadas —particularmente entre la una y las cinco de la mañana—, los momentos de mayor vulnerabilidad.

Este mapa estadístico es insumo político, orienta decisiones, estrategias comunitarias, coordinación con ministerios públicos y la operación de refugios.

Daptnhe Cuevas, Secretaria de las Mujeres, lo sintetizó: “El Gobierno de la Ciudad de México es claramente un Gobierno feminista comprometido con que las mujeres podamos ejercer nuestro derecho a una vida libre de violencia y para eso se trabaja todos los días”. Una definición política que se traduce en programas y protocolos con 15 acciones detalladas.

La política pública contra la violencia de género en la capital es un entramado en el que confluyen instituciones, datos, voluntad política y movilización social.

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