Los ataques a Cuén no tienen beneficio
José Luis López Duarte
Persistentemente y desde todos los ángulos, incluido el gobierno y los partidos políticos, salen ataques reiterados a l liderazgo de Héctor Melesio Cuén y el PAS, su partido, sin haber por lo común una apreciación de su desempeño y el rol que juegan ambos en la vida sinaloense.
Cuén Ojeda se consolidó desde que fue rector en la UAS, por allá del 2005 al 2009, cuando apostó por aplicar la nueva Ley Orgánica de la UAS, que había sido aprobada en 1993 pero no la había ejecutado ninguno de los rectores anteriores, y que sustancialmente implicaba cambiar el sistema electoral universitario.
Desde ahí alcanzó reconocimiento social de todos los sectores y proyectó su figura, a tal grado que el 2010 se convirtió en candidato a presidente municipal de Culiacán en fórmula con Jesús Vizcarra Calderón, quien era candidato a gobernador.
Así, el 2012 fue candidato a senador de la república y el 2013 ganó para ser diputado local y alcanzó el registro fundacional del PAS. Más tarde, el 2016 compitió por la gubernatura de Sinaloa contra Quirino Ordaz, y el 2021 se alió con MORENA y Rubén Rocha para llegar a ser Secretario de Saludo.
En 15 años escaló a un liderazgo que nadie le discute, pero que muchos no le reconocen, cuando la vida es muy simple y la realidad no se puede negar, so pena de ser un necio, o simplemente alguien que a toda costa le quiera negar el lugar que se ha ganado en la vida política del estado.
Todo lo que viene a reflejar es que existen un cúmulo de intereses que les afecta que Héctor Cuén y el PAS prosperen, y no como competencia, que sería normal confrontar a veces, pero eso de hacerlo de manera reiterada y abyecta se presta a sospecha por lo menos de que alguien les mece la cuna.
Ni al gobierno, mucho menos a Rubén Rocha, ni a MORENA, ni a los grupos gremiales y sindicales insertos en la Secretaría de Salud, ni al “Químico” Benítez, a ninguno le conviene seguir con esos ataques contra Cuén, que lo único que van a provocar es quitarle fortaleza al gobierno estatal y a MORENA, y lo que sería peor es que se tratara de un asunto de pesos y centavos.
Cuén no merece ese trato, ni de Rubén Rocha ni de MORENA, si ese fuera el caso, y mucho menos por el rebote que tendría una ruptura al seno del gobierno.
Es ilógico tan solo pensarlo, pero nunca falta un loco al que sus apetitos y fobias lo hacen incontenible e impredecible, que no sabe lo que provoca. Y abundan los carajos.