Sinaloa: red de videovigilancia al servicio de la delincuencia

Alfonso Carlos Ontiveros Salas

Es extraño que las notas periodísticas describan que la red de videovigilancia policial estuviera sirviendo a los enemigos del pueblo y generadores de violencia.

La verdad finalmente salió a la luz pública de manera aterradora. Un C-4 al servicio de los miembros de la delincuencia organizada. La policía vigilada por sus adversarios utilizando su propia red de cámaras de videovigilancia.

La información de las autoridades no fue más allá que decir que se había localizado en una colonia céntrica de la ciudad de Culiacán una casa acondicionada o equipada con instrumentos similares a los utilizados por el C-4 policial.

La delincuencia por lo que se ve, si está debidamente organizada tan es así que se atreve a utilizar el mismo equipamiento de la policía. El centro de control, información e inteligencia delincuencial fue asegurado y desmantelado.

La estrategia delincuencial sigue implementándose y persigue a las mismas autoridades, conectándose al sistema de videovigilancia con sus propios equipos de tal manera que con los mismos tienen todas las oportunidades para seguir las operaciones que realizan las corporaciones de policía.

La información dada a conocer por los mandos policiales del gobierno estatal es que a la fecha al parecer han localizado y destruido más de mil cámaras de videovigilancia ¿Pero quién tiene la responsabilidad de llevar a cabo el control de la red oficial y evitar que la delincuencia se sirva de este sistema de control policial?

Pero algo no cuadra ¿Por qué la delincuencia tendría que optar por la destrucción de las cámaras de la red de videovigilancia si se están o estaban sirviendo de ellas? Mucho se difundió que, en la ciudad de Culiacán, los daños provenientes de la delincuencia organizada contra el sistema de cámaras de videovigilancia eran cuantiosos ¿Si la red era utilizada por los delincuentes porque la destrucción de las mismas?

Las autoridades deben ser más claras y no actuar con engaños en hechos que pueden incriminarlos ¿Las cámaras dañadas eran aquellas que se utilizaban por la delincuencia organizada y que el gobierno las destruía?

¿Las autoridades temerosas de que se les pudiera señalar de complicidades con el narco pretendieron culpar a los delincuentes como los autores de la destrucción de las cámaras de videovigilancia que en realidad eran las que utilizaban para su servicio?

¿La información debería ser un asunto del Consejo Estatal de Seguridad Pública porque es quien recibe y administra los recursos destinados para la adquisición de ese equipamiento con el que opera el C-4 estatal o los centros de comunicación, pero algo no le abona a la verdad porque la información que se conoce es la que conviene dar o no quieren generar más dudas?

Un centro de comando, control, comunicaciones y cómputo (C4) o un centro de comando, control, comunicaciones, cómputo y coordinación (C5) son instalaciones que se encargan de monitorear y coordinar acciones en situaciones críticas ¿Cuánto tiempo hacía que el control del sistema de videovigilancia lo ejerciera la delincuencia? ¿Las autoridades desde cuando lo sabían y guardaron silencio? muy grave ¿verdad?

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