Amnistía Internacional pide a autoridades mexicanas reconocer crisis de desaparecidos

Jorge Cisneros
Ante la crisis por la desaparición de más de 128 mil personas en México, las mujeres han asumido las labores de búsqueda y eso ha provocado que muchas de ellas se encuentren en peligro porque deben ejercer su labor en sitios dominados por el crimen organizado, destaca el informe “Desaparecer otra vez. Violencia y afectaciones que enfrentan las mujeres buscadoras en México”, elaborado por Amnistía Internacional.
El informe, que se da a conocer este martes, fue elaborado con base en cuestionarios y testimonios de 600 mujeres dedicadas a buscar a sus familiares y amigos desaparecidos.
La investigación da cuenta de que, además del costo emocional derivado de buscar a sus hijos, esposos, padres, hermanos, las mujeres han enfrentado asesinatos, desapariciones, amenazas, ataques y extorsiones.
“De 2011 a la fecha, al menos 30 familiares de personas desaparecidas (16 mujeres) han sido asesinadas”, señala el informe de AI.https://507ffbac6e9ac29ceecee0567c67910d.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-45/html/container.html?n=0
Los asesinatos ocurrieron después de denunciar las amenazas que recibieron, ya sea públicamente o ante autoridades, después del hallazgo de fosas, de la identificación o detención de probables responsables o de denuncias públicas de omisiones institucionales respecto a la búsqueda.
La mayoría de quienes participan en los trabajos de búsqueda son mujeres por la tradición: en México la tarea de cuidado a la familia recae en ellas primordialmente y por eso ante la desaparición emprenden la tarea. Amnistía Internacional encontró casos de mujeres obligadas a abandonar sus sitios de residencia debido a amenazas y las implicaciones que estas tuvieron, tanto en su vida como en sus labores para hallar a sus familiares.
Derivado de las tareas de encontrar a sus familiares, las mujeres experimentan depresión, insomnio, deterioro de salud, miedo, dejar de hacer cosas que le gustaban, pérdida de apetito, pérdida de recursos económicos y deterioro en sus relaciones familiares.

Víctimas y estigmatizadas
La organización recogió el testimonio de Beatriz Zapoteco, cuyo esposo fue secuestrado en su casa de Zitlala, Guerrero, en 2016; cuando trató de presentar la denuncia, los policías le preguntaron “en qué estaba metido”.
Las buscadoras coincidieron en que las autoridades suelen estigmatizarlas desde que presentan la denuncia por la desaparición.
“Suelen culpar a las propias víctimas, insinuando que la desaparición seguramente está vinculada con actividades que realizaban las personas desaparecidas, como tener vínculos con el crimen organizado. Otras veces, minimizan la situación al comentar a las familias que ‘no hay nada de qué preocuparse’. Muchas veces estos comentarios se basan en estereotipos raciales y de género, así, mencionan que seguramente ‘se fue de fiesta’ o, si es mujer, que ‘se fue con el novio”.
Abandono en fiscalías
Quienes brindaron testimonios o contestaron los cuestionario de AI dijeron que los funcionarios de las fiscalías incurren en conductas que dificultan la denuncia por la desaparición; entre estas se encuentran decir a los familiares que deben esperar 72 horas para interponerla o no reconocen la gravedad de la situación y la urgencia de iniciar la investigación al sospechar de las personas desaparecidas y a sus familiares.
“Mencionaron que, cuando acuden a realizar las denuncias, no les explican de manera adecuada sus derechos, sino que únicamente les dan una hoja que tienen que firmar”.
El informe recomienda a las autoridades reconocer la grave crisis de desapariciones forzadas y desapariciones cometidas por particulares en el país, así como abrir el diálogo con familias, sociedad civil y organismos internacionales para hacer frente a esta situación.
“El Estado mexicano debe colaborar con el mecanismo iniciado por el Comité contra la desaparición forzada y comprometerse a reconocer los hallazgos que haga el Comité, así como tomar en cuenta los insumos y las recomendaciones para atender la grave crisis de desapariciones”.
¿Por qué importa el reporte?
La importancia del informe de Amnistía Internacional radica en que aborda una crisis humanitaria masiva ya que en México hay más de 128 mil personas desaparecidas; pone el foco en el papel y los peligros de las mujeres buscadoras, que han asumido la labor de búsqueda de sus familiares debido a la tradición en México, donde la tarea de cuidado familiar recae primordialmente en ellas.
El informe revela que sufren costos emocionales y físicos significativos, incluyendo depresión, insomnio, deterioro de la salud, miedo, pérdida de apetito y recursos económicos, y deterioro de sus relaciones familiares.
Algunas mujeres incluso han sido obligadas a abandonar sus hogares debido a amenazas.