La seguridad pública y el entorno internacional

Ulises Lara López

En la Estrategia Nacional de Seguridad encontramos cuatro ejes fundamentales: atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, inteligencia e investigación, trabajo comunitario. La Presidenta Claudia Sheinbaum ha destacado la importancia de la coordinación, a través de los Gabinetes de Seguridad, entre gobernadores, las fiscalías y todas las instancias de seguridad del Gobierno de la República, lo cual ha permitido una reducción de 14% en los homicidios diarios.

En Guanajuato, por ejemplo, se ha logrado una disminución del 48% en los homicidios en las últimas tres semanas, gracias a diversas detenciones de grupos generadores de violencia. Este resultado es fruto del trabajo de inteligencia e investigación, así como de la atención a las causas para evitar que los jóvenes se involucren en actividades delictivas.

En ese sentido, la Presidenta también ha informado que cada vez que se detecta una página web destinada al reclutamiento de jóvenes para grupos delictivos, se procede a su eliminación inmediata. Hasta la fecha, se han bajado 69 páginas.

Por otro lado, se anunció la creación de una Plataforma Única de Identidad, que integraría la CURP existente con huellas y fotografía. Esta iniciativa busca proporcionar un documento de identidad único que abarque desde el nacimiento hasta el fin de los días, a diferencia del INE, que solo aplica a partir de los 18 años para fines de votación.

En seis meses de gobierno, gracias a una estrategia integral que atiende las causas profundas de la violencia, hemos observado resultados relevantes. Entendiendo que no se busca una guerra como la que inició Calderón, que se trabaja en la construcción de la paz, sabemos que los índices no bajarán de un día para otro, pero ya se lleva una tendencia que resulta alentadora para la sociedad.

En un entorno complejo de guerra de aranceles y nuevo orden económico, la seguridad de las personas y sus bienes, así como el respeto y defensa de los derechos humanos, resulta fundamental el papel del Estado. No podemos ser omisos en que formó parte de las presiones iniciales del gobierno de EEUU exigir acciones contra el crimen organizado y justificar políticas de intervención directa.

Por ello no resulta extraño que la oposición desee la intervención a pesar de que se demostró que la colaboración solo sirvió para mayor control del gobierno norteamerciano y una profunda corrupción de nuestras estructuras encargadas de la seguridad pública y la seguridad nacional.

Los resultados son positivos y no ha sido necesario el uso excesivo de la fuerza o la cancelación de los derechos ciudadanos en las regiones con mayor incidencia delictiva. Tampoco la intervención de Trump con sus drones artillados o incursiones de las fuerzas especiales para la detención de capos o el combate a grupos delincuenciales.

La tarea ha sido compleja y se vislumbra en el futuro cercano que lo seguirá siendo. Por ello, es indispensable evaluar para reconocer los avances, pero también para corregir si es necesario. En esta misión entran todos los órdenes de gobierno y entender la corresponsabilidad es un elemento que sin duda nos podrá dirigir al camino de la paz.

Share

You may also like...