La mexicana Gabriela Ramos busca dirigir la Unesco con inclusión, innovación e impacto

La diplomática mexicana Gabriela Ramos defendió este miércoles su candidatura a directora general de la Unesco para “construir puentes”, puesto al que aspiran otros dos candidatos: el egiptólogo egipcio Khaled el Enany y el congoleño Firmin Edouard Matoko.
Ramos podría convertirse en la segunda mexicana y latinoamericana, después de Jaime Torres Bodet (1948-1952) en dirigir la organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, con sede en París. El proceso de nombramiento concluirá en noviembre.
“Mi estrategia para el éxito se resume en estas tres ‘íes’: inclusión, innovación e impacto”, dijo la actual subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco, quien puso el foco en la Educación durante una entrevista ante el consejo ejecutivo de la organización.
La candidata de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, describió un mundo sumido “en tiempos inciertos y muy complejos”, donde “el conflicto gana espacios”, y se presentó como una diplomática que siempre se ha buscado “construir puentes, entablar diálogos y buscar soluciones”.
Ramos, de 61 años, tiene una larga experiencia en instituciones internacionales como la Unesco y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), basada también en París, así como en foros económicos como el G20 y el G7.
Sus rivales por la sucesión de la francesa Audrey Azoulay, al frente de este prestigioso cargo desde 2017, son el exministro egipcio de Turismo y Antigüedades (2016-2022), que aboga por una “Unesco de los pueblos” y el economista del Congo.
El futuro director o directora general tendrá entre otros retos dialogar con el Estados Unidos de Donald Trump, quien en febrero firmó un decreto para revisar la implicación estadounidense en la Unesco, a la que su administración acusa de tener “un sesgo antiestadounidense”.