Violencia política y elección judicial: ¿hemos aprendido algo?

Pablo Trejo Pérez
La violencia político criminal se convirtió en el mecanismo más frecuente de cooptación de los procesos electorales, principalmente en el ámbito local. En ese contexto, las elecciones de 2024 fueron las más violentas de la historia moderna.
Más de 550 actores políticos fueron víctimas desde el inicio del proceso hasta el día de los comicios, de acuerdo con Data Cívica. Estos datos tienen relevancia por la próxima elección de los miembros del Poder Judicial federal y en 19 estados.
El domingo 30 de marzo iniciaron las campañas y concluirán el 28 de mayo. La jornada se celebrará el primero de junio. Algunos comentarios al respecto:
Es altamente probable que el crimen organizado busque la captura del Poder Judicial, sobre todo en territorios clave para sus operaciones. Se requieren acciones inmediatas para reducir los riesgos de violencia político criminal en el próximo proceso electoral judicial.
De 2021 a 2024, cuando se llevaron a cabo los últimos comicios electorales, la violencia político criminal incrementó 270.6 por ciento en todas sus modalidades y los asesinatos, en particular, 356 por ciento. Entre las víctimas pueden encontrarse autoridades electas, candidatas y candidatos, funcionarios públicos, elementos de las corporaciones de seguridad, familiares e integrantes de los equipos de campaña, personas con influencia política y ataques armados a instalaciones gubernamentales.
Ocho de cada 10 agresiones registradas (77.9 por ciento), fueron en contra de actores municipales. Este grupo ofrece mayores insumos a las organizaciones criminales para la explotación de las economías locales, incluyendo impunidad generalizada.
Así, con estos antecedentes, se considera que cuatro factores principales determinan el nivel de riesgo de violencia político criminal en las elecciones judiciales de 2025:
Disputas violentas por el control de los territorios locales: Mientras más disputas existan, mayor probabilidad de captura electoral. En zonas bajo una hegemonía delictiva, resulta menos probable la violencia político criminal, porque no es necesaria. La hegemonía criminal requiere otro tratamiento.
Explotación violenta de múltiples mercados ilícitos convencionales: La captura del Poder Judicial puede completar el circuito de impunidad para la explotación de mercados ilícitos.
Alta vulnerabilidad frente a la intromisión del crimen en las elecciones: Dicho fenómeno muestra que las instituciones políticas cuentan con bajas capacidades para frenar la intervención del crimen organizado en las elecciones. A menores capacidades, mayor probabilidad de intromisión.
Alta disponibilidad de opciones de captura: Medida a través del porcentaje de cargos de personas juzgadoras y magistradas del fuero común que serán votadas en 2025. A mayor porcentaje, mayor probabilidad de violencia.