La Reforma Eléctrica será la madre de todas las batallas en el Congreso, para 2022
Dulce Olvera
En los últimos meses de 2021 se registró una tensión entre el bloque oficialista y la oposición entorno a la Reforma Eléctrica, considerada la más importante del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador al reflejar los principios de nacionalismo y permitirle continuar el legado del cardenismo.
En este 2022, el Congreso tiene el pendiente de discutirla tras el parlamento abierto, pero al atravesarse la Revocación de Mandato y las elecciones estatales en verano, el debate podría posponerse incluso hasta finales del año.
“En términos políticos e ideológicos, la Reforma Eléctrica es la más importante que está proponiendo el Presidente. En ella expresa todo lo que supone el proyecto que encabeza, desde el nacionalismo energético hasta ir en contra de la privatización de la energía; es la que mejor describe lo que opina”, dijo el analista político Enrique Toussaint.
Bajo este escenario, las piezas se están moviendo. Por un lado, en un evento público en Palacio Nacional, los legisladores de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Verde (PVEM) cerraron filas para aprobarla.https://7dc66d57a70b8a4030916bbd80c10211.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-38/html/container.html
“Vamos a transformar a nuestro país y vamos a sacar adelante la Reforma Eléctrica”, dijo el coordinador de diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, quien prometió organizar asambleas en todos los distritos del país para darla a conocer. De momento, ya inició el parlamento abierto.
Además, el Gobierno federal echó a andar una campaña propagandística para informar a la ciudadanía al respecto. “La electricidad era tuya, te la vamos a devolver”, decía uno de los spots en medios.
Del otro lado del tablero, está la oposición conformada por Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI), así como el agonizante Partido de la Revolución Democrática (PRD); que juntos son la alianza política Va por México.
Aparte está Movimiento Ciudadano (MC), con una reducida presencia parlamentaria.
El PAN, adelantó que no cederá, aunque en los últimos días se sentó a dialogar con el Gobierno. Y el PRI, quien le daría a la 4T la mayoría en el Congreso para pasarla, luce dividido. Ante ello, el Presidente López Obrador le planteó en más de una ocasión que decidiera de qué lado de la Historia quiere estar: si del cardenismo o continuar con el salinismo.
“Es lamentable que un partido que surge de un movimiento revolucionario termine como defensor de saqueadores dándole la espalda al pueblo”, comentó en una conferencia matutina luego del enfrentamiento entre legisladores durante la maratónica negociación y aprobación del Paquete Económico de 2022 en noviembre pasado.
Si no se aprueba, López Obrador no quedaría en los libros de Historia como el Presidente que “defendió a la industria eléctrica y al litio”, observó, en ese sentido, el politólogo del Tecnológico de Monterrey, Gustavo López Montiel.
En diciembre la dirigencia del PRI se definió como partido de centro izquierda. “Le dimos una patada al neoloberalismo”, anunció el coordinador de diputados, Rubén Moreira. Y López Obrador respondió: “hechos (aprobar la Reforma eléctrica), no palabras”.
Además de las cámaras empresariales y la oposición, esta reforma también encontró críticas del lado estadounidense a través de congresistas y el Embajador Ken Salazar por transgredir al T-MEC y a las inversiones de mil millones de dólares de los empresarios del sector en las últimas dos décadas.
No obstante, durante la IX Cumbre de Líderes de América del Norte, López Obrador abordó el tema tanto con el Presidente Joe Biden como con el Primer Ministro Justin Trudeau, con quien incluso acordó una alianza con su empresa eléctrica estatal para modernizar las hidroeléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
¿CUÁNDO SE DISCUTIRÁ?
La aprobación de la Reforma Eléctrica se logrará sólo con el PRI, ya sea sin cambios o con ciertos ajustes logrados por el tricolor, estimaron los analistas. Sin embargo, al ser un año en que se juegan seis gubernaturas, las condiciones complican que se discuta antes de la revocación de mandato, como busca el Presidente López Obrador.
“El PRI sigue sin definirse luego de la derrota en 2018. Está en un lucha por las migajas que quedan”, dijo el analista político Enrique Toussaint. “No ha definido si quiere ser un partido nacionalista revolucionario como lo fue hasta el 88 o si quiere ser un partido neoliberal tecnocrático como lo fue a partir de entonces”.
Al no terminar de resolver ese dilema, en parte enfatizado por el Presidente López Obrador desde las mañaneras, el tricolor está dividido entre los que quieren seguir vinculados con el salinismo y quienes quieren volver a la esencia previa al neoliberalismo, una situación que empeorará en junio si pierde las gubernaturas clave como Hidalgo.
“Una cosa es lo que piensa Alejandro Moreno, el presidente del partido; otra lo que piensa Rubén Moreira; otra lo que piensan los gobernadores cercanos a la 4T como Alejandro Murat en Oaxaca; y otra lo que opinan los gobernadores lejanos a la 4T como Miguel Riquelme en Coahuila”, expuso el analista Toussaint.
Alito, el dirigente del tricolor que se destapó para aspirar a la silla presidencial en 2024, alertó tras la aprobación sin modificaciones del Presupuesto de 2022 que la reforma se discutirá hasta después de las elecciones. “¡Tengan su Reforma Eléctrica! que la vamos a discutir hasta después de junio”, advirtió.
Pero, por el contrario, el coordinador de la bancada de diputados, Rubén Moreira, aseguró que “para no polarizar al país” el PRI no se cierra del todo al debate y hay espacio para la discusión de la contrarreforma e incluso para una contrapropuesta.
Semanas después, la 23 Asamblea Nacional aprobó definir al PRI como de centro izquierda y se deslindaron del neoliberalismo de las administraciones pasadas. “Somos social demócratas, feministas, ambientalistas, enemigos de la discriminación, progresistas, aliados de las causas populares. Le dimos una patada al neoliberalismo que nos impusieron desde el poder”, dijo Moreira.
“Morena necesita necesariamente los votos de los grupos priistas para poder alcanzar la mayoría, entonces están enfocándose en convencer a algunos priistas que han presentado una actitud más conciliadora en el sentido de que a lo mejor votarían si el Presidente les deja cambiar cosas, pero, cuando deja modificaciones, parece débil”, observó el politólogo Gustavo López Montiel.
“Su primer escenario es que no se cambie nada, ya si no se puede, tendrá que empezar a hacer ajustes aunque sin desvirtuar los temas fundamentales como el control de la CFE en la generación”, añadió.
Respecto al PAN, el legislador Jorge Triana advirtió a finales de año que la Reforma Eléctrica “estaba muerta” porque Morena y aliados no cedieron en modificar el Presupuesto para este año. Pero del blanquiazul no depende la Reforma Eléctrica. “Se sabe que votará en contra cualquier reforma que proponga López Obrador”, planteó Toussaint.
Los coordinadores panistas en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, y en el Senado, Julen Rementería, así como el dirigente nacional, Marko Cortés, alertaron que contrarrestarán la campaña de Morena sobre la Reforma.
“Acción Nacional no va por empoderar a Manuel Bartlett, no va por hacer un monopolio de la CFE para que le pueda cobrar a la gente lo que sea”, ha dicho Cortés.
Ante las elecciones gubernamentales en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas, donde se estima que arrase el partido guinda, la oposición buscará posponer el debate hasta septiembre, mes clave para el presupuesto de 2023.
“Va a estar muy complicado que en 2022 se apruebe la Reforma Eléctrica, tal vez al final. Después vienen las leyes secundarias al ser reforma constitucional para 2023, por lo que a López Obrador no le tocaría echar a andar su Reforma”, estimó el analista Enrique Toussaint.
Con información de SinEmbargo