El Poder Judicial, chivo expiatorio de la falta de seguridad y justicia: Cossío
Marco Antonio Martínez
El Poder Judicial es el chivo expiatorio usado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para tapar que falta de una estrategia de seguridad y una transformación de la justicia en México. Así lo afirmó el ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío Díaz, en conferencia magistral sobre la reforma judicial y sus implicaciones.
“Nadie se ha ocupado de la justicia desde hace ya muchos años en este país. Lo más fácil es hacer señalamientos sobre los sueldos, la corrupción y el nepotismo (del PJ) sin ninguna base”, expuso Cossío, quien aseguró que los problemas no se van a resolver con la sustitución de juzgadores por medio del voto popular, como propone la reforma judicial.
“La pregunta es, de verdad nos podemos tomar en serio esas palabras y suponer que cargándole así los pecados y echando a los jueces y magistrados fuera y trayendo un modelo nuevo de sustitución, ¿se puede realizar la verdadera justicia, se van a acabar las tasas de impunidad? ¿Los policías van a saber lo que tienen que hacer? ¿Las cadenas de custodia y de investigación se van a mantener, la rehabilitación social se va a dar? ¿Se van a romper las zonas de control o de dominio que tiene la delincuencia en el país? ¿Todo eso se va a resolver con la elección?”, planteó.
AMLO y Sheinbaum disputan por Poder Judicial
El ministro en retiro también dijo que la discusión de la reforma se da en medio de una disputa por el Poder Judicial entre el presidente saliente López Obrador, y la presidenta entrante, Claudia Sheinbaum. La Silla Rota le preguntó a José Ramón Cossío cómo es que se desarrolla esa disputa entre López Obrador y Sheinbaum.
El jurista respondió que a todos los hombres de poder les cuesta mucho desprenderse de él y López Obrador no es la excepción.
“El presidente es un hombre que todavía no acaba de irse y vamos a ver si se va y en qué condiciones y la doctora Sheinbaum todavía no alcanza el poder; hay una tensión y se suele reflejar en la forma de qué voy a seguir haciendo yo, más allá de las declaraciones que vas a hacer tú y esto tiene varias implicaciones”, continúo el exministro.
La primera es la que tiene que ver con la lectura de las elecciones del 2 de julio y si el presidente López Obrador piensa que el triunfo electoral es de él.
“Me parece que se va a sentir, no es que esté bien, pero se va a sentir legitimado para tratar de seguir imponiendo una agenda y un pensamiento. Si la doctora cree que la elección la ganó ella, como creo que es, entonces la tensión va a estar sobre lo que ella cree que puede hacer.
En medio están los legisladores que deben votar la reforma y por eso un día dicen que va como la mandó el presidente y después se muestran flexibles. Cossío consideró que esos vaivenes son porque están reaccionando a lo que se está dando en el propio hábitat político de la transición.
Tribunal Disciplinario, fascista
El ministro en retiro se refirió a la propuesta de la reforma de tener un Tribunal Disciplinario que sancione a los juzgadores por sus sentencias.
“Me parece de lo más preocupante la creación de los tribunales de disciplina judicial. Para decirlo rápido y bien, esto es una posición en el término general fascista como la que vimos en la Alemania nazi o más en concreto en el fascismo italiano”, afirmó el exministro.
Alertó que los jueces que fueran electos lo estarían bajo la misma idea del interés público de los diputados y los senadores en dos terceras partes, con la misma idea de legitimidad democrática e ideología que se presentó en el proceso electoral.
Entonces con un control judicial van a basarse en la misma corriente y eso va a terminar contaminando o determinando la condición política de los jueces y de los magistrados.
“No es una condición jurídica, no es una racionalidad jurídica, es una racionalidad política. Ahora bien, qué sucede cuando los jueces, magistrados y ministros sentados en su silla consideran que una determinada situación o problema planteado es o debe resolverse de tal o cual forma, conforme a lo que disponen las normas jurídicas. Existe este Tribunal del Santo Oficio para efectos de mantener la Doctrina de la Fe populista o la Doctrina de la Fe ideológica”.
Los jueces que no resuelvan bajo esos criterios doctrinarios serán sancionados, previó Cossío.
Problemas con la elección de Jueces
También criticó la elección de jueces por voto popular que además tiene un problema práctico. Dijo que no se ha hecho la numeralia sobre lo que implica y ejemplificó con la Ciudad de México, donde se tendría que votar por más de 700 juzgadores, entre locales y federales.
“Tendrían que darles a los electores más de 300 boletas porque una correspondería al Juez Primero de Distrito en Materia Administrativa del Primer Circuito, otra al Juez Segundo de Distrito en Materia Administrativa del primer circuito y así hasta acabar los administrativos, posteriormente tendrían que abrirlas o dar una boleta por cada uno de los casos del Juez Primero de lo penal en la ciudad en el primer circuito, luego el segundo y así sucesivamente”, explicó.
Otro problema de la propuesta es que los candidatos no podrán ser financiados por el sector privado, algo con lo que está de acuerdo para evitar la mano de corporaciones.
Sin embargo, sí ve la posibilidad de que llegue el dinero ilícito de organizaciones criminales, ya sea porque algunos candidatos busquen aplicar la ley u otros quieran darse a conocer.
“Podríamos imaginar organizaciones criminales que están financiando las campañas electorales de ciertos sujetos para tenerlos como sus jueces, podríamos imaginar situaciones de violencia sobre los juzgadores que en un determinado momento y a juicio desde luego de los grupos delincuenciales, no estuvieran cumpliendo con los acuerdos previos”, advirtió José Ramón Cossío.