Examen Sinaloense: Sinaloa sin obras y con médicos cubanos
Álvaro Aragón Ayala
- Los muertos de Rubén Rocha
- Llegan doctores extranjeros
- El ridículo del “mejor gobernador”
¿Qué tan mal anda Sinaloa en materia de seguridad? Pésimo. Sirvan estos datos para reflejar parte de la escalofriante realidad: el Secretariado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública reveló que durante el gobierno de Rubén Rocha Moya se cometen un asesinato -homicidio o feminicidio- cada 17 horas con 18 minutos.
Durante los primeros seis meses del 2024, según el SESESP, se registraron 243 homicidios dolosos y 9 feminicidios, aunque la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa equiparó 2 feminicidios como “homicidios”, lo que indica que mataron a 9 mujeres por odio, razón de género o por razones machistas o misóginas.
Las cifras o estadística no incluye los “levantados” o desaparecidos a la fuerza que pese a que algunos ya están muertos no son contados como asesinatos u homicidios. Tampoco registra los fallecidos en enfrentamientos entre bandas delictivas o delincuentes contra el ejército mexicano o la guardia nacional en la que se oculta la información. Hay casos en que las los grupos delictivos “recogen” y entierran a sus muertos en completa reserva.
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La discriminación profesional y laboral llegó a Sinaloa generando inconformidad en el sector de la salud pública: 32 médicos cubanos, con salarios de 40 mil pesos mensuales y un bono de 10 mil fueron instalados en las clínicas rurales del negando a los doctores mexicanos los espacios que ocupan los extranjeros aliados al régimen lopezobradorista. En el Valle de El Carrizo, al llamado Hospital Integral (del Bienestar), aunque no hay medicamentos, fueron incorporados 5 cubanos. Otros fueron enviados a Choix y otros municipios serranos.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador alquiló mil 200 médicos cubanos adicionales 768 que ya trabajaban en el sector público de salud. El contrato laboral fue firmado por el titular del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel. “Traer a médico cubanos, quienes no cumplen los requisitos que les exigen a los doctores nacionales para ejercer la profesión, sólo acrecienta la situación de desempleo que se vive en el sector”, denunció la Academia Nacional de Medicina de México.
La organización médica reveló que en medio de graves carencias, saturación de hospitales y falta de atención adecuada a la población, hasta el 16 por ciento de los médicos mexicanos debe abandonar la profesión por falta de oportunidades de empleo, y consideró que traer a médicos cubanos, sin que deban cumplir los mismos requisitos que los mexicanos para ejercer la profesión, sólo acrecentará la situación de desempleo que se vive en el sector.
Añadió que existe una gran diferencia entre el número de egresados de las escuelas de medicina y los que finalmente son contratados. Es decir, existen cerca de 200 mil médicos registrados pero, según datos oficiales, hay 76 mil contratados en el sector privado –
fundamentalmente en farmacias- y 15 mil 300 en el sector público. Hay, pues, casi 109 mil médicos mexicanos desempleados.
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¿Qué tan pendejos considera Rubén Rocha a los sinaloenses? El fin de semana mandó publicitar una encuesta chafa, patito, que describe que “se alza como el mejor gobernador del país con una aprobación del 51 por ciento”, pues de acuerdo al sondeo de RESEARCH “encabeza el ranking nacional con una aprobación del 51 por ciento en cuanto a las acciones de obra pública en el estado”.
Obviamente que el comunicado publicitario provocó qué los sinaloenses se defecaran de la risa pues en una escala de 100, 51 es el reporte de un reprobado, además de que lo que distingue al gobernador son sus pleitos, sus enfrentamientos y montajes penales, no la ejecución o construcción de obras públicas. Es obvio que el engaño al pueblo no funcionó. Nadie creyó el cuento del “mejor gobernador”. Sí, hay que reconocer, en Sinaloa hay obras, sin embargo son enanas o mini-obras, acaparadas por la dinastía Rocha Ruiz.
La descripción más exacta del gobierno disfuncional o fallido de Rubén Rocha la realizó el periodista Felipe Guerrero Bojórquez en una de sus certeras columnas que tituló “Funcionarios Invisibles” en la que precisa que “lo más grueso de la agenda del gobierno estatal lo marcan actividades e invitaciones externas de organismos empresariales, de profesionistas o de la sociedad civil. Igualmente agendan ante el ejecutivo, como si fueran de primer orden, acciones que deberían ser rutinarias como cursos, pláticas, conferencias, presentaciones de libros o entregas de enseres, alguna que otra maquinaria menor, entrega de fertilizantes, anuncios como bombardeos de nubes para precipitar agua, rollos como el que la violencia ya disminuyó, conceptualizaciones que nadie entiende como la “transversalidad en la perspectiva de género”, abstracciones como esas de que se busca disminuir “la brecha entre hombres y mujeres con un presupuesto equitativo”, que el pago de granos a productores, que la entrega de una plazuela, calle o monumento con presupuesto municipal…”.
“Incluso se contabiliza como un gran logro la siembra de arbolitos o las campañas para recolectar agua ante el estiaje. ¿Eso es lo que hacen los funcionarios del primer nivel? ¿Y la obra pública de gran calado que tiene que ver con infraestructura como carreteras, puentes, obras hidráulicas, construcción de escuelas, de hospitales, desazolve de represas, lagunas y esteros; la construcción de grandes avenidas que ayuden a la planeación y al crecimiento ordenado de las ciudades medias del estado; la rehabilitación a fondo de los sistemas de agua potable, drenaje sanitario y pluvial; la adquisición de armamento y equipos de alto nivel para enfrentar a los delincuentes que han tomado nuestras calles? ¿Y las políticas públicas que impliquen planeación de fondo, financiamiento y por lo tanto desarrollo en rubros como la agricultura, ganadería y la pesca? ¿Qué se está haciendo en el ámbito del deporte y la cultura?”.
Y pregunta: “¿Dónde pues se esconden los funcionarios del régimen que no se ven, no dan la cara con sus muy contadas excepciones? ¿Tienen o no tienen presupuesto y si tienen en qué se destina? Todo indica que el gobierno estatal aplica el presupuesto para lo ordinario y que, en lo que va de este período, no ha habido o no se han gestionado ante el gobierno federal los fondos ni para concluir las obras que quedaron casi terminadas en el período de Quirino Ordaz…”.